ECONOMÍA – Demanda e importación de gas: los peligros que enfrentará Argentina ante la suba del precio internacional

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Ante una reducción de las ventas de gas y petróleo de Rusia al mundo, la Argentina deba soportar distintos embates internos y externos
Existe la posibilidad de que, ante una reducción de las ventas de gas y petróleo de Rusia al mundo, la Argentina deba soportar no solo fuertes aumentos de precios sino una reducción de la demanda por la suba de los precios internacionales y la menor oferta.

Este escenario, a grosso modo, podría ser similar a lo que pasó con la falta de vacunas en Argentina desde julio de 2020 hasta julio de 2021, cuando el gobierno argentino decidió importar vacunas contra el coronavirus.

La cantidad de personas fallecidas en ese período se debió a que el gobierno argentino no estaba preparado ni tampoco se preocupó por importar rápidamente vacunas, como lo hicieron países como Uruguay y Chile, desde que comenzó la cuarentena irrestricta el 20 de marzo del 2020.

Recién en noviembre del año pasado, la Argentina logró vacunar con dos dosis a la mayoría de la población y hasta comenzar a aplicar una tercera dosis.

Se trató claramente de un exceso de demanda en el mundo que el gobierno argentino no pudo prever al atarse solo a la importación de una sola vacuna como la Sputnik de Rusia.

El gas natural licuado (GNL) experimentará una fuerte suba por el contexto internacional

La importación de gas: el problema de la escasez y el precio

A pesar de tratarse de un caso diferente el fuerte aumento de los precios de la energía en el mundo, en particular petróleo y gas, la mencionada situación debe poner en alerta a las autoridades argentinas.

Es que existe la posibilidad de que, ante una reducción de las ventas de gas y petróleo de Rusia al mundo, la Argentina deba soportar no solo fuertes aumentos de precios sino una reducción de la demanda por la suba de los precios internacionales y menor oferta.

El Gobierno debería comenzar a prepararse y explicarle a la población, en particular la que se abastece de gas en garrafas, que podría escasear el gas en el próximo invierno.

El panorama para los precios internacionales de la energía, como el gas natural licuado (GNL) que se importa o el crudo de referencia para el mercado local, experimenta una fuerte suba desde el comienzo de la guerra en Ucrania y en los días posteriores al anuncio del acuerdo entre el FMI y el Gobierno argentino.

Es probable que la Argentina deba soportar fuertes aumentos de precios, reducción de la demanda y menor oferta

El problema del precio del gas: cuánto subió desde la pandemia

En la pandemia en 2020, el precio del millón de BTU era de 3,50 dólares, luego en 2021 llegó a los 5,50 dólares y antes de comenzar el conflicto bélico estaba en los u$s8,30. Ayer cerró en valores cercanos a 100 dólares el millón de BTU.

Por lo tanto, es probable que de mantenerse el conflicto bélico presionará sobre el aspecto energético del nuevo acuerdo con el FMI como la reducción de subsidios económicos y la suba de tarifas de electricidad y gas para reducir el deficit fiscal primario.

De acuerdo al análisis de la consultora Gas Energy Latin America, la Argentina exporta crudo, pero al mismo tiempo la suba en los precios internacionales presiona sobre los precios locales de los combustibles que se pueden trasladar a los surtidores y el impacto puede ser muy alto.

En el TTF (el mercado de referencia para el GNL en Europa) la entrega a abril llegó a cotizar 345 euros por MWh, cerca de u$s110 por millón de BTU.

Luego, bajó a 260 euros por MWh, unos u$s84 por millón de BTU. Esto implica que sólo un buque licitado resulta extremadamente complejo en invierno.

Con precios de unos 25 dólares por millón de BTU el costo puede ser de u$s3.500 millones, que implica unas 3,5 veces más de lo que se importó en 2021.

El precio del barril de petróleo llegó a negociarse a más de u$s139, su valor más alto desde 2008

¿Cuánto gas debería importar Argentina?

Desde Gas Energy Latin America explican que se va a requerir de la importación de unos 70 buques de GNL, unos 14 más que el año pasado.

En el 2021, de acuerdo a la información brindada por Ieasa -antes denominada Enarsa-, se importaron a través de cinco licitaciones unos 56 buques por un total de u$s1.100 millones que llegaron a los puertos de Escobar y Bahía Blanca y se pagaron a un precio promedio de u$s8,33 el millón de por BTU.

Este lunes, el precio del barril de petróleo llegó a negociarse a más de u$s139, su valor más alto desde 2008 y luego bajó a los actuales 120 dólares.

Ese precio récord se dio frente a la posibilidad de que Estados Unidos y sus aliados europeos prohibieran finalmente las importaciones de crudo de Rusia.

