El stock de depósitos a plazo que ajustan por inflación volvió a crecer dos dígitos en julio y superó por primera vez los $ 400.000 millones. Pese a ello, apenas representan el 7% del total de plazos fijos.
La corrida contra los bonos CER sigue dejando secuelas. El colapso de los bonos en pesos que ajustan por inflación desató entre los ahorristas una marcada aversión a invertir en instrumentos que tengan algún grado de “riesgo Tesoro”, aun incluso en aquellos diseñados para ofrecer cobertura inflacionaria en meses en los que la suba de precios parece no tener techo.
Solo en julio se registraron salidas en los FCI CER por unos $ 117.700 millones, con rescates en 20 de los 21 días hábiles del mes. Así lo reflejó un reciente informe de PPI, que subrayó que estas salidas “se dieron a pesar de la alta nominalidad esperada, reflejando que la aversión al riesgo soberano todavía está latente”.
Pero estos ruidos no parecen estar afectando la demanda de los ahorristas por los plazos fijos UVA. A pesar de la turbulencia política, económica y cambiaria que desató el derrumbe de los bonos CER, el stock de plazos fijos UVA superó por primera vez los $ 400.000 millones. Fue luego de anotar en julio su sexto mes consecutivo con un avance mensual de dos dígitos y de acumular en el año un crecimiento superior al 145%.
Amilcar Collante, economista de Cesur, indicó que esta resiliencia que se observa en la demanda por plazos fijos UVA se explica porque “contrariamente a lo que les pasó a los que apostaron al riesgo Tesoro, que tuvieron que rescatar con pérdidas en junio, no podés tener pérdidas de capital en un plazo fijo”.
En junio, recordó, quienes invirtieron en fondos CER y bonos que ajustan por inflación “tuvieron un susto muy grande” y por ello es que hoy se ve mayor prudencia a pesar de que los precios se recuperaron con la ayuda de las compras del Banco Central.
Fuera de alcance
Pero lo que les sirvió a los ahorristas minoristas no podrá ser replicado por los fondos ni las empresas. Es que mientras los inversos institucionales buscan destinos posibles para sus pesos, la opción de invertir en plazos fijos UVA está hoy fuera de su alcance.
Esta es, de hecho, una de las explicaciones de por qué el stock de plazos fijos UVA apenas explica el 7,1% del total de colocaciones a plazo del sector privado pese al meteórico ascenso de 2022, superior al 13% en promedio por mes.
Adrián Yarde Buller, economista jefe de Facimex Valores, hace hincapié en esa barrera. “Hay un tema técnico que está impactando: los bancos en la práctica solo están ofreciendo plazos fijos UVA a individuos, pero no a empresas o FCI”, indicó.
La regulación parece respaldarlos. Según se desprende de la Comunicación “A” 6871 del BCRA, emitida el 26 de enero de 2020, las entidades solo estarían obligadas a ofrecérselos a “personas humanas”.
Pero esta no es la única barrera que frena el despegue de los plazos fijos UVA. Otra es el tiempo mínimo de permanencia de 90 días para que otorguen cobertura inflacionaria más 1% anual.
Dentro del sector señalan también un tercer escollo. Pero al respecto hay un debate planteado, ya que por un lado hay quienes marcan que la demanda no es mayor por un desconocimiento por parte de los ahorristas, mientras otros advierten que no todos los bancos los ofrecen o, en el mejor de los casos, dificultan el acceso de los ahorristas a ellos.
Fuente: infobae