ECONOMÍA – OIT: 6 de cada 10 trabajadores sufren acoso y violencia laboral; cuáles son las formas y los sectores más afectados

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Una radiografía sobre la violencia psicológica, física o económica en el mercado laboral y cómo llevar adelante las denuncias a un año de la entrada en vigencia de la ley contra el acoso y la violencia laboral.

Hace un año, el Congreso Nacional ratificó el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) contra la violencia laboral. La primera encuesta nacional sobre el mercado de trabajo refleja que 6 de cada 10 trabajadores y trabajadoras experimentaron o experimentan alguna situación de violencia laboral, mientras que 3 de cada 10 dijeron padecerla en su actual trabajo.

La ley 27.580 reconoce el derecho de todas las personas a trabajar en un ambiente libre de violencia y acoso.  La Encuesta Nacional sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo detalla los tipos de violencia más habituales, el perfil de quienes la ejercen y reciben, cómo es el proceso de denuncia y el impacto de la condición de género, entre otros.

En el marco de la Iniciativa Spotlight se presentó el informe Trabajar sin violencias, un estudio elaborado junto a la Universidad Nacional de Avellaneda y la Red Nacional Intersindical contra la Violencia Laboral, una radiografía sobre la violencia y acoso en el mundo del trabajo.

En la Argentina, la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral del Ministerio de Trabajo brinda información sobre cómo hacer la denuncia: por teléfono al (011) 4310-5525 o al número gratuito 0800-666-4100 (opción 1, luego opción 5).

CUÁLES SON LAS FORMAS DE VIOLENCIA LABORAL

La violencia psicológica es la que mayores menciones acaparó (78% de los casos), seguido de situaciones ligadas a la discriminación (67%), y finalmente, violencia sexual (52%) y física (35%).

Violencia por género y por edad

La violencia laboral es mayor entre mujeres y personas no binarias, 65,5% y 87,6% respectivamente, mientras que entre los varones el porcentaje alcanza al 43,5 por ciento.

 

La violencia laboral tiene mayor prevalencia en los trabajadores y trabajadoras de más de 30 años y entre quienes poseen mayores niveles educativos. De la misma manera, para el 15,8% de los trabajadores y trabajadoras, las situaciones de violencia aumentaron a partir del inicio de la pandemia de la COVID-19, mientras que para el 3,3% aparecieron por primera vez durante ese momento.

 En el caso de la discriminación, las mujeres y las personas con género no binario muestran ser los más vulnerables (72,5 y 92,4% respectivamente). La percepción sobre este tipo de violencia, así como la psicológica, aumenta a mayor nivel educativo.

En la violencia sexual también se observan grandes diferencias según el género: las mujeres la sufren en un 59,5% y las personas no binarias en un 83,7 por ciento.

La violencia física es mayormente experimentada por quienes no se autoperciben como varón o mujer (75,9%), en tanto que no se observan mayores diferencias entre los géneros binarios (34,6% en mujeres y 33,9% en varones). Este tipo de violencia no presenta diferencias por rango etario, nivel educativo y sector en la estructura económica. quiénes ejercen la violencia.

La encuesta corroboró que la violencia en el ámbito laboral se ejerce mayormente desde posiciones jerárquicas, amparada en las asimetrías de poder. Según los datos, los superiores jerárquicos ejercen, en mayor medida, violencia psicológica, discriminación y comentarios sexistas, mientras que los usuarios, clientes y pacientes, tienen un rol prioritario en la violencia física.

Otro dato relevante de la encuesta es que solo 3 de cada 10 personas que sufrieron violencia o acoso en el ámbito laboral realizaron la denuncia y entre estas personas, fueron los sindicatos los que mayormente acompañaron a los trabajadores y trabajadoras en la realización de estos reclamos.

El Convenio 190 de la OIT entrará en vigor el 23 de febrero de 2022. Argentina es uno de los nueve países que ratificó esta norma internacional, la primera en abordar específicamente este tema y en reconocer el derecho a un trabajo libre de violencia y acoso.

Al analizar esta problemática por sector de la economía, en la encuesta puede apreciarse que el género influye negativamente en mayor proporción en el trabajo doméstico (57,7%), en las actividades extractivas (61,7%), en el arte y recreación (47,9%), así como actividades profesionales y técnicas (41,8%).

