Algunos consultores estiman que el rebrote del covid y la continuidad de las restricciones provocarán un crecimiento más acotado para este año y ya no se piensa en 6,5 o 7% de expansión.
La continuidad del rebrote de la pandemia en todo el país, lo que llevó a que continúen las medidas de restricción, determinan en este momento que diversos consultores prevean una meta de recuperación económica más acotada, la cual se ubicaría en el año alrededor del 4,5%, casi descartando la previsión que se había hecho a principios de 2021 de un 6,5 a 7,0% de expansión contra la caída del 10% del PBI en 2020.
Los consultores económicos coinciden en que marzo fue un mes de mejora sostenible en diversos sectores, pero dentro de un panorama que no fue homogéneo, donde determinados rubros siguen siendo muy golpeados por la pandemia.
Precisamente, el INDEC dará a conocer el próximo jueves la evolución del Estimado Mensual de la Actividad Económica (EMAE) de marzo, la cual va a mostrar una significativa recuperación con respecto a febrero, sin tomar en cuenta la comparación interanual, ya que e 20 de ese mes en 2020 se cerró el movimiento de todo el país, estableciendo una estricta cuarentena.
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El panorama en cuanto al ritmo de actividad cambió en abril, donde las restricciones aplicadas comenzaron a generar condiciones de “amesetamiento” en la recuperación, panorama que habría profundizando en mayo.
Sobre este tema, Guido Lorenzo, titular de la consultora LCG, recalcó que “marzo fue quizás el mejor mes que vamos a ver en este año en cuanto a recuperación de la economía”.
“Del primer semestre sin dudas va a ser el mejor mes. En abril comenzaron las restricciones de nuevo, siguieron en lo que va de mayo y todo indica que van a continuar e incluso ampliar en las próximas semanas. Por eso, con este panorama la recuperación de la actividad económica en este año se orienta a un nivel del 4,5 al 5,0%”, resaltó el economista.
Este nivel de recuperación de PBI contrasta con las estimaciones que se conocieron en marzo, donde se hablaba de una mejora del 6,5 al 7,0 por ciento en el año, una cifra dos puntos o más que el 5,5 estimado por el Gobierno en el Presupuesto.
Sobre este aspecto aclaró que “el escenario que se había evaluado en el primer trimestre de una mejora del 6,5 al 7,0 por ciento era esencialmente con los niveles de actividad de marzo”.
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“La segunda ola del covid pegó fuerte y sin dudas esto está teniendo de nuevo un impacto importante”, expresó Lorenzo.
El especialista consideró que en las últimas semanas se ha observado un rebrote de los casos de covid en la industria y la construcción y que por lo tanto eso “está provocando una cierto freno en estas actividades”.
De hecho, uno de los números que más impacto generó fue la caída del 32,1% en la producción automotriz de abril con respecto a marzo, como así también desaceleración en el sector siderúrgico.
Lorenzo consideró que esto afectará más el mercado laboral sobre el cual dijo que en estos momentos el verdadero nivel de desocupación en el país se ubica en el 15%.
Un panorama similar describió Fausto Spotorno de la consultora Orlando Ferreres, al considerar que “entre enero y marzo se dio un buen nivel de actividad económica, pero en realidad en un rango menor de la recuperación que se venía observando en los últimos meses de 2020”.
“Lo que vemos es que en el primer trimestre se mantuvo la recuperación, con un nivel más atenuado de lo que fue la última parte de 2020, pero ya el segundo trimestre empezamos a ver un panorama más complicado. Entonces, creemos que marzo fue el mejor mes y ya en abril es factible que haya una caída mensual en el nivel de actividad”, vaticinó el economista.
Para Spotorno el problema es que la mejora que se vio hasta ahora “se dio en determinados sectores puntuales, pero hay muchos rubros en crisis o con un ínfimo nivel de actividad, lo cual va a seguir golpeando fuerte en el desempleo”.
Por otro lado, el último informe de la consultora C&T advierte sobre el ritmo de actividad y la suba de la inflación en los últimos meses.
“Sin dudas, el dato más relevante de la semana pasada fue la elevada inflación de abril: 4,1% mensual y 46,3% interanual, esta última la mayor desde marzo del año pasado. El aspecto más preocupante es que la inflación núcleo, que deja de lado a los productos regulados y a los estacionales, lejos de bajar, subió por tercer mes consecutivo y fue de 4,6%, la mayor en lo que va del año. Frente a esto, el gobierno decidió acentuar los controles de precios e incluso, acaba de cerrar por un mes al menos las exportaciones de carne. Claramente, estas medidas no solucionan el problema, y si bien en el muy corto plazo pueden atenuar mínimamente el proceso, esto es a costa de mayor inflación futura”, advierte el trabajo de la consultora.
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Inmediatamente menciona la preocupación del FMI por el rebrote del covid y sus consecuencias en la economía argentina.
“Es clara la preocupación por el deterioro de la economía, agravado por la segunda ola de COVID, y la incertidumbre en torno a los vencimientos con los organismos internacionales es un potencial factor desestabilizante. Se trata de unos US$ 2.300 millones que vencen a fin de mes con el Club de París y otros tantos en septiembre y diciembre con el FMI. Las reservas internacionales del BCRA, que vienen creciendo gracias al pico estacional de la liquidación de divisas, están en US$ 5.200 millones en términos netos, por lo que serían escasas incluso si hubiera la voluntad de usarlas para pagar”, resalta el informe.
El trabajo de C&T puntualiza que “mientras tanto, los indicadores parciales de actividad económica dieron señales mixtas en marzo, abonando nuestra expectativa de que habrá una pérdida de impulso que se agravará con las restricciones por el COVID, por más que sean más leves que en 2020” y agrega que “la actividad de la construcción se mantiene en un buen nivel pero sin tendencia clara, al igual que la industria”.
Algunos datos que se suman
Sin embargo, desde el equipo económico destacaron que el nivel de actividad económica de marzo fue “muy bueno” y pusieron como ejemplo el crecimiento de la utilización de la capacidad instalada en la industria en mes con respecto a febrero.
“Fue el mejor mes en el uso de la capacidad instalada en la industria de los últimos 12 meses”, recalcaron en Economía.
El dato, difundido ayer, dio cuenta que la utilización de la capacidad instalada en la industria alcanzó en marzo último un promedio del 64,5%.
Esta variable clave creció 6,2% respecto de febrero último, y aumentó 12,9% en comparación con marzo del 2020, cuando tuvo un promedio del 51,6%.
Según las estadísticas del INDEC, el dato de marzo último es también el más alto de los últimos 25 meses (octubre del 2018) cuando ese promedio industrial llegó al 64,8%.
La menor capacidad de producción durante la pandemia se había registrado en abril del 2020, cuando el promedio llegó al 42%, doce puntos porcentuales por debajo del nivel de marzo último.
Los sectores que presentaron en marzo niveles de utilización superiores al general fueron la elaboración de acero y aluminio con 79,8% insumos para la construcción 77,4% y la refinación del petróleo, 73,8%.
“Con esta dinámica, cinco sectores ya superaron el 70% de utilización de la capacidad instalada”, consignó Economía, al analizar las cifras difundidas por el Indec.
Fuente: perfil.com