En junio, el nivel de vida tuvo una caída del 1,4%, en tanto si la comparación se realiza frente a la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca el tope de la indigencia), la caída interanual es del 7,6% y el crecimiento del primer semestre se reduce al 0,1%.
El poder adquisitivo de los trabajadores se redujo un 4,1% en los últimos doce meses, pero tuvo una mejora del 2,3% en el primer semestre, de acuerdo con las mediciones realizada por la Fundación Libertad y Progreso (LyP) en base a datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
La medición del Índice de Nivel de Vida de los Trabajadores (INVT) se toma comparando la evolución de los salarios y la Canasta Básica Total (CBT), utilizada para determinar la línea de pobreza. De la comparación de las dos variables, surge un preocupante deterioro del nivel de vida en plazos más largos, ya que desde agosto de 2013 la caída del INVT fue del 44%.
Por tal razón, LyP remarcó que en los últimos años “los trabajadores se han aproximado a la línea de pobreza” tanto por la pérdida de valor del peso como por los bajos niveles de inversión. En comparación con mayo, el INVT de junio tuvo una caída del 1,4%, en tanto si la comparación se realiza frente a la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca el tope de la indigencia), la caída interanual es del 7,6% y el crecimiento del primer semestre se reduce al 0,1%.
“Luego del fuerte golpe que recibieron los salarios en 2020 por la pandemia, muchas actividades que se vieron restringidas por las políticas de distanciamiento, paulatinamente se flexibilizaron”, señaló LyP en la presentación del índice.
No obstante, la entidad precisó que esa recuperación “es mucho menor respecto de mayo debido a que dos de los sectores que más empleo generan en nuestro país, construcción y manufacturero, todavía se vieron golpeados por las medidas restrictivas”. “Además, cabe recordar que el sector de servicios todavía no ha podido recuperarse de la crisis del año pasado”, advirtió.
Fuente: ambito.com