ECONOMÍA – La inflación de junio fue del 3,2% y en el primer semestre llegó a 25,3%

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En términos interanuales, la inflación superó el 50% por primera vez desde febrero de 2020. Aun así, se trató de la cifra mensual más baja desde octubre del año pasado.

La inflación de junio fue del 3,2% según el INDEC. De esta manera, en el primer semestre de 2021 los precios aumentaron 25,3% mientras que en términos interanuales aumentaron más de 50% por primera vez desde febrero de 2020.

Si bien la cifra mensual de junio fue la más baja desde octubre del año pasado, apenas se desaceleró 0,1 puntos porcentuales respecto de mayo y esto se debió fundamentalmente a factores estacionales y una menor suba en precios regulados por el Gobierno. La inflación núcleo, que no tiene en cuenta estas dos cuestiones, alcanzó el 3,6%.

“El nivel general de precios se desaceleró gracias a que los estacionales subieron solo 0,5% (la menor cifra desde marzo de 2018). Cuando uno mira la inflación núcleo, que es la que te refleja con mayor precisión la inercia inflacionaria y cómo evolucionan los precios que están más expuestos a los cambios de coyuntura, ve que desde octubre de 2020 no puede perforar el piso de 3,5%”, explicó en diálogo con Ámbito Agostina Myronec, analista de Ecolatina.

Los precios en Alimentos y bebidas, la división de mayor incidencia en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), tuvieron una leve aceleración (3,2% vs 3,1% en mayo). Al interior de este segmento se verificaron mayores subas en casi todos los productos, parcialmente compensadas por la mencionada performance de frutas y verduras.

“El aumento de los precios de las commodities en el mundo, que afectan entre otras a las principales exportaciones argentinas como la soja, maíz, trigo y girasol, impactan también en los precios de los alimentos que se comercializan en el mercado interno. El incremento en los precios internacionales se traslada a los precios locales impulsando su alza por el ‘shock’ externo”, explicaron desde el Ministerio de Economía.

Según la cartera conducida por Martín Guzmán, esta “inflación desordenada” es un fenómeno nuevo y propio de la pandemia, que no solo afectó a Argentina.

“Por ejemplo, Estados Unidos tenía un target de inflación establecido del 2%, y hoy la inflación observada es de 5,4%, encontrándose en máximos desde agosto de 2008. Lo mismo sucedió en Brasil, con un target de 3,8% y una inflación observada en junio de 8,4% (niveles similares que el año 2016, donde hubo una inflación interanual del 8,7%, la máxima desde el 2003), o en México, con un target de 3% y una inflación real del 5,9% (con pico de 6,1% en abril, máximo nivel desde 2017)”, puntualizaron desde el ministerio.

Gonzalo Semilla, economista jefe de CREEBBA, advirtió a este medio que entre los alimentos que más subieron se encontraron bienes de primera necesidad como carnes, lácteos y panes, lo cual de mantenerse podría seguir impactando de manera negativa en el salario real, que ya acumula tres años consecutivos con caídas.

Los mayores incrementos de junio a nivel general se registraron en Comunicaciones (7,2% vs 1% en mayo) producto de subas autorizadas en servicios TICS.

También se observaron aumentos por encima de la media en Bebidas Alcohólicas y Tabaco (5,5%), Prendas de vestir y calzado (3,5%) y Transporte (3,3%) aunque en este último rubro vale remarcar la significativa desaceleración respecto del mes previo ya que no hubo subas autorizadas en combustibles y hubo una menor tasa de aumento en adquisición de vehículos.

Con estos números, la inflación de junio se ubicó en línea con lo que habían previsto las consultoras y entidades financieras que participaron del último REM del Banco Central (BCRA).

Para lo que queda del año, el sector privado espera una tenue desaceleración de los aumentos hacia la zona del 2,8% promedio mensual, lo cual daría como resultado una inflación en torno al 48% para todo 2021.

Semilla recalcó que la inflación comenzó a mostrar una desaceleración desde el pico de marzo pero marcó un “semáforo amarillo” con posibles correcciones que pueden traccionar al alza la inflación en el corto plazo. “Hay que tener cuidado con Comunicaciones, que tiene un gran peso en la canasta del IPC, porque ya están en julio anunciando aumentos retroactivos en telefonía, internet y cable. También hay que prestar atención a las prepagas que están queriendo realizar algunos ajustes en torno al 8%”, detalló.

A pesar de las tensiones existentes, Myronec afirmó que “puede tomarse como una buena noticia que la inflación promedio del primer cuatrimestre, que alcanzó el 4,1%, ya quedó atrás”.

Para julio, la economista proyecta una inflación en torno al 3% y para el segundo semestre espera una inflación promedio menor a la del primero “más que nada porque ya no van a autorizar tantas subas de precios regulados, como sucedió con los combustibles en los primeros meses, y porque el tipo de cambio oficial va a seguir teniendo un bajo ritmo de depreciación”.

Frente a las dificultades para romper la inercia inflacionaria y la proximidad de las elecciones, el Gobierno viene utilizando al tipo de cambio y a las tarifas como principales anclas inflacionarias. En efecto, el dólar oficial, regulado por el BCRA, viene creciendo a un ritmo de casi 1% mensual. Por su parte, las tarifas probablemente sigan pisadas durante el segundo semestre luego de un único aumento inferior al 10% en los primeros meses del año.

Fuente: ambito.com