Las entidades debieron adaptarse a la pandemia, tanto puertas adentro como en la oferta de productos destinados a sostener y reactivar la economía.
La pandemia generó un punto de inflexión en el corazón de todos los sectores de la economía, dentro de los cuales muchas pymes, base del entramado productivo, sufrieron un fuerte impacto que, en mayor o menor medida, modificó de forma sustancial su presente, y condiciona, sin tener demasiadas certezas en un primer momento, su futuro.
La gran mayoría de las pequeñas y medianas que sobrevivieron al cisne negro del covid-19 debieron reconvertirse en modelos de negocio 100% digitales, o mixtos, mientras que a otras no les quedó otra que adaptarse – como pudieron – a la nueva normalidad.
En ese camino sinuoso, desde el inicio de la pandemia, el sistema financiero cumplió un papel relevante, además de la ayuda aportada por el estado nacional, para restablecer los flujos y cadenas de cobros y pagos a terceros, recomponer del capital de trabajo y abonar los salarios. Claro que, para esto, también los bancos debieron readaptarse al contexto, tanto puertas para adentro, como en la oferta de productos destinados, a las pymes, de cara a un 2021 que muestra, al menos, que la luz al final del túnel está un poco más cerca.
Adrián Scosceria, gerente de banca empresas de Banco Macro, señaló a Ámbito que desde marzo de 2020 otorgaron “más de $100.000 millones en líneas de crédito subsidiadas”. “Hoy, Macro ofrece préstamos con tasa del 35% para capital de trabajo, y del 30% para proyectos de inversión y adquisición de bienes de capital”, acota Scosceria, quien además destaca algunos atributos del Macro en el vínculo con las pymes: “El conocimiento que tenemos de nuestros clientes, el trato personalizado y nuestra velocidad de respuesta, son nuestras características distintivas”.
Sergio Bova, gerente de banca pyme del Banco Provincia, cuenta que, en los primeros momentos de la emergencia, “se desplegó una campaña de préstamos de fácil acceso, instrumentados a través de sobregiros en cuenta corriente para la atención de los pagos de salarios”. En la medida en que se fue reabriendo la actividad, el Provincia puso a disposición el Programa RePyme, que “incluye líneas de préstamos para financiar capital de trabajo, importaciones de materias primas e insumos industriales, descuento de cheques de pago diferido y financiación y prefinanciación de exportaciones”, añadió.
Marcelo Fernández, gerente de Empresas, Pymes e Instituciones de Santander, señala que la entidad trabaja “para ser la mejor plataforma abierta de servicios financieros, con procesos simplificados y digitales”. Remarca que en materia de crédito califican al cliente “en menos de 24 horas”. Y que trabajaron para que “más de 20 mil pymes pudiesen tomar préstamos por Online Banking, sin tener que firmar papeles”. Así, para la línea de pago de sueldos Santander puso a disposición más de $16.000 millones en forma remota.
Martín Lynch, gerente de Pymes, Negocios y Comercios de ICBC, afirma que el banco acompaña a las pymes “con oferta crediticia, capacitación y asesoramiento”. En materia de comercio exterior, “somos el puente entre el mercado local y China, favoreciendo el comercio bilateral, a través de un acuerdo con la Sepyme y Fundación ICBC, y mediante el desarrollo de la plataforma ICBC Business MatchMaker, donde las empresas argentinas pueden encontrar socios globales y concretar rondas de negocios”, enfatiza.
Tras disponer en 2020 más de $50.000 millones en préstamos destinados a MiPyMEs en 2020, con el foco puesto en los sectores esenciales más impactados, Claudio Saffirio, subgerente general de empresas del Banco Ciudad subraya que, de cara a una paulatina recuperación económica, uno de los objetivos de la entidad pasa por otorgar financiamiento para la adquisición de bienes de capital y para capital de Trabajo, con tasas que rondan el 30%”. En lo que va del año, comenta que esta propuesta viene mostrando un gran dinamismo, alcanzando los $10.000 millones.
Fuente: ambito.com