Luego de 37 meses de recuperación, las contrataciones empezaron a ceder en simultáneo con el parate de la economía. La construcción, entre las más afectadas por la paralización de la obra pública a nivel nacional
Luego de tres años de recuperación de empleo registrado, el indicador acusó recibo del freno de la actividad y la crisis económica. Los datos de noviembre y diciembre reflejaron una desaceleración en las contrataciones y las estimaciones para los primeros meses de este año anticipan una aceleración de ese fenómeno. La construcción lidera el ranking de sectores que más despidos están contabilizando, situación provocada en buena medida por la paralización de la obra pública, dispuesta por el gobierno nacional.
Uno de los datos positivos que pudo exhibir la administración de Alberto Fernández fue la constante recuperación de empleo luego de la pandemia, a fuerza de una actividad que se mantuvo dinámica y un consumo interno activo. Pero en el epílogo de ese mandato la actividad comenzó a entrar en una meseta y en simultáneo comenzaron a ceder los números de contrataciones en el sector registrado.
Una de las mayores preocupaciones durante el gobierno anterior tenía que ver con una inflación incontenible, que generaba serias dificultades entre los trabajadores para llegar a fin de mes. En pocos meses de mandato de Milei, con devaluación de por medio, decreto desregulatorio y decisiones que influyeron en la economía cotidiana de las personas, la problemática se agudiza ya que para muchos el drama no es que no alcanza, sino que directamente no hay.
Uno de los sectores donde se dio la mayor sangría de puestos de trabajo fue la construcción, a raíz del parate en la obra pública, dispuesto desde su asunción por el presidente Javier Milei. A esto se le suman advertencias en el sector de la industria, como la suspensión parcial que anunció Acindar recientemente, o la de Metalsur hace algunos días, por citar algunos casos en la región.
Los números del empleo
Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) basado en datos oficiales, en el mes de noviembre se perdieron 8.615 puestos de trabajo registrados en el sector privado, lo cual implica una caída del 0,1% con respecto al mes previo. Además anticiparon que si se proyectan los puestos a diciembre según la Encuesta de Indicadores Laborales que se realiza habitualmente a empresarios, la caída alcanzaría 28.554 casos adicionales hacia diciembre de 2023.
Cabe aclarar que los datos de cada mes llevan un proceso y siempre se publican tiempo después. También es importante recordar que hasta agosto 2023, se registraron 37 meses de crecimiento sostenido que se vieron interrumpidos desde septiembre, donde se ameseta (con leve inclinación a la baja) la dinámica de empleo.
Una cuestión que remarcaron desde el Cepa, es que hasta agosto 2023 se daba un crecimiento del empleo a la par de un amesetamiento de la actividad. Entre junio de 2022 y agosto de 2023, la actividad se retrajo 0,8% pero se generaron 240 mil puestos de trabajo registrado privado. Sin embargo, a partir de septiembre de 2023, la evolución de ambas variables comienza a ir en el mismo sentido, lo que se profundiza en diciembre, donde la caída de la actividad coincide con las proyecciones de caída de puestos.
En relación con los sectores de actividad, en el mes de noviembre de 2023, nueve de los catorce sectores redujeron la cantidad de personas trabajadoras. Particularmente en dicho mes la caída estuvo impulsada por Construcción (-9,0 mil), Industria (-1,1 mil) y Transporte (-0,6).
El investigador del centro de estudios y formación de la CTA Autónoma, Luis Campos, reparó en las pérdidas laborales del sector de la construcción, un dato que consideró clave para lo que viene.
Campos señaló: “En diciembre, mes con fuerte estacionalidad negativa, el empleo registrado en la construcción cayó un 6,1% (el tercer peor registro de los últimos 15 años). En comparación con agosto ya se perdieron 50.000 puestos de trabajo”.
Desde la Uocra vienen advirtiendo sobre esta situación, y señalaron que en los dos últimos meses a esa pérdida de 50.000 empleos calcularon hay que sumarle más de 100 mil indirectos en la actividad. El titular del gremio, Gerardo Martínez, hizo hincapié en “la desfinanciación y consecuente paralización de las obras públicas en ejecución por parte del Gobierno, lo que constituye una situación que arriesga de forma grave la continuidad laboral de gran parte de la construcción”.
El dirigente sostuvo que la obra privada no logró aún niveles de actividad que compensen “la drástica caída, y nada indica que los privados sustituyan el rol y el financiamiento estatal en materia de infraestructura pública”. También añadió que “es inaceptable que el Gobierno no se responsabilice por las consecuencias económicas, laborales y sociales de sus propias medidas, que no convoque al diálogo social y arriesgue la seguridad jurídica”.
En Rosario, el titular del gremio Sixto Irrazábal calculó en diez mil los puestos de trabajo que demolió Milei con la decisión de frenar la obra pública. “El daño que vinieron hacer ya lo hicieron, ahora buscan culpables”, le dijo a El Ciudadano.
Por su parte, el ministro de Obras Públicas de Santa Fe, Lisandro Enrico, confirmó en la semana que las 289 obras públicas que se llevaban a cabo en la provincia con fondos nacionales “están todas paralizadas” y reclamó que la administración federal se haga cargo del mantenimiento de las rutas porque es “una obligación legal” y está “en juego la seguridad vial”.
Entre las obras en suspenso destacó, por ejemplo, el acueducto San Javier-Tostado. También mencionó que la crisis afecta el proyecto de 813 viviendas que están paralizadas, en el marco del Programa Mi Casa, y otras 1.600 que se estaban por iniciar y, según reconoció el funcionario “no se van a iniciar”, al igual que algunas del Programa Procrear.
Fuente: el ciudadano