“Sombrío y más incierto”, es el panorama que prevé el FMI para el mundo. Aunque no pronostica una recesión.
“Sombrío y más incierto”. De esta forma se refiere el Fondo Monetario Internacional a las perspectivas económicas globales. El organismo redujo en casi medio punto (0,4%) su previsión de crecimiento global, a 3,2%, de acuerdo a los datos del informe Perspectivas de la Economía Mundial (Word Economic Outlook) difundido este martes en Washington. Pero, al menos en este informe, el FMI no pronostica que estemos ante una recesión.
“Una recuperación tentativa en 2021 ha sido seguida por desarrollos cada vez más sombríos en 2022 a medida que los riesgos comenzaron a materializarse”, advierte el Fondo. Al respecto reseña que la producción mundial se contrajo en el segundo trimestre de este año debido a las recesiones en China y Rusia.
De esta forma, el FMI presenta un contexto internacional más difícil también para la Argentina dado que se han visto deterioradas las perspectivas económicas de sus principales socios comerciales. Si bien se prevé una aceleración en el crecimiento de Brasil para el año, a un (modesto) 1,7%, la perspectiva de crecimiento para 2023 fue recortada a 1,1%.
En WEO no hay ninguna referencia a Argentina y en el último informe de abril del Fondo, el crecimiento estimado era de 4% para 2022 y 3% para el 2023.
Otro de los principales demandantes de productos argentinos es China que tendría tasas de expansión de 3,3% en el año en curso y de 4,6% en 2023, a distancia del 8,1% registrado el año pasado.
Conmociones
La economía mundial se vio afectada por varias “conmociones” que se superpusieron a la ya debilitada situación provocada por la pandemia de coronavirus.
Entre ellas, el Fondo señala una inflación superior a la esperada en todo el mundo, especialmente en los Estados Unidos y las principales economías europeas, que desencadenó condiciones financieras más estrictas; una desaceleración peor de lo anticipado en China, que refleja los brotes y bloqueos de COVID19; y otros efectos secundarios negativos de la guerra en Ucrania.
El escenario base del organismo contempla que el crecimiento se desacelere del 6,1 % el año pasado al 3,2 % en 2022.
Este retroceso responde a una reducción de las compras de los hogares y una política monetaria más restrictiva en los Estados Unidos. Así, se redujo en 1,4% la previsión de crecimiento para la principal potencia.
En China, los nuevos bloqueos por la pandemia y la profundización de la crisis inmobiliaria han llevado a que el crecimiento se revise a la baja en 1,1%. También se recortaron las perspectivas para Europa debido a los efectos indirectos de la guerra en Ucrania y las medidas más estrictas en materia de política monetaria.
Por el contrario, las proyecciones de inflación mundial se han revisado al alza debido a las subas en los precios de los alimentos y de la energía, como así también por los persistentes desequilibrios entre oferta y demanda.
El FMI prevé que la inflación alcance el 6,6 % en las economías avanzadas y el 9,5 % en los de mercados emergentes y economías en desarrollo este año. Con relación a las estimaciones de abril pasado, estos números suponen revisiones al alza de 0,9 y 0,8 puntos porcentuales, respectivamente.
La aplicación de políticas antiinflacionarias tendría un costo en términos de crecimiento para el año próximo. En 2023, la producción mundial subiría solo un 2,9%.
Riesgos
“Los riesgos para las perspectivas se inclinan abrumadoramente a la baja”, alerta el Fondo. Entre los peligros, indica que la guerra en Ucrania podría conducir a un corte repentino de importaciones europeas de gas desde Rusia.
También considera que “la inflación podría ser más difícil de reducir de lo previsto si los mercados laborales se comportan de una manera más rígida de lo esperado o las expectativas de inflación se desanclan”.
A su vez, las condiciones financieras globales más estrictas podrían provocar dificultades con la deuda de los mercados emergentes y en desarrollo.
En cuanto a China, nuevos brotes y bloqueos por el COVID-19, así como una mayor escalada de la crisis del sector inmobiliario podrían afectar aún más el crecimiento de la potencia asiática.
A todo esto se suma el riesgo de una fragmentación geopolítica que podría obstaculizar el comercio y la cooperación mundiales.
Si se materializaran todos estos riesgos, con un crecimiento en la inflación, el crecimiento mundial podría reducir aún más, a alrededor del 2,6 % y el 2,0 % en 2022 y 2023, respectivamente, uno de los peores resultados desde 1970.
Recomendaciones
Si bien el informe se dirige a todos los países, sus recomendaciones parecen destinadas especialmente a la Argentina:
“Una política monetaria más estricta inevitablemente tendrá costos económicos reales, pero la demora (en aplicarla) solo los exacerbará”, plantea el organismo.
Hablando del gasto, el FMI dice: “el apoyo fiscal específico puede ayudar a amortiguar el impacto en los más vulnerables” al tiempo que recuerda que hay límites porque los presupuestos de los gobiernos ya están muy ajustados por la pandemia.
El organismo alerta que es necesario: “una postura de política macroeconómica general antiinflacionaria” y para lograrlo será necesario “que dichas políticas deberán compensarse por el aumento de los impuestos o la reducción del gasto público”. Cabe señalar que Argentina tiene una limitación en lo que se refiere a subir la presión impositiva.
También se señala que las “condiciones monetarias más estrictas” afectarán “la estabilidad financiera” y por lo tanto es necesario “exigir un uso juicioso de las herramientas macro prudenciales” al tiempo que insta a que es necesario “hacer reformas a los marcos de resolución de la deuda”.
En cuanto a las políticas “para abordar los impactos específicos en los precios de la energía y los alimentos” estas medidas “deben centrarse en los más afectados sin distorsionar los precios”, recomienda el FMI.
Energía
El informe precisa que el flujo de gas del gasoducto ruso a Europa ha disminuido drásticamente a alrededor del 40 % con relación al nivel de hace un año, lo que contribuyó a un fuerte aumento del precio del gas en junio.
Así, los efectos de la guerra en las principales economías europeas han sido más negativos que lo esperado, debido a los precios más altos de la energía.
Alimentos
“La crisis alimentaria se agrava”, advierte el Fondo. Los precios mundiales de los alimentos si bien se estabilizaron en los últimos meses, aún permanecen más altos que en 2021 como consecuencia de la guerra en Ucrania.
Resalta que “las restricciones a la exportación en varios países han agravado los aumentos de los precios mundiales de los alimentos”. Los países de bajos ingresos, donde los alimentos representan una mayor parte del consumo, están sintiendo más profundamente el impacto de esta inflación.
Advierte que la población en los países de bajos ingresos “ya estaba experimentando desnutrición aguda” especialmente en países subsaharianos de África.
Recesión
El panorama actual es “extraordinariamente incierto” dice el Panorama Económico del FMI. Es más, sostiene que las proyecciones se basan en varios en varios supuestos a saber:
- que no haya más reducciones inesperadas en los flujos de gas natural de Rusia al resto de Europa;
- que las expectativas de inflación de largo plazo se mantengan estables;
- y no exista un empeoramiento de los ajustes desordenados en los mercados financieros globales como resultado de la desinflación y el endurecimiento de la política monetaria.
Pero, advierte que “existe un riesgo significativo de que algunos o todos estos valores de referencia o suposiciones no se cumplan”. Esto explica que “las medidas de incertidumbre económica y las preocupaciones con respecto a una recesión inminente han aumentado en los últimos meses”.
Es más, se estima que la probabilidad de que comience una recesión en las economías del Grupo de los Siete “es de casi el 15%”.
Fuente: ambito