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ECONOMÍA – Economía global: la devaluación pone en alerta a Japón

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Las principales autoridades de Japón convocaron a una reunión de emergencia luego de que el tipo de cambio frente al dólar superará los 140 yenes

Representantes del Ministerio de Finanzas, el Banco de Japón y la Agencia de Servicios Financieros se reunieron de emergencia, tras las recientes tensiones en el mercado financiero. En una rueda de prensa posterior, el titular de Finanzas, Masato Kanda, admitió que “las fluctuaciones excesivas en los tipos de cambio no son deseables”, y aseguró que se responderá “adecuadamente” en el caso que “sea necesario”

“Es importante que los mercados de divisas reflejen los fundamentos y se muevan de forma estable”, subrayó el funcionario. El tipo de cambio frente al dólar volvió a superar los 140 yenes, por primera vez desde las tensiones de septiembre y octubre del año pasado, que llevaron a la primera intervención del gobierno japonés en el mercado cambiario desde la crisis asiática de 1998.

La caída del valor de la moneda japonesa encarece las importaciones de alimentos y de energía, a las cuales tiene que recurrir Japón por no poseer en gran volumen dichos recursos, aunque, al mismo tiempo, beneficia a los exportadores. Aunque la divisa nipona recuperó parte del terreno perdido, el nivel de depreciación se encuentra en niveles preocupantes para el gobierno del país.

“Yo diría que, en una escala de entre 1 a 7, estamos en 2 en lo que refiere a una intervención inminente. La reunión convocada tuvo el objetivo de reasegurar que los mecanismos siguen vigentes para intervenir si es necesario”, opinó David Forrester, estratega del banco Credit Agricole.

“Los inversores recién estarían más nerviosos si el yen cae a 145 yenes por dólar” opinó Tsutomu Soma, de la firma de corretaje Monex. La última vez que se reunieron representantes de las tres instituciones fue el 17 de marzo, pero en ese entonces fue para analizar las consecuencias en el sector bancario global tras la caída del Silicon Valley Bank (SVB).

Una de las causas apuntadas de la devaluación es la inflación, la cual siguió manteniéndose alta en los últimos meses: en abril se situó en el 3,5% anual, una nueva alza frente al 3,2% del mes anterior. Contrariamente a lo realizado por sus contrapartes de las principales potencias, el Banco de Japón (BoJ) decidió mantener a fines del mes pasado su política monetaria ultralaxa, incluso a pesar de la asunción de su nuevo presidente, Kazuo Ueda, tras una década de Haruhiko Kuroda al mando.

Desde 2016, el organismo mantiene las tasas de interés en negativo (-0,1%), al tiempo que aplica una política de control de la curva de rendimientos de la deuda pública y continua con sus compras de bonos soberanos a gran escala. De todos modos, Ueda anticipó su intención de realizar una “revisión de la política monetaria con una perspectiva amplia” en un lapso de un año a un año y medio

Ucrania recibirá nuevo desembolso del FMI

El país en conflicto inmerso en un conflicto bélico que ya superó el año desde se inicio alcanzó un acuerdo preliminar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir un nuevo desembolso de u$s 900 millones, como parte del paquete de ayuda de u$a 15.600 millones aprobado en marzo último.

El entendimiento fue alcanzado entre las autoridades ucranianas y el personal técnico del FMI, y deberá ser ratificado por el directorio del organismo en las próximas semanas. Previo al visto bueno, Ucrania recibió a la primera misión de los funcionarios del Fondo como parte del Acuerdo de Servicio Ampliado del Fondo (EFF) que se extenderá por cuatro años.

Según indicó el FMI a través de un comunicado, Ucrania cumplió con todas las metas cuantitativas para fines de abril y metas estructurales a fines de mayo, lo cual allana el camino para continuar con el desembolso. “La economía de Ucrania está mostrando una remarcable resiliencia y sus últimos desarrollos en su economía apunta a una gradual recuperación en 2023, pese a que las perspectivas aún siguen siendo muy inciertas debido a la incertidumbre vinculada con la guerra”, afirmó el FMI.

Sin embargo,Gavin Gray, jefe de la misión del organismo, recordó que el país aún se enfrenta a “grandes desafíos” pues “el déficit fiscal sigue siendo muy alto”, lo cual implica “la continua cobertura de necesidades financieras por ayudas externas”. “Además de las horribles consecuencias humanitarias, la invasión de Rusia a Ucrania continúa teniendo un impacto devastador en la economía, puntualizó el funcionario

De la mano de una progresiva adaptación a las condiciones de guerra, el FMI estima que Ucrania se seguirá recuperando y revisó al alza sus previsiones. El organismo ahora espera un crecimiento de su Producto Bruto Interno (PBI) de entre 1% a 3% para este año, en lugar del rango de -3% a 1% que estimaba en marzo pasado, cuando aprobó el programa.

“La implementación de las reformas estructurales previstas en el programa, reforzarán las instituciones y dejarán los cimientos para un crecimiento fuerte y sostenido, y en particular, ayudará a mejorar el ambiente para permitir los esfuerzos de recuperación y reconstrucción que las autoridades están comenzando, al igual que el ingreso a la Unión Europea (UE)”, aseveró Gray.

