La FAO informó que, a nivel global, las cotizaciones de los commodities alimenticios tuvieron una merma del 13,7% en promedio. Según estimaciones privadas, en diciembre hubo un incremento de precios de un 30%.
Mientras la inflación de la Argentina sigue en aumento, el precio mundial de los alimentos tuvo este año la mayor baja desde 2015.
Los valores de los commodities alimenticios bajaron 1,5% mensual en diciembre y cerraron el 2023 con un retroceso acumulado de 13,7%, según informó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés).
El índice, que registra los cambios mensuales en los alimentos más intercambiados a nivel global, promedió 118,5 puntos en diciembre, 1,8 menos que en noviembre, con subas en los lácteos y cereales, que no pudieron compensar las caídas en los precios del azúcar, aceites vegetales y carnes.
En el acumulado anual, la tendencia fue a la baja, fruto de la recuperación de la oferta tras el impacto que tuvo la guerra entre Rusia y Ucrania en 2022.
A contramano de la tendencia en el resto del planeta, según estimaciones privadas, los precios de los alimentos subieron un 4,6% en Argentina durante los primeros días de enero y el próximo jueves 11 de enero se conocerán las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
Estos números reflejan una desaceleración de 2,3% frente a los 7 días previos, pero se mantienen en altos niveles. Desde el sector, estiman una caída de 50% en el consumo en el primer bimestre de 2024, a raíz de la escalada de precios.
Tal como lo informó TN, el último relevamiento de inflación argentina en alimentos, que elabora la consultora LCG, registró un alza del 30,8% en los productos de la canasta básica en las últimas 4 semanas y, de punta a punta, del 32,5% durante el mismo periodo.
“Si vemos la primera y segunda semana de diciembre, eso ubicaba la dinámica inflacionaria en el 45% mensual, si usted llega a ver un número de 30, es un numerazo”, aseguró el presidente Javier Milei en diálogo con radio Mitre.
Granos y aceites
En lo que respecta al panorama global, según el reporte de la FAO, las cotizaciones de los cereales subieron 1,5% mensual, aunque terminaron el 2023 con una merma de 15,4%, la mayor de la última década, frente a los récords de 2022.
Tras 4 caídas consecutivas, las cotizaciones del trigo en el cierre del año volvieron a recuperarse por disrupciones vinculadas con fenómenos metodológicos en algunos países exportadores, las tensiones en el Mar Negro y una demanda sólida.
El maíz también se situó al alza a causa de preocupaciones por la cosecha en Brasil y dificultades logísticas que dificultan los envíos desde Ucrania.
Entre los demás cereales secundarios, los valores internacionales de la cebada aumentaron, mientras que disminuyeron ligeramente los del sorgo.
El arroz, a contramano de todos los demás granos, tuvo un alza de 21% en 2023 tras terminar diciembre con una suba de 1,6% mensual.
El impacto de “El Niño” en la producción y las restricciones en las exportaciones impuestas por India alimentaron el alza en las cotizaciones.
En lo que refiere a los aceites vegetales, los precios bajaron en promedio 1,4% mensual en diciembre, borrando las ganancias de noviembre y terminando 2023 con un retroceso de 32,7%, lo que representan los valores más bajos de los últimos tres años.
Los aceites de palma, soja, colza y girasol bajaron en diciembre frente a una menor demanda de los principales importadores, y a pesar de un descenso estacional en la producción.
En el caso de la soja, afectó sobre todo la ralentización de la demanda del sector de biodiesel y las mejores condiciones climáticas en Brasil; mientras que en el de girasol y colza influyó la menor demanda en general.
Lácteos y carnes
Para los productos lácteos también fue un año negativo, con un descenso de 16,6% en el año debido a la débil demanda importadora especialmente en la oferta de spot (inmediata) y los amplios stocks acumulados en dichos países.
No obstante, la cotización se fue recuperando en los últimos meses del año, con una suba de 1,6%, marcó la tercera alza mensual consecutiva.
El precio de la manteca y el queso creció ante las fuertes ventas internas en Europa Occidental por la temporada de fiestas y una oferta reducida.
La demanda desde el Cercano Oriente también impulsó el precio del queso. La leche entera en polvo subió por la fuerte demanda, en contraste con la descremada que cayó ligeramente.
Carnes y azúcar
En lo que respecta a la carne, el precio descendió 4,2% en 2023 por la mayor oferta de los países exportadores y una menor demanda, lo cual afectó a todos los cortes, con excepción de los porcinos, que tuvieron una suba.
En diciembre, los valores cayeron 1% mensual con descenso en la carne porcina, por la débil demanda importadora de Asia pese al alza en el consumo interno de naciones exportadoras, al igual que la bovina y aviar, donde también tuvo impacto el menor interés asiático.
Por el contrario, la carne ovina rebotó tras dos meses consecutivos de bajas por una mayor demanda ante las fiestas, y una menor oferta de los exportadores oceánicos.
Por último, el índice del azúcar de la FAO fue el único que finalizó 2023 con cifras positivas, al registrar un aumento de 26,7%, alcanzando así el mayor valor desde 2011 por el temor a una menor oferta global.
Sin embargo, en la comparación mensual, en diciembre hubo un descenso de 16,6% y el precio fue el menor de los últimos 9 meses.
Por último, el índice del azúcar de la FAO fue el único que finalizó el año con cifras positivas, al registrar un aumento de 26,7%, alcanzando así el mayor valor desde 2011 por el temor a una menor oferta global.
Sin embargo, en la comparación mensual, en diciembre hubo un descenso de 16,6% y el precio fue el menor de los últimos 9 meses.
Esto se debió a la fuerte producción y exportación en Brasil con condiciones climáticas favorables y el menor retorno que genera utilizar la caña para producir etanol, junto con una decisión del gobierno indio de limitar dicho uso.
Fuente: TN Noticias