Para evitar un desdoblamiento cambiario o una devaluación del tipo de cambio oficial, el Banco Central necesita recomponer sus reservas. Uno de los retos a los que se enfrenta Sergio Massa.
La tendencia negativa de las reservas del Banco Central continuó la semana pasada pese a los anuncios de Sergio Massa el miércoles, que dieron inicio a su gestión. El organismo que establece la política monetaria en Argentina tuvo que vender el jueves US$150 millones para acumular un descenso de las reservas en cinco días consecutivos de unos US$700 millones.
Sin duda, la sangría de las divisas pone presión a la gestión de Massa que, anunció una serie de incentivos para evitar, a como de lugar, una devaluación del tipo de cambio oficial. O un desdoblamiento cambiario. Con este plan en mente, es imperativo que el Central aumente sus reservas.
Para ello, Massa apuesta a dos hechos concretos: que Guillermo Michel, su hombre en Aduana, piense un nuevo cepo sobre las operaciones internacionales que se realizan mediante triangulaciones y a los acuerdos que se firmen con el sector agro exportador y con los referentes del rubro minero, así como también a que en septiembre se reduzcan las importaciones energéticas que, demandan gran cantidad de dólares.
Cómo se explica el drenaje de las Reservas
La economista Natalia Motyl explicó en diálogo con PERFIL: “Existen varios factores que explican la caída de las reservas, fundamentalmente, la raíz del problema es la crisis de confianza que, se ha agudizado en los últimos días. La falta de credibilidad en que el Gobierno pueda resolver los problemas de fondo, sumado a una dinámica explosiva resultado de los desequilibrios macroeconómicos que generan mutaciones microeconómicas que terminan demandando más activos en moneda extranjera”.
“El BCRA adoptó una política de mantener el tipo de cambio bajo. Esto, porque un salto abrupto impactaría de lleno en los salarios y contraería el consumo. Esto perjudicaría enormemente también al sector no transable, que ya de por sí trabaja con márgenes muy acotados y son los que generan, mayormente, el empleo en la Argentina, por lo que una devaluación alejaría las aspiraciones electorales del Frente de Todos. Entonces, el Banco Central, para mantener ese tipo de cambio bajo, se desprende de constantemente de divisas”, explicó.
Otro de los factores es el shock energético. “Argentina tuvo que importar energía a un precio mucho más alto, por lo que el Central tuvo que salir de muchos dólares para poder hacer frente al abastecimiento del mercado interno. Después hay factores de menor envergadura, pero que se suman al problema explicó la economista. “Después de dos años de restricciones por la pandemia, mucha gente comenzó a viajar de vuelta, esto comenzó a drenar dólares a niveles previos al 2020”.
¿Qué tiene que ver la moneda de China con la falta de reservas del Central?
Otro factor que explica la caída de las reservas del Central, según Motyl, es la devaluación del yuan (la moneda de China). “Esto se produce porque gran parte de las reservas (argentinas) está compuesta por el swap chino, entonces cada vez que se aprecia el dólar frente al yuan, nuestras reservas terminan cayendo”, agregó.
Por su parte, Jorge Colina, economista del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), aseguró a PERFIL que la caída de las reservas se explica por la emisión monetaria. “Cuando hay cada vez más pesos, la gente quiere hacerse ya sea de bienes, eso acelera la inflación, o eligen comprar dólares para tratar de ahorrar”.
Entonces, ¿qué pasa cuando no quedan reservas de libre disponibilidad?
Hoy las reservas de rápida disponibilidad se encuentran por debajo de los US$ 6.300 millones y son el verdadero poder de fuego que tiene el Gobierno para hacer frente a una potencial corrida cambiaria, mientras que las reservas netas están alrededor de los US$1.400 millones, explicó Motyl.
“Más allá de que hay un cepo más duro que en otros años, lo cierto es que si se genera un pánico o un ataque especulativo la gente va a querer salir de los pesos y hacerse de los dólares; los cuales no tiene el Banco Central, entonces no puede sostener el tipo de cambio a un determinado valor y se genera una devaluación”, señaló Motyl.
Efectivamente, uno de los retos más importantes que tiene por delante la gestión de Sergio Massa es hacerse de los dólares que hoy necesita el Banco Central para hacer frente a una potencial corrida cambiaria, es más, se sabe que están usando los encajes en dólares de los depósitos de la gente, algo que no debería suceder; pero necesitan sostener el tipo de cambio y enfrentar el drenaje de las divisas. Esta práctica podría potenciar la crisis de confianza en el Gobierno. Por eso los viajes que realizará Massa resultan esenciales para que consiga los dólares por financiamiento”, agregó la economista.
Colina, por su parte, explicó que cuándo no quedan reservas de libre disponibilidad se produce una devaluación del tipo de cambio oficial. Motyl, sobre este escenario advierte: “Una corrida contra el peso que el Banco Central no pueda enfrentar sería insostenible, lo que significaría una crisis de gobernabilidad, una crisis económica, en el sector real y en el financiero, por lo que este escenario sería de los más catastróficos que hoy tendría que enfrentar la Argentina”.
Para Colina, el mayor incendio al que se enfrenta la gestión de Massa es la falta de divisas y la inflación “que están ligados”. “Al haber falta de divisas por el exceso de pesos, hay inflación, entonces lo que tiene que hacer Massa es frenar ese exceso de pesos que es reducir el déficit fiscal, él lo dijo, pero todavía es un poco incierto la forma en la que lo va a hacer”, advirtió.
En busca de los dólares
El ministro de Economía viajará personalmente a “vender” su gestión en Wall Street, Washington y París en busca de esos dólares que hoy no hay en las reservas del Central.
También surge la pregunta de si el BCRA tendrá que volver a aumentar las tasas de interés lo que sería la aplicación de un plan B, antes de tomar un camino que ha sido negado más de una vez por el Gobierno y su ministro de Economía, la devaluación.
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