FINANZAS – Deuda: el Gobierno ya piensa en julio y agosto; vencen $800.000 millones

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El cronograma de financiamiento no da respiro. Este mes es un verdadero test. Pero el principal desafío es el cuarto bimestre antes de las PASO.

A lo largo del primer cuatrimestre el Tesoro no sufrió tanto para cerrar las cuentas fiscales. Tuvo en la mejora de la recaudación, fundamentalmente por los ingresos provenientes del impuesto a la riqueza y los vinculados a la explosión de las retenciones, sus principales fuentes de financiamiento junto con un nivel de roll-over de la deuda en pesos que vino superando ampliamente el 100% de los vencimientos. También colaboró la prudencia fiscal en lo concerniente al gasto público, sobre todo, el asociado a la pandemia (IFE, ATP, etc.) mientras la inflación hizo el resto del trabajo sucio con salarios y jubilaciones.

Pero el calendario de vencimientos no da respiro. Mayo, como ya se vino advirtiendo, será el primer test de lo que viene por delante. Los vencimientos vuelven a escalar en todo el mes más de $300.000 millones. Por el momento no hubo sobresaltos y de mantenerse la dinámica monetaria y fiscal de los últimos meses, se le allanaría el camino a la gente de Finanzas del Palacio de Hacienda para afrontar los fuertes vencimientos de mayo.

Sin embargo, todo empieza a complicarse de verdad en la previa de las PASO. Porque los vencimientos que operan entre julio y agosto superan los $800.000 millones. Según datos de la consultora Ferreres en el primer cuatrimestre los vencimientos sumaron casi $876.000 millones, mientras que entre mayo y diciembre se acumulan compromisos por nada menos que $1,92 billones. Para los analistas la posibilidad de repetir niveles de roll-over como los vistos a comienzos de año empieza a complicarse. En tal sentido, algunos destacan que ya el Tesoro se vio obligado a recurrir al BCRA, que entre marzo y abril lo asistió en $190.000 millones.

Por ende, si bajara mucho el nivel de roll-over será necesaria mayor emisión para asistir al Tesoro sumada a la que precisará demás si el déficit fiscal se dispara por motivos pandémicos o electorales. Además, las alarmas se han encendido para julio y agosto porque operan vencimientos vinculados con la colocación de deuda entre grandes fondos de inversión internacionales como PIMCO, Templeton y otros, durante el gobierno de Macri. Una estimación de la consultora 1816 a comienzos del mes pasado señalaba que las tenencias de bonos en pesos, solo entre PIMCO y Templeton, eran equivalentes a más de u$s3.500 millones (valuados al CCL). Y ya se vio la reacción de los mercados cambiarios y de bonos cuando estos gigantes de las finanzas globales salen o liquidan posiciones en moneda local.

Aún bajo la incertidumbre de cómo será la segunda-tercera ola de brotes de coronavirus los analistas recalculan las necesidades de financiamiento del Tesoro por lo que resta del año. Ocurre que tras el buen comienzo de año donde prácticamente no hubo financiamiento monetario para el fisco porque el Tesoro pudo colocar mucha deuda neta y porque hubo un pequeño déficit fiscal primario que financiar, ahora con la nueva ola del virus se estima que el déficit primario podría volver a trepar por encima del 4% del PBI (se pensaba que iba a bajar a menos del 3% sin gasto covid) lo que elevaría las necesidades de financiamiento monetario del año a $1,2 billones e impondría más presión sobre el financiamiento no monetario. El Estudio Broda estima que de ser así el Gobierno deberá aumentar el ritmo de colocación neta de deuda de los $37.000 millones por mes del primer cuatrimestre a $95.000 millones por mes en el resto del año. Claro que a lo largo del primer cuatrimestre el Gobierno colocó deuda neta, o sea, por encima de los vencimientos, pero emitió un bono encaje y ofreció Letras más cortas a 60 días de plazo y subió algo la tasa de interés. Habrá que ver qué le “pide” ahora el mercado y si están dispuestos a satisfacer dichas exigencias.

Fuente: ambito.com