Esta variable no impacta de forma directa en las revisiones trimestrales, pero un mayor déficit fiscal sí podría complicar los desembolsos. Qué respuesta espera el Gobierno del organismo.
La suba histórica en el precio de la energía a raíz de la invasión en Ucrania podría llevarse puesta la meta de reducción de los subsidios energéticos acordada con el Fondo Monetario Internacional, la principal acción que tenía prevista el Gobierno para reducir el déficit fiscal. La meta de déficit es central para que el organismo realice los desembolsos. El Gobierno espera que se contemplen estos hechos inéditos como “variables exógenas”.
El Ministerio de Economía acordó con el FMI bajar el déficit fiscal primario de 3% del PBI en 2021 a 2,5% en 2022. Si bien lo hará a través de una combinación de medidas, el mayor aporte a este objetivo estaba previsto a través de reducir subsidios energéticos en 0,6% del PBI. La segmentación a los usuarios de mayor poder adquisitivo aporta apenas 0,08% en los recortes.
“Es difícil pensar que Argentina pueda reducir los subsidios a la energía este año, eso puede llegar a desatar una nueva negociación, pero se podrá argumentar que fue un shock exógeno”, aseguró Emmanuel Álvarez Agis, director de PxQ, en una exposición ante inversores de Quinquela Fondos. De todos modos, el economista aclaró que se trata de una “meta indicativa”, por lo que fue un camino acordado, pero no es un criterio que el FMI evalúa en las revisiones trimestrales.
De todos modos, el menor recorte en los subsidios energéticos si podría impactar en el resultado final de otras dos variables que mira el FMI en las revisiones: el déficit fiscal primario y la emisión monetaria. “Este año podría cerrar con un poco más de déficit fiscal y más emisión para financiarlo”, agregó Álvarez Agis.
Según un informe que expuso ante inversores, los subsidios energéticos podrían terminar en 2022 en u$s11.200 millones, número similar al 2021, pero con un mayor crecimiento de la economía, por lo que significará un 1,9% del PBI. Para eso, estima que los aumentos tarifarios deberían rondar el 75-85%- El impacto en la inflación será de 2,3 puntos porcentuales. A estos cálculos llega con el supuesto del GNL en u$s20 por millón de BTU, un número conservador: si bien el año pasado la Secretaría de Energía lo pagó 8,33 dólares, en los últimos días estuvo alrededor de u$s60.
Para Agis, la meta que podrá cumplirse es la de acumulación de reservas. Según PxQ, por el aumento del GNL el neto de la balanza comercial será negativo en u$s3.820 millones, pero en el global es más que compensado por el aumento en el precio de los alimentos, sobre todo de la soja y del maíz. Los dos efectos dan un balance comercial positivo de u$s3.101 millones.
Sin embargo, no hay acuerdo entre las consultoras en este punto. En centro de estudios contaron: “Por ahora no estamos haciendo estimaciones porque no sabemos si el GNL a u$s50 va a ser caro o barato”. En Eco Go estimaron que el balance energético, que cerró con déficit de u$s646 millones en 2021, podría trepar a un rojo de u$s5.818 millones. Como Argentina exporta petróleo, con un barril que subió 26% con la guerra, las exportaciones podrían subir 17,6%. Pero como el país es importador de gas, las importaciones treparían 104%, y ascender a casi u$s12 mil millones. Este efecto se daría por un aumento en las importaciones de GNL del 337%.
El Gobierno confía en la racionalidad del FMI: “Si bien uno es crítico del FMI, tampoco puede pensar que el Fondo es absolutamente irracional”, aseguró Miguel Ángel Pesce, presidente del Banco Central, en radio. “Los cumplimientos de las metas están relacionados a variables endógenas que nosotros podemos controlar, si hay una suba extraordinaria del precio de los combustibles, podrá justificar el incumplimiento de la meta y tiene que ser perfectamente entendible”, agregó.
Desde Estados Unidos, el ministro de Economía, Martín Guzmán, admitió que la crisis energética “podría traducirse en diferentes velocidades en la reducción de los subsidios a la energía”, según la agencia Bloomberg. De todos modos, afirmó que el incremento del GNL también podría traducirse en mayor atractivo en proyectos de inversión. Tras participar en uno de los eventos energéticos más destacados del mundo (ver nota aparte), el ministro se reunió con empresarios del sector y hasta con la Secretaría de Energía de Estados Unidos.
Fuente: ambito