En el último año, el sector de oleaginosas y cereales pasó de un saldo neto de u$s20.000 millones en el primer semestre de 2022, a uno de u$s9.100 millones en igual período de 2023. La diferencia efectiva fue de u$s10.900 millones, lo que en términos relativos significa un desplome de un 54%.
Como consecuencia de la peor sequía en varias décadas, el ingreso neto de dólares por parte del sector agroexportador se desplomó en casi u$s11.000 millones durante el primer semestre del año, lo que golpeó muy fuerte a las reservas del Banco Central (BCRA), y a la recaudación pública, según cifras que se desprenden del último balance cambiario que publicó la autoridad monetaria.
En el último año, el sector de oleaginosas y cereales pasó de un saldo neto de u$s20.000 millones en el primer semestre de 2022, a uno de u$s9.100 millones en igual período de 2023. La diferencia efectiva fue de u$s10.900 millones, lo que en términos relativos significa un desplome de un 54%, según indicó el economista del IERAL, Nadin Argañaraz.
“Las menores exportaciones, explicadas esencialmente por la gran sequía, derivaron en menor recaudación directa por derechos de exportación. En efecto, en igual periodo, la recaudación total de derechos de exportación cayó un 60% en términos reales”, agregó Argañaraz.
En definitiva, el impacto de la sequía ha sido significativo en dos frentes muy sensibles: el flujo de dólares por un lado y la recaudación de derechos de exportación, por otro.
