Es por la desconfianza en la Argentina, según relevó la consultora Taquion. No lo haría, ni siquiera ya teniendo quién lo financie. Representa un crecimiento contra la anterior medición, de febrero. Entre los más jóvenes, hay una proporción “alarmante”, advierten los responsables del informe.
Crece la desconfianza de los argentinos a la hora encarar un proyecto de inversión en el país. Más de la mitad de la población no emprendería en la Argentina: el 51,2% rechaza la idea de empezar un negocio propio, incluso, teniendo quien lo financie.
Los datos se desprenden del informe “Los argentinos, el futuro y la actualidad”, de la consultora Taquion Research & Strategy, en el marco del monitor nacional que realiza una vez por mes, en base a la opinión de 2584 encuestados.
La cifra de los que descartan iniciar un proyecto independiente aumenta mes a mes. Escaló cinco puntos porcentuales desde febrero, cuando el 46,2% se resistía a hacerlo, según los resultados del estudio, que contó con la asistencia de Grupo Gestión, Inclusión The Cloud Company y Horus Inteligencia Cognitiva.
“A medida que pasa el tiempo, observamos cómo los índices de confianza y optimismo social se deterioran. Hay una percepción sombría de la realidad que se traduce en un mensaje de desesperanza de cara al futuro. Llama la atención que la mayoría de la sociedad no quiera emprender, incluso, teniendo el dinero para hacerlo. La sensación generalizada que se transmite es ‘¿para qué, si el mañana va a ser más oscuro?'”, analiza Oscar Romano, director de Taquion Research & Strategy.
En este sentido, apunta que el gen emprendedor argentino no se perdió, sino que se erosionó por las condiciones del contexto macroeconómico local. “Los que tienen el deseo y las ganas de crecer no encuentran oportunidades por un cúmulo de factores. Pero, sobre todo, debido a la falta de confianza en las instituciones y la recuperación del país”, detalla.
El descontento alcanza también a los jóvenes: el 54,9% de la Generación Z, compuesta por los menores de 25 años, reconoció que no emprendería en la Argentina, mientras que el porcentaje llega al 43,6% en la Generación Y, los millennials nacidos entre 1981 y 1996.
“Es alarmante la desconfianza por parte de las personas que integran este segmento, a quienes socialmente se los concibe como la generación que representa ‘el futuro del país’. Tienen una mirada pesimista del presente y largoplacista negativa“, explica Romano.
Entre los desempleados, también hay una baja intención de emprender. El 52,3% de los que actualmente se encuentran desocupados prefiere buscar trabajo antes que depender de la generación propia de ingresos.
Más del 37% se siente inseguro
Hace unos meses, el principal motivo por el cual muchos argentinos abandonaban la idea de montar su propia empresa era la falta de acceso a financiamiento, de acuerdo a la investigación de la consultora.
Sin embargo, ahora, el mayor obstáculo es la incertidumbre que les genera invertir en la Argentina en este momento. Del 51,2% de los entrevistados que no emprendería, el 37,3% respondió: “El país no me hace sentir seguro”. En reportes pasados, la cifra rozaba el 30%.
Entre los que se oponen a emprender, además, un 9,7% considera que no tiene ninguna iniciativa por realizar y un 4,3% no se siente preparado todavía para hacerlo.
Entre el 48,8% de los que aún están dispuesto a apostar por el país, un 5,2% lo haría sólo si encontrara un socio con quien llevar a cabo un desarrollo conjunto.
A las barreras de entrada, se les suman las trabas que aparecen en el camino. Se necesita esfuerzo, pasión, paciencia, resiliencia y capacidad de reinvención, sólo por mencionar algunas de las destrezas a las que la Argentina somete a prueba a los emprendedores.
Las cifras de fracaso son abrumadoras. Las estadísticas indican que, en promedio, el 80% de las nuevas empresas fracasan antes de los cinco años y el 90% de ellas no llega a cumplir los 10 años. La Asociación Argentina para el desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa (Asopyme) afirma taxativamente que sólo el 7% de los emprendimientos llega al segundo año de vida y apenas el 3% alcanza el quinto.
Fuente: cronista.com