NACIONALES – A la espera del Consejo del Salario, el sueldo mínimo se pulveriza por la alta inflación

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La falta de actualización del SMVM plantea un desafío significativo en el escenario económico actual, puesto que las proyecciones de inflación, así como de la canasta básica, golpean con vehemencia el bolsillo de los argentinos.

El Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) experimentó una caída significativa en diciembre, acentuando la pérdida de poder adquisitivo que se evidenciaba en años anteriores. Con un valor de $156,000, el SMVM se sitúa frente a una inflación del 25.5%, y teniendo en cuenta que el dato de enero rondará esa cifra, su pérdida se extenderá. A pesar de las expectativas y el anuncio del paro general para el 24 de enero, el Gobierno aún no ha establecido una fecha para la convocatoria del Consejo del Salario y la discusión de un nuevo aumento.

El seguimiento cercano de la inflación por parte de los salarios, gracias a la reducción de la vigencia de las paritarias durante gran parte de 2023, se vio truncado en el último bimestre con una aceleración inflacionaria.

Esto llevó a que la mayoría de los sindicatos finalizara el año en números rojos. Se proyecta que, entre diciembre y marzo, con una inflación promedio del 20% mensual, los salarios reales caigan alrededor del 10%, sostiene un informe al respecto de Ecolatina. Esta situación plantea la pregunta crucial: ¿se indexarán los salarios a la creciente nominalidad o la recesión derivada de la pérdida de poder adquisitivo contendrá el avance de los precios?

Se anticipa una combinación de ambas, sostiene la consultora, donde la recesión coexistirá con acuerdos salariales que ralentizarán la eventual desaceleración de la inflación. Este proceso no estará exento de costos sociales y políticos, y existe un riesgo latente de espiralización “si el oficialismo enfrenta dificultades para implementar su plan fiscal-monetario o para obtener parte de las reformas propuestas”.

Salario mínimo medido en kilos de pan

Sin la actualización reclamada por los gremios, el salario mínimo continuará rezagado, quedando significativamente por debajo de la canasta básica y, aún más preocupante, por debajo de la línea de indigencia. El ingreso base se encuentra en una marcada situación de atraso, con la perspectiva de que esta brecha se profundice si no se lleva a cabo la necesaria actualización.

El economista Jorge Barreto evaluó el poder adquisitivo del salario mínimo, utilizando kilos de pan como medida. Según su análisis, el SMVM actual permite comprar 87 kilos de pan, un 63% menos que hace un año. Esta caída representa una pérdida del 40% en el poder adquisitivo medida en kilos de pan durante el período.

La disparidad de los precios relativos también se evidencia en la comparación con la nafta. A inicios de 2024, el salario permite comprar un 17% más de nafta que en el año 2000, según el estudio de Barreto. Sin embargo, la relación con la canasta básica total, que define el umbral de pobreza para una familia de cuatro personas, muestra la necesidad de 3.2 salarios mínimos para cubrirla.

Con perspectivas de inflación que superan el 200% para 2024, la recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo no parece inminente. Este salario es crucial en la macroeconomía, sirviendo como referencia para empleos formales e informales, así como para programas sociales como el Potenciar Trabajo, cuyos beneficiarios reciben la mitad del salario mínimo. La falta de actualización plantea un desafío significativo en el escenario económico actual.

Fuente: ambito