 

La violencia psicológica se destaca por sobre las demás entre trabajadores y trabajadoras del sector primario de la economía (ganadería y agricultura) para el 91,5%, mientras que el sector secundario (industria y construcción) y terciario (servicios, comercio, sanidad y educación) muestran porcentajes menores pero similares: 77,6% y 77,5%, respectivamente.

Desagregando por rubro, puede observarse una gran brecha en los “hogares privados que contratan servicio doméstico” cuyo porcentaje de respuestas afirmativas es de 38 por ciento. Las respuestas son variables dependiendo del rubro, pero por lo general superan el 70 por ciento de respuestas afirmativas a haber sufrido violencia psicológica.

acoso sexual

El porcentaje de los trabajadores y trabajadoras que sufrieron acoso sexual va en aumento junto con el grado de estudios alcanzado. Las personas con título universitario completo son las que reportaron el mayor porcentaje de acoso sexual con un 65,2%, más de 10 puntos por encima de las personas con terciario completo. Es posible que a mayor educación se tengan mayores herramientas y recursos para visibilizar y reconocer este tipo de situaciones.

“Contrastando los casos de acoso sexual en relación a la actividad económica podemos notar que tanto el sector primario como el secundario cuentan con los mayores porcentajes de personas que afirmaron ser víctimas de acoso sexual (71,9% y 61,4%, respectivamente)”, detalla el informe de la OIT.

Los sectores con mayor porcentaje de respuestas afirmativas respecto de la violencia sexual fueron: Agricultura y Ganadería con un 88,3%, Servicios de Salud con 62,1%, Actividades Financieras, con 66,4% y Administración Pública con el 61,3%. El resto de los rubros se mantiene por sobre el 40 por ciento.

 

Los datos recolectados sugieren que los trabajadores y trabajadoras que percibieron mayor violencia física son los que se encuentran trabajando en el sector terciario con un 34,9 por ciento, y el primario con un 34,7 por ciento.

El 62,1 por ciento de las personas en actividades económicas secundarias respondieron no haber padecido violencia física. Los porcentajes sobre la presencia de este tipo de violencia en todos los sectores se mantiene entre el 22 y el 48 por ciento.

En cuanto a las amenazas físicas, o haber recibido golpes, la figura de los clientes/usuarios/pacientes, etc., fue la que emergió con mayor frecuencia que el resto de las posiciones jerárquicas, seguida por los compañeros o pares.

En cuanto a sufrir algún tipo de discriminación cursando embarazos, un 12,1% de las personas gestantes encuestadas manifestó haber transitado dicha situación. El porcentaje de personas que percibieron haber sufrido peor trato y/o discriminación durante el embarazo aumenta a medida que aumenta el nivel de educación, alcanzado llegando al 20,8 por ciento.

Por otro lado, “el perfil del victimario, cuando se refiere a violencia psicológica, discriminación y comentarios sexistas, suele ser varón en una posición de superior jerárquico, seguido de pares”, destaca el informe.

El 30% de las trabajadoras y trabajadores encuestados declaró haber denunciado alguna situación de violencia laboral, ya sea experimentada por ellos o por terceros. Los sindicatos fueron los mediadores mayormente nombrados por parte de quienes realizaron denuncias.

Entre quienes no realizaron la denuncia, el 27 por ciento indicó que no creyó que el acto de denuncia sirviera de algo y casi el 20 por ciento declaró que no le pareció relevante realizarla.

 

Los sindicatos fueron el principal apoyo para realizar denuncias

El 15% señaló que no lo hizo por miedo a perder el trabajo y un 13% por desconocimiento de a quién recurrir para realizar la denuncia.

Qué hacer contra la violencia laboral

Como hoja de ruta frente a la violencia en el mundo del trabajo, desde los sindicatos consideraron que se necesita:

  • Promover la conformación de equipos interdisciplinarios
  • Implementar e incrementar la capacitación sindical para el tratamiento de situaciones en violencia y acoso en el ámbito laboral a fin de elaborar y mejorar los procedimientos para su detección y abordaje, especialmente para las que ocupan mandos medios y superiores
  • Profundizar las campañas de sensibilización y prevención, como así también difundir los recursos normativos, institucionales y sindicales disponibles.
  • Profundizar las acciones de concientización, sensibilización, prevención e intervención sindical particularmente ante la violencia por razones de género.
  • Participar del diseño y promover la implementación de protocolos de prevención e intervenciones que involucren al sector empleador.

Para denuncias sobre violencia laboral en la Argentina: Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral al (011) 4310-5525 o gratis al 0800-666-4100 (opción 1, luego opción 5).

Fuente: cronista