Desde el próximo mes de mayo se hará efectivo el quite de los subsidios a la última porción de la tarifa de luz que permanecía subsidiada en aquellos hogares categorizados como “de altos ingresos” en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), los cuales en el caso de la provincia de Santa Fe suman 426.000 hogares. Esto obedece al último 40% subsidiado que resta en las tarifas de hogares con usuarios que perciban no menos de $619.720 mensuales.
En un primer momento, al tiempo que inició la quita gradual de subsidios a mediados del último trimestre de 2022, se pensaba terminar con la tarifa subsidiada en hogares de altos ingresos de forma plena durante el pasado mes de febrero, aunque por decisión de Secretaría de Energía de la Nación esto se prorrogó a mayo.
En lo que corresponde a provincia de Santa Fe, en la actualidad, del total de 1.264.300 hogares aproximadamente unos 426.000 están incluidos en el Nivel 1, de mayores ingresos, representando un 33,7% del total y siendo la parte de los usuarios residenciales que perderá la totalidad de subsidios desde mayo. A nivel país, perderán los subsidios más de 5 millones de usuarios. Al 31 de marzo, había 5.385.200 hogares incluidos en el Nivel 1, de mayores ingresos.
En este apartado también califican tener tres o más vehículos con una antigüedad menor a 5 años; tener 3 o más inmuebles; poseer una embarcación, una aeronave de lujo o ser titular de activos societarios que demuestren capacidad económica plena.
Luego, en el Nivel 2 se encuentran 642.000 hogares abarcados en lo que son los hogares con ingresos bajos, un 50,8% del total, con ingresos netos menores a $177.063. Además se debe poseer hasta un inmueble; no poseer 1 vehículo con menos de 3 años de antigüedad.
Por último se encuentran los ingresos medios con recortes de subsidios parciales, con ingresos mensuales totales entre $177.063 y $619.720. En esta categoría se encuentran aquellos usuarios con hasta dos inmuebles y un vehículo con menos de tres años de antigüedad.
Cómo se compone la factura
En los últimos años, los subsidios nacionales al consumo de energía eléctrica hicieron que la factura de la EPE tenga tres componentes que se dividen en partes casi iguales el monto de la boleta que pagan los usuarios. Los kilovatios consumidos, el VAD (Valor Agregado de Distribución) y los impuestos mantienen desde hace años un equilibrio que ronda el 33 por ciento de cada componente en el costo final de los usuarios residenciales.
Sin embargo, con la quita de subsidios al consumo que instrumentará el gobierno nacional, esa paridad entre las partes que inciden en la boleta se terminará. Según información difundida por el gobierno nacional al momento de anunciar la segmentación, “el Estado cubre, en promedio, más del 70% del costo de la energía que llega a los hogares”. Para quienes se terminen los subsidios, ese 70 por ciento que se traducirá en un aumento habrá que calcularlo sobre el 33 por ciento de la factura para tener una estimación del impacto que tendrá la quita de subsidios.
Fuente: diario uno