Analistas señalan que la caída, superior a los $72.000 millones, es un reflejo de que la demanda de dinero no se recupera. La colocación de Pases y de Leliq permitió la esterilización de $ 172.000 millones
Pese a ello, la comparación interanual aún refleja un incremento del 39% nominal promedio, que se explica principalmente por la significativa expansión que había mostrado hasta mediados del año pasado, a raíz de los gastos generados por la pandemia.
“Tanto el sector financiero como el Tesoro actuaron de manera contractiva durante febrero. La colocación de Pases y de Leliq permitió la esterilización de $172.000 millones, que más que compensan la inyección de $76.000 millones por los intereses que generan estos pasivos remunerados”, resumió un informe de la consultora LCG.
La compra de divisas para el pago de deuda por parte del Tesoro, señaló el trabajo, permitió la absorción de $40.000 millones que, a posteriori, fue parcialmente compensada por el desarme de colocaciones en pesos que el Tesoro mantiene en el Banco Central (BCRA), por $26.000 millones.
En el otro extremo, la base monetaria creció $56.000 millones por la compra de divisas al sector privado, hecho que se ha repetido en los últimos tres meses.
“La contracción en sí misma no es un síntoma positivo, sino un reflejo de que la demanda de dinero no se recupera y que se están pagando intereses por esta contracción”, analizó Melisa Sala, economista principal de LCG, en diálogo con El Cronista.
“Lo mismo aplicará para cuando aparezca la inyección de pesos para financiar al Tesoro. Lo deseable sería una recuperación de la demanda de dinero que evite que esos pesos se vayan a precios (vía bienes o vía brecha), porque si no sucede el BCRA intentará absorber parte del excedente pagando un costo por ello”, añadió.
A través del citado informe, LCG también argumentó por qué no espera una recomposición de la demanda de dinero. “Podrá observarse cierto freno en la caída, pero una inercia todavía elevada de la dinámica inflacionaria y una brecha en niveles del 60% que reflejan expectativas de devaluación del peso, difícilmente sean factores que alienten a una recomposición de la demanda de pesos”, explicó la firma en el trabajo.Días atrás, el equipo de research del Banco Supervielle destacó en un análisis elaborado para sus clientes: “Si el déficit primario para 2021 está en el rango de 3,5% a 4,5%, y considerando una tasa de colocación de la deuda en pesos similar a la observada durante enero y febrero, no esperamos que la base monetaria (ni el circulante) crezcan en relación al PBI (al menos no de una manera que sobrepasen los promedios históricos)”.
Por otro lado, el trabajo de Supervielle añade: “También concluimos que es posible que el BCRA consiga reducir marginalmente el stock de Pases y Leliq en términos del PBI, lo que implicaría un crecimiento de los préstamos en pesos al sector privado en el sistema financiero. En cuanto a la evolución de la política monetaria en términos reales, se concluye que desde mediados de 2020 es ligeramente contractiva”.
Respecto de esto último, prevén que, de continuar esta dinámica contractiva, “podría haber un alivio a las presiones inflacionarias en 2021”.
En tanto, desde LCG indicaron que aunque en el primer bimestre del año el Tesoro no haya hecho uso del margen de financiamiento que dispone en el BCRA, en lo los próximos meses podrá contar, entre adelantos transitorios y giros de utilidades, con recursos de casi $ 1,9 billones, que equivalen a casi 4,5% del PBI en 2021.
Fuente: cronista.com