ECONOMÍA – El Gobierno celebra que los salarios en blanco le ganaron a la inflación

0
470

Según el Ministerio de Trabajo, los salarios formales en marzo crecieron más que la inflación. Así se desprende del último Índice de Salarios de Trabajadores Registrados (Ripte), que indica que los sueldos aumentaron un 9,8%, cuando los precios crecieron en promedio el 7,7%. Según este relevamiento, el salario bruto promedió los $239.882,73.

Sin embargo, en términos anuales, el crecimiento de estos salarios fue del 97,9%, y en este caso sí estuvo por debajo de la inflación interanual, que trepó al 104,4%.

Por otro lado, el índice toma en cuenta únicamente el empleo formal, es decir, el que se cumple en relación de dependencia y al que se le aplican descuentos jubilatorios y realizan aportes al Sistema de Seguridad Social.

Sin embargo, este relevamiento no toma en cuenta el empleo precario o subempleo, que abarca al sector de la población más golpeado por la inflación.

Según los resultados de la Encuesta de la Deuda Social Argentina de la UCA, “solo el 40,3% de la población económica activa de 18 años y más logró acceder a un empleo pleno de derechos”. Los resultados del estudio indican además que, para fines de 2022, “el 8,7% de esta población se encontraba abiertamente desempleada y el 23% sometida a un subempleo inestable”, lo que significa que se desempeñaron “realizando changas, trabajos temporarios o no remunerados, o siendo beneficiarios de programas de empleo”.

“Cuando uno analiza según la calidad del empleo ve muchas brechas”, le comentó a PERFIL Eduardo Donza, investigador del Observatorio de la Deuda Social Argentina y autor del informe. “Un trabajador registrado con datos del año pasado estaba ganando 113 mil pesos”, mientras un trabajador con un subempleo inestable “estaba ganando 30 mil, casi un 73% menos”.

Por otro lado, el 28% de las personas contaba en este mismo período con un empleo regular, pero precario. Esto es, “con niveles de ingresos superiores a los de subsistencia, pero sin afiliación alguna al Sistema de Seguridad Social”.

El empleo precario es aquel que se realiza en relación de dependencia, pero al que no se les hacen descuentos jubilatorios. Esto incluye “cuentapropistas no profesionales que no realizan aportes al Sistema de Seguridad Social y/o sin continuidad laboral”, señala el documento.

Según el informe, el incremento de la pobreza está directamente relacionado con los empleos de baja calidad (precarios y subempleos inestables), “mientras los ocupados con empleos plenos han permanecido relativamente más protegidos”.

De acuerdo con los últimos datos del Indec, en febrero de 2023, los salarios de los trabajadores registrados en el sector público crecieron un 104,2% interanual, mientras en el sector privado el crecimiento fue del 99,3%. En cambio, en el sector no registrado, la variación estuvo muy por debajo, en el 80,5%.

Las brechas en los salarios hacen que los números de la inflación no peguen de la misma manera a los distintos sectores. Para quienes se encuentran en un nivel alto de precarización, el impacto es mayor. “Lo que observamos es que se mantiene la brecha. A veces tienen retribuciones tan bajas que es difícil que puedan seguir bajando”, señaló Donza. “Ya parten de un escalón muy bajo”.

El futuro de los salarios, incluso en los empleos formales, se avizora complicado: según la consultora Mercer, las empresas prevén otorgar un 90,1% de incremento para 2023 para el personal fuera de convenio, con una inflación proyectada que supera el 100%.

Fuente: perfil