El préstamo a Ucrania es el primero en los 77 años de historia del FMI que fue concedido a un país en guerra, y requirió una modificación en su normativa. El Ministerio de Finanzas de Ucrania planea recibir u$s 28.000 millones en subvenciones y préstamos de Estados Unidos y la UE, y el resto provendría de préstamos bilaterales de otros Estados y el FMI, con el objetivo de cerrar su brecha fiscal, de una economía que se redujo en casi un tercio desde la invasión de Rusia.

La oferta de trabajo persiste en Estados Unidos: malas noticias para la FED

El número de empleos sin ocupar en Estados Unidos alcanzó los 10,1 millones de vacantes en abril, según indicó el Departamento del Trabajo en Washington, lo cual presionará a la Reserva Federal (FED) a realizar una nueva suba de tasas de interés el próximo mes.

La encuesta de vacantes y rotación laboral (conocida como Jolts) arrojó un total de 10,1 millones de vacantes en abril, una cifra superior a las 9,75 millones del mes anterior, y a los 9,4 millones que pronosticaban los economistas en una encuesta realizada por la agencia Bloomberg.

Pese a que el índice es otro signo más de que el mercado laboral estadounidense sigue sólido, el mismo es interpretado de forma negativa por la Reserva Federal. Desde la óptica de la FED, si hay más puestos vacantes implica que hay más oferta que demanda en el mercado del trabajo, lo cual puede presionar al alza a los salarios y traducirse en una mayor inflación.

Para la entidad monetaria es clave que tanto oferta y demanda estén equilibrados para enfriar la suba de salarios y bajar una inflación que, pese a moderarse, sigue por encima de sus metas. El panorama actual está, en ese sentido, lejos de estar balanceado, según el criterio de la FED: con las cifras de hoy hay 1,8 vacantes por cada desempleado, la mayor escala en tres meses y lejos de la situación previa a la pandemia, cuando el ratio era de 1,2.

Es por ello que ahora el mercado apuesta a un 70% de probabilidades de que la FED haga otra suba de tasas en dos semanas pese a que, en principio, se pensaba que la de este mes sería la última. De todos modos, la postura dentro de la entidad monetaria no es unánime y varios de sus gobernantes se inclinan a una pausa en el ajuste por las turbulencias que sufrieron los bancos en los últimos meses.

De acuerdo con el reporte oficial, la mayor cantidad de nuevas vacantes se generó en los sectores de comercio minorista – 209.000 -, salud y asistencia social -185.000- y transporte, depósito y utilidades -154.000-. En lo que respecta a los despidos, los mismos cayeron, al igual que las renuncias voluntarias. El gran número de vacantes se da pese al ajuste en las condiciones financieras y otros vientos en contra que afectaron en especial a sectores como el tecnológico y el bancario, que anunciaron diversas series de despidos en lo que va del año.

La actividad económica en China pierde impulso

La economía de China siguió expandiéndose en mayo, aunque lo hizo a menor ritmo, debilitándose el rebote y el impulso que recibió en diciembre último tras la finalización de las restricciones sanitarias por la pandemia de coronavirus, de acuerdo con una encuesta difundida hoy por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).

El índice de gerentes de compras (PMI) se situó en 52,9 puntos frente a los 54,4 de abril, como consecuencia, sobre todo, de una contracción de la actividad en la industria. Si el número en el PMI es superior a 50, implica expansión, mientras que una cifra menor significa contracción.

Desde hace varios meses la industria china sufre las implicancias de la desaceleración de la economía global en general y la consecuente menor demanda, al ser netamente exportadora. De hecho, las mediciones de la industria del país asiático suelen ser consideradas como insumo a la hora de evaluar la situación de la economía global.

Del mismo modo, se ve afectada por un consumo doméstico que está lejos de su potencial, y que últimamente se vuelca más a los servicios -como el turismo y la gastronomía- que a los bienes. Las ganancias de las firmas del sector se desplomaron 20,6% anual en el primer cuatrimestre del año, según informó la semana pasada el propio órgano estadístico.

El resto de la economía también pierde impulso: el PMI no manufacturero se moderó a 54,5 puntos desde los 56,4 de abril. “Si bien esto implica que el impulso se suavizó en mayo, el PMI compuesto se mantiene por encima de su nivel promedio de los últimos cinco años y aún es consistente con ganancias relativamente sólidas”, minimizó Julian Evans-Pritchard, responsable para China de la consultora Capital Economics a la agencia de noticias DPA.

Diversos analistas consideran que el banco central chino debe tomar las riendas y tomar políticas procíclicas con el objetivo de frenar la desaceleración, a través de medidas como una reducción en las tasas de interés, o bajando los requisitos de encajes de los bancos, en ambos casos, con el objetivo de inyectar mayor liquidez a la economía.

De todos modos, más allá de estas decisiones monetarias, consideran que son necesarias otras medidas de estímulo fiscal por parte del gobierno. A principios de este año, Beijing fijó una meta anual de crecimiento de cerca del 5%, una cifra más conservadora de lo que pronostican bancos y organismos internacionales, lo cual sugiere que habrá un terreno limitado para políticas gubernamentales de impulso.

Fuente: la capital