El último trabajo del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) analiza también la situación por jurisdicciones y sectores, con la construcción en el peor escenario. Qué significan el Rigi y la reforma laboral que el Gobierno, en este contexto, impulsa en el Congreso
En febrero, se perdieron 20.666 puestos de trabajo registrados en la Argentina. En el primer trimestre de la gestión del presidente Javier Milei –entre diciembre de 2023 y febrero de 2024–, la caída totalizó 62.920 empleos. Y para marzo, mes sobre el cual aún no hay datos oficiales, se espera la eliminación de otros 34.166 puestos. Las cifras están contenidas en el último informe del Centro de Economía Política argentina (Cepa) en base a la información publicada por la Secretaría de Trabajo de Nación y la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL).
El informe se divide en cuatro partes. En el primer apartado se indaga acerca de la evolución de las personas con trabajo registrado asalariado en el sector privado en el último mes disponible (febrero 2024), las expectativas hacia adelante y la tendencia a mediano plazo desde el año 2012. Luego, se analiza lo ocurrido en el último mes por sectores y provincia. También, la evolución de otras modalidades de trabajo registrado, como el empleo público, en casas particulares y el trabajo independiente bajo monotributo. Finalmente, se detalla la evolución del salario en términos reales hasta febrero último.
Trabajo registrado en el sector privado
Los datos relevados por la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación muestran que, en febrero, se perdieron 20.666 puestos de trabajo registrados asalariados en el sector privado, lo que implica una caída de 0,3% con respecto al mes previo. Desde la asunción de Javier Milei, se observa que la pérdida de puestos de trabajo alcanza los 62.920. Para marzo, la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), que releva el nivel de empleo en unas 3.500 empresas de los aglomerados urbanos, estima una caída de otros 34.166 puestos.
El punto de inflexión es agosto de 2023, cuando se habían acumulado 37 meses de crecimiento sostenido del empleo registrado privado. Esa tendencia se interrumpió en septiembre en el contexto de incertidumbre electoral. Y de ahí en más, el desplome. Con la asunción del nuevo Gobierno, la curva descendente se profundizó al compás de la retracción de la actividad económica.
De acuerdo a Cepa, “vuelve a aparecer la amenaza de una crisis de empleo de la mano de un modelo de país que deja de lado el mundo productivo“. El escenario es aún más complicado por el impulso oficial a una reforma profunda del Estado y del trabajo registrado. El argumento –hace 10 años que no se genera empleo privado– choca con los datos duros.
En efecto, al comparar los puestos de trabajo asalariado registrados en el sector privado en noviembre de 2023, último mes del gobierno del Frente de Todos, contra enero de 2012, primer mes de la serie SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino), se verifica un crecimiento de 305.752 puestos. Es poco: 5% en 12 años, pero no homogéneo en ese período, y las diferencias hacen a la interpretación. Es que hubo momentos muy marcados de caída y crecimiento según las políticas implementadas.
En los últimos años, Argentina enfrentó dos grandes crisis de empleo. La primera comenzó en abril de 2018 como coletazo del colapso del gobierno de Cambiemos. La segunda, iniciada en marzo de 2020, en el contexto de la pandemia. El Cepa destaca que mientras la segunda está vinculada a una crisis sanitaria que afectó al mundo entero, la primera se asocia a un modelo económico que subestimó el peso del consumo interno en el nivel de actividad y se centró en la atracción de capitales externos especulativos.
A partir de allí, desde agosto de 2020, Argentina comenzó un sendero de crecimiento del empleo que le permitió recuperar no sólo lo perdido durante la pandemia, sino también durante el macrismo. A noviembre de 2023, se habían generado 581 mil puestos de trabajo desde el mínimo de la pandemia (julio 2020), superando en casi 93 mil los niveles de empleo registrados en abril de 2018 (máximo del período de Cambiemos).
Lo que se tiene con la lupa puesta en el interior del período, señala el informe, es un claro contraste en la evolución en función del modelo económico sostenido: en las etapas en las que se puso el foco en lo productivo, se creó empleo, y cuando se potenció un esquema de valorización financiera, se destruyó. Y a partir del triunfo del nuevo Gobierno, se revirtió la tendencia de la EIL.
Por sectores y territorios en relación a la actividad económica
Entre agosto de 2022 y agosto de 2023, se produjo un fenómeno muy particular: un crecimiento del empleo a la par de un amesetamiento de la actividad (la actividad se retrajo 1,1% pero se generaron 200 mil puestos de trabajo registrado privado). Sin embargo, a partir de septiembre de 2023, la evolución de ambas variables se alinea y comienza a ir en el mismo sentido.
En febrero de 2024, la caída de los puestos de trabajo va en consonancia con un desplome de la actividad económica de 3,2% interanual. Hacia adelante, los indicadores tempranos de actividad económica de marzo, que muestran caídas de dos dígitos interanuales, permiten estimar que el empleo va a continuar esta trayectoria a la baja.
El análisis de la evolución del empleo en relación con los sectores de actividad arroja que, en febrero pasado, 11 de los 14 sectores redujeron trabajadores. Ese mes, la caída estuvo impulsada por Construcción (-12.949), Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (-4.488) e Industria (-2.013). Los únicos tres que crecieron son los ligados a la explotación de los recursos naturales: Agricultura (1.814), Minería (303) y Pesca (22), que no están atados a la actividad económica interna sino a la exportación. Igual, tampoco alcanzan a compensar la caída generalizada.
En la evolución del empleo desde la asunción de Milei se observa que la pérdida de puestos de trabajo alcanza los 62.920, de la cual 46.249 –74% del total– es en la construcción y como correlato de la decisión política de paralizar por completo la obra pública.