El valor del GNL se disparó en Europa hasta tocar los dólares máximos de 100 por millón de BTU

Tensiones geopolíticas y suba del precio del gas

Las tensiones geopolíticas económicas y financieras de la guerra en Ucrania aumentaron la incertidumbre frente a un escenario base del Gobierno que planteaba una reducción de subsidios a la energía y una suba de tarifas de electricidad y gas.

La suba en el precio internacional del gas podría tener también impacto en el precio del gas que se importa desde Bolivia.

El Gobierno argentino está renegociando esos contratos y el país vecino tiene incentivos para cobrar más.

El déficit energético, que a principio de año se estimaba en unos u$s3.600 millones para 2022, podría superar este año los u$s6.000 millones si los precios siguen en niveles actuales y no se limita la demanda de los grandes usuarios en invierno.

El aumento del precio del GNL afecta por doble vía, tarifas y subsidios y dólares. En el caso del petróleo es un balance, para la macro entran más dólares pero genera tensiones inflacionarias.

El encarecimiento de las importaciones de gas es una mala noticia para el frente externo y fiscal

Suba de precio del gas: impacto en las cuentas fiscales

“El encarecimiento de las importaciones de gas es una mala noticia para el frente externo y fiscal y la suba de precios de la última semana implicaría un aumento de casi u$s3.000 millones en las importaciones de GNL”, estimaron desde la consultora Empiria.

El precio del gas natural licuado (GNL) experimenta una fuerte suba y volatilidad desde la invasión de Rusia a Ucrania, lo que pone en jaque el abastecimiento en invierno para la Argentina dado que el país no cuenta con los dólares para importar la cantidad necesaria para cubrir la demanda estacional en un contexto con estos valores.

El valor del GNL se disparó en Europa hasta tocar los dólares máximos de 100 por millón de BTU y ahora se ha estabilizado en valores que van de 50 a 60 dólares debido a la amenaza de Occidente de dejar de importarlo desde Rusia en medio del conflicto bélico cuyo desenlace sigue siendo impredecible.

Sin embargo, pese al pico mencionado, el valor se redujo sobre el final de la jornada a casi la mitad, aunque sigue siendo un precio cinco veces más alto que el que pagó la Argentina en el invierno de 2021.

El 60% de la electricidad que se consume en la Argentina depende de la generación de gas

Suba del precio del gas: posibles riesgos en el mercado internacional

“Con precios desbordados, el costo lo puede fijar Rusia cerrando una llave y dejando sin gas a Europa”, explicó a iProfesional un ex secretario de Energía.

Además, destacó que “los Estados Unidos podrían incrementar su actividad de fracking para tratar de sustituir a Rusia como proveedor en diversos mercados, a la vez que los rusos buscarán abastecer con mayor intensidad la demanda de China.

Lo que hay que considerar en el análisis es que el 60% de la electricidad que se consume en la Argentina depende de la generación de gas, por lo tanto, los riesgos de una reducción en la oferta de gas impactan sobre ambos servicios.

Por otra parte, la complejidad que existe entre la relación de subsidios y tarifas, que es uno de los aspectos centrales del nuevo acuerdo con el FMI está impactada negativamente por el aumento de los precios internacionales de la energía.

Este aspecto no puede ser manejado ni por el gobierno ni por la burocracia del FMI.

La Argentina se convirtió en importador neto de energía demandando en promedio unos u$s3.550 M cada año

Costo de la importación ante diferentes precios internacionales

En su último informe la consultora Economía & Energía, analiza el costo de la importación de GNL ante diferentes precios internacionales del gas.

En ese aspecto el trabajo indica que en un marco en el que el GNL cotice a 20 dólares por millón de BTU -un nivel muy inferior al que hoy cotiza en el mercado internacional, la Argentina debería pagar unos u$s3.200 millones por el mismo volumen que importó el año pasado.

Además, por cada 10 dólares adicionales que suba el millón de BTU el costo sube en unos 1.600 millones de dólares aproximadamente.

En tanto, si el precio del GNL por millón de BTU se consolidara en u$s40 dólares, la Argentina necesitaría unos 6.500 millones de dólares para hacerle frente a las importaciones de gas necesarias para satisfacer una demanda similar a la del 2021.

En el caso que el precio fuese de 30 dólares por millón de BTU, las importaciones de GNL demandarían unos 4.800 millones de dólares.

En un escenario de precios altos como el actual de unos 100 dólares el millón de BTU se necesitan unos u$s16.000 millones, según estima la consultora.

Se va a requerir de la importación de unos 70 buques de GNL, unos 14 más que el año pasado

Argentina, importador neto de energía

“Por primera vez desde 2019, se asistirá a un deterioro sensible en el saldo de la balanza comercial de productos energéticos”, señala el informe de Economía & Energía.

