Las contribuciones patronales se componen de varios elementos que en su totalidad conforman el costo laboral.
Entre las múltiples quejas de los empresarios y emprendedores argentinos, una que pica en punta entre las más mencionadas tiene que ver con el costo laboral. Incluso algunos informes señalan que la Argentina ostenta la cucarda de ser el país de la región en el que más se paga por contratar empleados. Esto motivó varias propuestas desde el empresariado, desde reformas laborales hasta planes para reducir las indemnizaciones.
El costo laboral es el desembolso en el que incurre el empleador para incorporar personal en relación de dependencia en blanco. Está compuesto de dos elementos: el sueldo bruto, que combina el sueldo neto, es decir, el dinero que recibe efectivamente en el bolsillo el trabajador, y los aportes personales; y las contribuciones patronales.
Por un lado, los aportes son retenidos por el empleador y luego derivados hacia los organismos correspondientes. En tanto, las contribuciones sí son pagos que debe realizar el empleador con porcentajes variables según el tamaño de la empresa.
NUEVAS ALÍCUOTAS
La Ley n° 27.541 de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el marco de la Emergencia Pública sancionada en diciembre de 2019 modificó las alícuotas de las contribuciones patronales. Antes de eso, se establecía que, tanto para grandes empresas como para Pymes, hubiera una convergencia de un 19,5% para 2022.
No obstante, la nueva legislación marcó una alícuota del 20,4% para empleadores del sector privado cuya actividad encuadre en el sector ‘servicios’ o ‘comercio’ siempre que sus ventas totales anuales superen los límites para la categorización como empresa mediana tramo 2. Esto es un promedio en los últimos tres ejercicios de $ 940.220.000 para Servicios y de $ 3.698.270.000 para Comercio. Por otro lado, para el resto la alícuota sería del 18 por ciento.
UNA POR UNA
Este porcentaje contempla varios ítems. El principal tiene como protagonista al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), es decir las jubilaciones, que se transfieren a la ANSES. A este elemento se le suman las asignaciones familiares, un aporte al Fondo Nacional de Empleo y otro al PAMI, utilizado para costear los servicios de asistencia social y salud a los jubilados y pensionados.
Pero a estas contribuciones se le suman otras. Como un 6% destinado a la obra social elegida por el empleado, según consigna el sitio oficial del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. También corresponde el pago de un seguro de vida obligatorio cuya prima individual es de $24,35 a marzo de 2021 y un porcentaje variable, que puede ir desde un 2 hasta un 8% del salario según la actividad, para la ART.
COSTO ARGENTINO
Si tomáramos el ingreso medio de la población de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) difundida por el INDEC en el primer trimestre del año este es de $ 42.394. En este caso, el sueldo bruto sería de unos $ 51.077, a partir de los aportes (jubilación, obra social y PAMI), sin tener en cuenta el Impuesto a las Ganancias.
El costo laboral de un empleado con este sueldo sería de entre $ 56.800 y $ 55.600, según el tamaño de la compañía – en primer caso para las grandes empresas y el segundo para las Pymes. En tanto, esta cifra representa un 34,2% y un 31,3 por ciento respectivamente de costo sobre el sueldo neto, mientras que a nivel de salario bruto es de un 11,3% y un 8,9%.
Fuente: cronista.com
