La preocupación de los industriales pasa por el acceso al mercado de cambios para traer insumos desde el exterior. Afirman que las dificultades aumentaron desde junio.
Empresas de diversos rubros esperan que se concrete el desembolso de unos u$s7.500 millones por parte del Fondo Monetario Internacional y que eso ayude a descomprimir al sector externo. Puntualmente, la preocupación de los industriales hoy por hoy pasa por el acceso al mercado de cambios para importaciones y creen que con la llegada de dólares frescos se podrían acelerar las compras al exterior. En ese contexto, el Gobierno alista medidas para compensar el impacto de la devaluación en el consumo y la producción.
El INDEC publicó este martes su informe sobre el intercambio comercial argentino y según esos datos, las importaciones cayeron un 10,1% interanual en los primeros siete meses del año. Si bien es cierto que el rubro que más cae es la energía (durante 2022 hubo precios récord por la guerra entre Rusia y Ucrania), autos, bienes de capital, intermedios y de consumos también tuvieron bajas.
La tendencia empeoró particularmente en los últimos tres meses. Cuatro industriales con los que conversó Ámbito explicaron que las dificultades se acentuaron particularmente a partir de junio. El primer trimestre fue relativamente tranquilo en cuanto al acceso a insumos. Luego, con la implementación del pago a proveedores con yuanes, muchos encontraron una ventana para agilizar las compras pero ahora eso se desaceleró.
“En estas últimas semanas fue muy complejo operar porque, además, hubo inconvenientes con el sistema de AFIP”, explicó el titular de una metalúrgica que exporta más de lo que importa. “En algunos casos nos aprobaron los permisos pero sin fecha de pago, por lo que uno tampoco sabe en dónde calcular los costos”, dijo la titular de una firma que vende aparatos eléctricos y sostuvo que “el escenario de incertidumbre en las importaciones, también impacta en la inflación porque todos necesitamos cubrirnos”.
La expectativa compartida entre empresarios y funcionarios es que con la llegada de fondos frescos se descomprima parcialmente el sector externo. Este martes, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció desde Estados Unidos u$s1.300 millones de financiamiento adicional por parte del Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo. Las conversaciones con el Banco Mundial incluyen financiamiento por u$s200 millones que operarán a través del BICE y que según explicó el titular del Palacio de Hacienda tendrán por objetivo el prefinanciamiento del comercio exterior.
En las próximas horas, Massa tendrá un cara a cara con Kristalina Georgieva y está previsto que el directorio del FMI apruebe el acuerdo alcanzado a nivel técnico por la quinta y sexta revisión del acuerdo de facilidades extendidas, lo que debería dar lugar a un desembolso de u$s7.500 millones, que en parte deberá usarse para devolver créditos “puente” con la CAF y Qatar.
El resto corresponde a fondos propios que utilizó el Banco Central de República Argentina con Derechos Especiales de Giro (DEG) y yuanes provenientes del swap con China. En cualquier caso, el reintegro de esos pagos que hizo Argentina dará un alivio a las reservas y probablemente al frente comercial. El propio ministro de Economía señaló ayer que la acumulación de tenencias en la entidad monetaria no se puede edificar sobre un mayor estrangulamiento de la importación de insumos productivos.
Mientras los industriales reciben notas con pedidos de compensaciones por “diferencia cambiaria”, el Gobierno alista una serie de medidas para mitigar el impacto de la devaluación en el sector. Fuentes oficiales anticiparon a Ámbito que los anuncios estarán enfocados en nuevos instrumentos de financiamiento, acompañamiento vía garantías y “simplificación fiscal”.
Fuente: ambito