Luego de una semana de mucha incertidumbre y de la circulación de rumores en el mercado, el Central decidió marcar la cancha con una fuerte compra de títulos.
Mientras las pantallas se teñían de rojo, en el Ministerio de Economía seguían atentos los movimientos del mercado. El rally bajista de todos los títulos públicos (especialmente los más largos de la curva CER), se acentuó el miércoles y acechó como tendencia las primeras horas del jueves. Entonces el Gobierno salió a dar una señal con algunas intervenciones: primero con una moderada por parte del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES por la mañana -moderada porque no tenían una excesiva liquidez para intervenir- y luego con una fuerte acción del Banco Central, que decidió abrir la billetera para frenar la sangría y ponerle un piso a las cotizaciones. Como contrapartida, los dólares financieros volvieron a despertarse y llegaron a tocar máximos desde febrero.
A pesar de la marcada de cancha del Central, la mayor parte de los títulos públicos cerró el jueves con bajas. Sin embargo, la decisión de la administración nacional de jugar fuerte permitió revertir los desplomes iniciales. Gissela Avenia, analista de Rava, detalló que, en el tramo CER, “los destacados de la curva fueron los bonos T2X2 y TX23, que superaron tan solo en el mercado de BYMA los $9.000 y $5.000 millones en monto operado respectivamente, con una dinámica que comenzó desde muy temprano con grandes posiciones del lado vendedor, viéndose tasas de hasta el 20% en el bono de 2022”.
Diversos analistas de la city le comentaron a Ámbito que la mirada estará puesta ahora en el ordenamiento de las tasas, porque el valor de los instrumentos dejó implícitos rendimientos excesivamente altos en términos reales. La pregunta más repetida fue cómo logrará bajar el Gobierno esos rendimientos de cara a la última licitación de junio, cuando vencen alrededor de $595.000 millones, aunque algunos se animaban a proyectar que la participación del Banco Central en la rueda del jueves abre la puerta a pensar que podrían convalidarse rendimientos más altos que los que se reconocieron hasta el momento.
“El Gobierno queda bastante presionado, porque las tasas de los instrumentos más cortos que no van a licitar quedaron muy altas”, reflexionó un estratega del mercado. “Para qué va a especular el mercado con una tasa de Economía si la Lecer de agosto paga CER+13,93% en el mercado secundario”, razonó. “Por eso es importante que el Central aparezca, porque tiene que ordenar todas las tasas para la licitación”, remató el analista.
El movimiento del mercado registrado esta semana generó todo tipo de rumores. Primero circuló, el martes a la noche, que un importante ex funcionario había dicho en una ronda de inversores que existía una alta probabilidad de que, ante un eventual cambio de gobierno, se “reperfilen” instrumentos en pesos, una versión desmentida por una fuente consultada por Ámbito. Luego comenzó a circular que un desarme de posiciones que rondó los $9300 millones de un fondo t+1 de un banco público había respondido a la necesidad de empresas estatales para el pago de importaciones de energía, rumor que también fue desmentido desde la petrolera estatal a este diario. Sin embargo, el desarme de ese fondo público sí sucedió y, por la información a la que tuvo acceso Ámbito, se explicó principalmente por un movimiento de caja de una empresa grande dentro de cuentas del mismo banco.
A pesar de las especulaciones, los distintos analistas no encontraron motivos concretos que expliquen el rally bajista de esta semana. Algunos pensaban que, más allá de los rumores, lo que hay que mirar es “el problema de liquidez” del mercado.
En el Gobierno optaron por no decir nada. El único que hizo referencia de manera lateral a lo que estaba sucediendo fue el ministro de Economía, que en una entrevista con Radio Nacional responsabilizó a la oposición por los rumores que ponen en duda el pago de la deuda en pesos. “Invito a los periodistas que entrevistan a economistas que estuvieron en el gobierno anterior o alineados con la oposición a que les pregunten qué harían con la deuda pública en pesos”, dijo Guzmán. “(Reperfilar) sería algo gravísimo para el país y sería responsable que la oposición se manifieste públicamente al respecto”, insistió el funcionario.
Fuente: ambito