En la previa a la reunión del G20, Kristalina Georgieva enumeró tres ejes para asegurar la recuperación y en la evaluación de las principales economías, Argentina vuelve a estar dentro de las reformas sugeridas
La directora gerente del FMI, que participará la reunión en Indonesia de modo virtual, aludió a una frase local, gotong royong, “trabajar juntos para lograr un objetivo común” para marcar el espíritu de lo que deberá ser el G20.
La recuperación económica mundial continúa, pero su ritmo se ha moderado en medio de una gran incertidumbre y riesgos crecientes, advierte el Fondo, que después de bajar el pronóstico global a un 4,4%, advierte que los indicadores económicos han seguido apuntando a un impulso de crecimiento más débil, debido a la variante de Ómicron en la pandemia y las interrupciones persistentes de la cadena de suministro.
El FMI busca dejar atrás la pandemia y el “covid económico”
Las lecturas de inflación han sido más altas de lo esperado en muchas economías; los mercados financieros siguen siendo volátiles; y las tensiones geopolíticas han aumentado considerablemente, enumeró Georgieva, en un contexto de altos niveles de endeudamiento. En ese marco, detalló tres prioridades.
1. LA LUCHA CONTRA EL ‘COVID ECONÓMICO’
“Proyectamos pérdidas de producción global acumuladas por la pandemia de casi u$s 13,8 billones hasta 2024”, detalló Georgieva. Ómicron es el último recordatorio de que una recuperación duradera e inclusiva es imposible mientras la pandemia continúe. La titular del Fondo volvió a reclamar el acceso equitativo a un conjunto completo de herramientas COVID-19 con vacunas, pruebas y tratamientos.
Y llamó a sostener la educación. El costo para los estudiantes en todo el mundo, estimado en hasta $ 17 billones a lo largo de sus vidas debido a las pérdidas de aprendizaje, la menor productividad y las interrupciones del empleo.
En ese contexto, consideró que es necesaria una fuerte acción política. Aumentar el gasto social, los programas de reciclaje, la capacitación de recuperación para maestros y la tutoría para estudiantes “ayudarán a las economías a volver a encarrilarse y a desarrollar resiliencia para futuros desafíos económicos y de salud”, indicó la economista búlgara en el blog del FMI.
2. EL CICLO DE AJUSTE MONETARIO
Si bien existe una diferencia significativa entre las economías y una gran incertidumbre en el futuro, las presiones inflacionarias se han estado acumulando en muchos países, lo que exige el retiro de la acomodación monetaria cuando sea necesario.
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“Es importante calibrar las políticas según las circunstancias del país. La comunicación clara de cualquier cambio sigue siendo esencial para salvaguardar la estabilidad financiera en el país y en el extranjero.
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Algunas economías emergentes y en desarrollo ya se han visto obligadas a combatir la inflación elevando las tasas de interés. Y el pivote de la política en las economías avanzadas puede requerir un endurecimiento adicional en una gama más amplia de países. En ese marco, el FMI marca el atraso de las tasas reales en la Argentina, en línea con uno de los ejes del acuerdo que negocia Martín Guzmán.
“Hasta ahora, las condiciones financieras mundiales se han mantenido relativamente favorables, en parte debido a las tasas de interés reales negativas en la mayoría de los países del G20. Pero si estas condiciones financieras se endurecen repentinamente, los países emergentes y en desarrollo deben estar preparados para posibles reversiones de los flujos de capital”, advierte Georgieva.
El Banco Mundial midió el costo de la “represión financiera” en Argentina y dejó nuevas advertencias
Los prestatarios deben extender los vencimientos de la deuda donde sea factible ahora, mientras contienen una mayor acumulación de deudas en moneda extranjera, agregó la titular del FMI. “Cuando se presentan shocks, los tipos de cambio flexibles son importantes para absorberlos, en la mayoría de los casos, pero no son la única herramienta disponible”.
En caso de alta volatilidad, las intervenciones cambiarias pueden ser apropiadas, como lo hizo con éxito Indonesia en 2020. Las medidas de gestión de flujos de capital también pueden ser sensatas en tiempos de crisis económica o financiera: piense en Islandia en 2008 y Chipre en 2013.
Y los países pueden tomar medidas macroprudenciales para protegerse contra los riesgos en el sector financiero no bancario o donde los mercados inmobiliarios están en alza. Por supuesto, es posible que aún sea necesario combinar todas estas medidas con ajustes macroeconómicos.
2. LA SOSTENIBILIDAD FISCAL
A medida que los países emergen de las garras de la pandemia, deben calibrar cuidadosamente sus políticas fiscales. Es fácil ver por qué: las medidas fiscales extraordinarias ayudaron a prevenir otra Gran Depresión, pero también elevaron los niveles de deuda. La deuda global, tanto pública como privada, aumentó a $226 billones.
En ese marco, consideró que el G20 debe revitalizar el marco común para el tratamiento de la deuda, con una suspensión en los pagos del servicio de la deuda durante la negociación en el marco.
“Se necesitan procesos más rápidos y eficientes, con claridad en los pasos a seguir, para que todos conozcan el camino a seguir, desde la formación de comités de acreedores hasta un acuerdo sobre la resolución de la deuda. Y poner el marco a disposición de una gama más amplia de países altamente endeudados”, reclamó Georgieva.
LAS REFORMAS EN LA ARGENTINA
La nota de supervisión del G20 ratifica el 3% de crecimiento previsto para Argentina en 2022, que es una mejora desde el 2,5% estimado el año anterior. En medio de un análisis sobre las reformas que fomentan el crecimiento, el FMI sostiene que “embarcarse en reformas de larga data ayudaría economías para reducir las cicatrices de la pandemia”.
En ese contexto, menciona a Argentina a la hora de pensar en una flexibilización de las regulaciones del mercado de productos. En líneas generales, el Fondo propone facilitar la entrada de nuevas empresas y facilitar aún más el comercio, políticas para remediar las pérdidas de aprendizaje en la escuela y medidas adicionales para impulsar la participación femenina en la fuerza laboral.
EL ROL DEL FMI
Georgieva recordó que se busca canalizar la canalización de nuevo parte de los u$s 650.000 millones que se repartieron en derechos especiales de giro, DEG, a través del Fideicomiso para el Crecimiento y la Reducción de la Pobreza, que brinda financiamiento en condiciones favorables a los países de bajos ingresos, y el nuevo Fideicomiso para la Resiliencia y la Sostenibilidad, RST en inglés.
Con sus tasas más baratas y vencimientos más largos, el RST podría financiar políticas climáticas, de preparación para pandemias y de digitalización que mejorarían la estabilidad macroeconómica en las próximas décadas. “El G20 ha dado su fuerte respaldo a la RST, y nuestro objetivo es tenerlo completamente operativo este año”, recordó.
Fuente: cronista