La realidad muestra que, en los últimos 9 años, la excepción es el 2020 por la pandemia, la Argentina se convirtió en importador neto de energía demandando en promedio unos u$s3.550 M cada año en el mercado cambiario para la compra de combustibles.

Por otra parte, los subsidios económicos en conjunto son desde hace tiempo el segundo ítem por monto del gasto del Tesoro Nacional después de las jubilaciones y pensiones.

El monto gastado para mantener bajas las tarifas de electricidad y gas es el principal componente de este gasto y las recientes audiencias de consumidores podrían definir algunos aspectos claves.

El año pasado la industria y las empresas de servicios grandes siguieron pagando una tarifa no subsidiada

La reducción de subsidios al gas, clave en la negociación con el FMI

En 2021 los subsidios económicos pagados por el Tesoro Nacional fueron casi 1,4 billones de pesos equivalentes al 3,1% del PBI y explican por sí solos todo el déficit primario nacional.

Esta relevancia macro ha vuelto a los subsidios un punto central de las negociaciones con el FMI ya que su reducción es la llave más potable para avanzar, pero el conflicto bélico podría desbaratar estas intenciones del gobierno.

Esto implica que gran parte del déficit fiscal primario del 2021 está explicado por los subsidios a las tarifas de servicios públicos. El sector energético se lleva 2,3 puntos, el transporte de pasajeros 0,7 puntos y el resto solo 0,1 puntos.

El aumento de esos subsidios no fue lineal desde su aparición en 2002 ya que alcanzaron un pico en 2014 del 4,1% del PBI pero luego de los ajustes de tarifas durante el gobierno de Cambiemos en 2017 y 2018 disminuyeron hasta representar el 1,6% del PBI en 2019.

El año pasado la industria y las empresas de servicios grandes siguieron pagando una tarifa no subsidiada, pero los hogares en promedio pagaron apenas un tercio de ese costo.

Por ese motivo, el Tesoro tuvo que pagar el equivalente a 1,5% del PBI para cubrir esa diferencia.

Los subsidios a la energía son un punto central de las negociaciones con el FMI

Distintos ejemplos de la suba de precios del gas

En una simulación que supone que en 2022 se continuará con el congelamiento en pesos, el porcentaje del costo pagado por los usuarios volvería a bajar hasta el 25% y la cuenta de subsidios crecería 0,3% del PBI. Pasaría de $700.000 a 1,1 billones aproximadamente.

Una gran parte de los expertos consultados por iProfesional señalan que, para evitar los cortes, el Gobierno “debe tomar las riendas” del mercado y revisar varios aspectos de su política energética, en especial en el plano de las exportaciones porque no tiene sentido exportar a Chile a un valor favorable para después tener que importar a un precio elevado a través de los barcos gasificadores”.

“En los últimos años le regalamos a Chile 20 puntos de su PBI, que hubiera tenido que gastar importando por otra vía si no le hubiéramos vendido el gas barato”, indicó.

Con las nuevas obras, el Gobierno espera que las importaciones de gas comiencen a disminuir

Priorizar el abastecimiento interno

“Hay que priorizar el abastecimiento al mercado interno. Lo mismo con Brasil, que es nuestro socio pero también nuestro competidor”, agregó un ex funcionario del gobierno anterior quien, estima que el gasoducto Néstor Kirchner podría estar terminado en un año.

Una vez terminado, conectará Vaca Muerta, en el norte de la Patagonia, con la provincia de Buenos Aires.

En el Gobierno manejan objetivos en esa línea y esperan que en el invierno de 2023 las importaciones de GNL comiencen a reducirse.

Una vez terminado, el nuevo gasoducto conectará Vaca Muerta, en el norte patagónico, con la provincia de Buenos Aires

¿Faltará gas en la Argentina en invierno?

El valor del llamado GNL o gas licuado en dólares en 50, 60 o 70 dólares el millón BTU generará una fuerte suba de los subsidios energéticos, pero además podría aumentar la necesidad de dólares para importar energía por lo tanto con ese shock externo de los precios de la energía los números fiscales presentados por Guzmán al FMI no cierran.

La única variante es que el ajuste se haga porque haya que importar menos gas por una menor oferta de gas en el mundo.

Por lo tanto, faltará gas en invierno en particular el de garrafas, que consume un 40 % de la población en nuestro país.

El precio internacional del barril de petróleo de u$s120 también provocará un aumento en el precio de los combustibles en el mundo y también en la Argentina.

Si el conflicto bélico no se frena ese monto podría ser mayor a pesar de prometerle al FMI que los subsidios se reducirían este año en 0,6 puntos del PBI el equivalente a unos 3.000 millones de dólares este año.

Fuente: infobae profesional