Las consultoras privadas miden que la inflación tendrá un 3,5% como piso y puede incluso pasar el 4%. El 2022 podría ser el año con mayor evolución de los precios desde la salida de la Convertibilidad.
La inflación de enero se vuelve a acercar al 4% mensual y el 2022 se perfila para ser el año de mayor movimiento de los precios desde la salida de la Convertibilidad, hace tres décadas.
Eso es lo que pronostican las consultoras privadas, en un relevamiento hecho por El Cronista.
La dinámica de Alimentos y Bebidas es preocupante. De acuerdo a la medición de Eco Go, la proyección de inflación de enero es de 3,8%, que para el caso de los alimentos se eleva al 5,2%. Solo en la tercera semana de enero, la comida subió 1,4%.
María Castiglioni Cotter, directora de C&T Asesores Económicos, estimó que en el primer mes del año la inflación estaría por encima del 4% y hasta podría acercarse al 4,5%, dada la “alta estacionalidad” habitual, los precios del sector turismo (hoteles, viajes), gastronomía (restaurantes), alimentos y bebidas, los nuevos Precios Cuidados, y los aumentos en prepagas.
Para todo el 2022, Castiglioni calcula que el número final cerraría entre 53% y 55% en un escenario de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ya que el dólar oficial treparía más rápido y habrá incrementos de tarifas.
Más pesimista es Andrés Borenstein, economista asociado a Econviews. Su pronóstico es que este año la inflación alcanzaría el 58%.
Esa misma cifra manejan en Equilibra, en un escenario base que titularon “estanflación controlada”, con un supuesto arreglo con el FMI. En cambio, en el caso de default, los precios se podrían acelerar al 85% anual.
Según Melisa Sala, economista Jefa de Labour, Capital & Growth (LCG), “el piso para enero es de 3,5%”.
ACM publicó un informe en el que anticipan que “en los próximos meses podría observarse una continuidad en la dinámica de aceleración de la inflación ante la nueva estrategia de devaluación (crawling peg) que está imprimiendo el Banco Central desde comienzos de este año y el deterioro de expectativas relacionado con el atraso en la negociación con el FMI, que en caso de fracasar podría implicar una mayor dependencia del financiamiento monetario para cubrir el déficit fiscal”.
A su turno, los registros del Índice de Precios de Supermercados (IPS) del Centro de Estudios Económicos y Sociales (CESO) muestran que en esos centros de compras la inflación trepó un 2,8% en las últimas cuatro semanas.
“A lo largo del mes, los rubros con mayor variación son: Bebidas (4,3%), Alimentos Frescos (3,5%), Alimentos Secos (2,8%) y Hogar (2,8%)”, ampliaron.
La aceleración en los precios de los alimentos es motivo de preocupación en el Gobierno, que acordó con las empresas una canasta de productos “cuidados” que subirán a un ritmo de 2% mensual o 6% trimestral.
Si se confirman los números que manejan en las consultoras privadas, la estrategia oficial se revelará pronto como insuficiente.
Fuente: cronista.com
