Las trabas para importar se han extendido a casi todos los rubros a través del régimen de LNA (Licencias No Automáticas). Sin embargo, impacta con mayor intensidad en algunos de ellos, como los neumáticos, los muebles, el calzado, los productos metalúrgicos, el rubro textil, los juguetes, motos y autopartes y en algunas líneas de consumo masivo.
En este sentido, el titular de la Cámara de Importadores (CIRA), Rubén García, señaló que “la situación se agravó en diciembre y en el puerto hay muchísimos contenedores con mercadería parada”. Además, advirtió por los faltantes de insumos y productos y que “esto se nota fácil en cualquier supermercado”.
Según han expresado en diversas oportunidades las empresas, el futuro es incierto. La mayoría de los reclamos apuntan hacia la Secretaría de Industria, en manos de Ariel Schale, que es la oficina encargada de asignar cupos, revisar los formularios SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones) y aprobar o rechazar los embarques. Si el pedido es “observado”, implica recomenzar todo el trámite con un final incierto. “En comparación con los últimos meses de 2020, se están aprobando la mitad”, aseguró un fabricante de motos.
Según han explicado, el objetivo del Gobierno es proteger las reservas del Banco Central. A pesar de las fuertes restricciones, en 2020 las reservas del BCRA cayeron U$S 5.438 millones, a pesar de que la balanza de comercio exterior registró un superávit de US $12.528 millones. Así lo ha revelado el INDEC en los últimos días. La esperanza es que a partir de marzo, con la llegada de los agrodólares de la soja, la situación mejore, pero todavía nadie sabe qué sucederá.
De hecho, el propio Schale dijo hace pocos días que el dólar es “un recurso escaso” y que tienen como prioridad la administración de la “escasez para poder contar con los insumos que necesitan las fábricas”. De esta manera, el titular de la cartera reconoció que “la Argentina atraviesa un serio problema de restricción externa” y le echó la culpa al gobierno anterior por la actual situación. En ese mismo ámbito, Schale garantizó que “los dólares para la producción y bienes de capital van a estar”.
No obstante, los empresarios desconfían sobre las afirmaciones del funcionario. De acuerdo a lo que han indicado fuentes de distintos rubros consultadas por Clarín, las trabas se profundizan y son generalizadas. En muchos casos, consisten en demorar autorizaciones o tacharlas de “observadas”.
La operatoria de importación, en el actual contexto cambiario, ofrece resquicios para la especulación. Ayer, el Banco Central suspendió a 9 importadores por “no nacionalizar los bienes por los que accedieron al mercado y giraron las divisas”, por un monto de US$ 15 millones. Se trata de empresas que accedieron a dólares al tipo de cambio oficial para efectuar pagos por compras en el exterior y que no ingresaron la mercadería en el plazo establecido de 90 días. A la inversa, hay importadores que pagaron o compraron a crédito, trajeron la mercadería y no la pueden sacar del puerto. “Muchas empresas recurrieron a la Justicia y lograron liberarla a través de cautelares”, sostuvo el titular de la Cámara de Importadores.
En el medio, el Gobierno incrementa los controles. Al parecer, el plan actual es relevar sector por sector para analizar la situación de la balanza comercial y asignar un cupo anual a cada empresa. “Ya lo hicieron con la industria automotriz y la semana que viene le toca a las motos”, señalan. El resto del cronograma se desconoce y por el momento “seguimos presentando semanalmente al secretario Schale el listado de LNA críticas”, explicó un directivo de una cámara empresarial a los asociados a través de Whatsapp.
Fuente: iprofesional.com