El Rigi: extractivismo y casi nula creación de empleo
Del análisis de la composición del empleo privado registrado en la Argentina se tiene que la construcción abarca en febrero de 2024 un 6,2% de los puestos de trabajo, y que la principal actividad económica en materia de empleo en el sector privado es el comercio, que reúne al 19,5% del total.
Esta distribución es relevante en el marco de la discusión en el Congreso de la Nación de un Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (Rigi), que el Gobierno justifica como herramienta para dinamizar el empleo, además de la dudosa pretensión de ingreso de divisas que el mismo instrumento permite exteriorizar en su totalidad a partir del tercer año.
Ese Régimen apunta a atraer inversiones que dinamicen determinados sectores de actividad: el agro, la minería y los hidrocarburos, pero estos sectores tienen una incidencia marginal: constituyen sólo un 6,5% del total de empleos.
Y encima, por las facilidades para contratar bienes, servicios y personal en el exterior, pondría en jaque a la industria manufacturera, que genera el 18,8% del total de los puestos de trabajo, constituyendo la segunda actividad económica más importante en ese sentido. En los últimos tres meses, este sector ha perdido 5.520 puestos, una retracción de 0,5%.
Sólo creció el empleo en tres provincias
En lo que refiere a la evolución de los puestos de trabajo según las jurisdicciones, en el mes de febrero de 2024, sólo 3 de las 24 registraron un incremento del empleo: Santa Cruz (224), Salta (579) y Mendoza (1.160). Por el contrario, las más perjudicadas resultaron Buenos Aires (11.222), Misiones (3.905) y La Rioja (1.844).
En términos porcentuales, la variación del empleo en los primeros tres meses del gobierno de Javier Milei muestra mayoritariamente caídas (en el 87,5% de las jurisdicciones) que alcanzan hasta un 6,2% del total de los puestos de trabajo de la provincia.
Un grupo muy reducido de jurisdicciones logró aumentar la cantidad de puestos de trabajo: Mendoza (0,8%), Salta (1,1%) y Chubut (1,8%). El más numeroso los redujo entre 0,1 y 2,9%: Chaco, San Luis, San Juan, La Pampa, Buenos Aires, Corrientes, Neuquén, Santa Fe, Tucumán, Córdoba, Río Negro, Santa Cruz, CABA y Entre Ríos. Las más perjudicadas, con caídas superiores a 3%, son Tierra del Fuego (-6,2%), Formosa (-6,0%), La Rioja (-6,0%), Misiones (-5,1%), Santiago del Estero (-4,5%), Jujuy (-3,0%) y Catamarca (-3,9%).
Los sectores de actividad que mayor pérdida de empleo sufrieron fueron construcción (-12.949), actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (-4.488) e industria (-2.013). En los primeros tres meses del gobierno de Milei, el sector más afectado fue la construcción, en el que se destruyeron 46.249 puestos de trabajo. Los dos sectores más importantes en materia de empleo son comercio e industria. La última perdió 5.520 puestos en estos tres meses.
Los otros trabajos registrados y la reforma laboral
Dentro del universo de personas con trabajo registrado se encuentran, además del trabajo asalariado en el sector privado, el empleo público, en casas particulares y el monotributo.
En los últimos años, se produjo un crecimiento sustancial del monotributo en detrimento de las formas de contratación tradicionales. Esta figura de trabajadores independientes permite el acceso a una jubilación en el futuro y a una obra social en el presente, pero no garantiza el acceso a otros derechos laborales como vacaciones, aguinaldo ni licencias (si bien se presentaron proyectos en el Congreso para ampliar las licencias para monotributistas). Sí a asignaciones familiares.
A febrero de 2024, 2.092.842 personas tienen al monotributo como su modalidad ocupacional principal. En el último mes, crecieron 9.375 puestos bajo esta modalidad.
Con el proyecto de reforma laboral que se encuentra en discusión en el Congreso, esta categoría podría adquirir especial relevancia en los próximos años: se crea una figura nueva, que permite que puedan contratarse hasta 5 trabajadores en relación de dependencia pero bajo la categoría de “colaboradores”, es decir, monotributistas. En definitiva, es la negación misma de la relación de dependencia para evadir los aportes y contribuciones, pero también los derechos a ella asociados. ¿Quién va a contratar bajo la modalidad asalariada pudiendo contratar monotributistas?
En la modalidad de empleo en casas particulares, en febrero de 2024, se redujeron 1.497 los puestos de trabajo, totalizando 458.235. En los tres meses del nuevo gobierno se destruyeron en esta categoría 5.903 empleos.
En lo que refiere al trabajo registrado en el sector público, a febrero de 2024, abarca a 3.462.472 personas. En el último mes se perdieron 6.180 puestos y desde la asunción del nuevo gobierno, se destruyeron 21.393, incluyendo tanto el nivel nacional como los subnacionales. Esto se suma a los 62.920 puestos perdidos en el sector asalariado privado, totalizando 84.313 empleos. En términos porcentuales, la caída es mayor en el sector privado (-1%) que en el público (-0,6%). Por ende, a contramano del discurso oficialista, que sostiene que el sector privado absorberá la oferta de trabajo resultante de los despidos masivos en el Estado, el desplome se profundiza.
En resumen: en lo relativo a otras modalidades de trabajo registrado, a febrero de 2024, 2.092.842 personas tienen al monotributo como su modalidad principal. Esta categoría creció 9.375 puestos en el último mes.
En la modalidad empleo en casas particulares, en febrero de 2024, se redujeron 1.497 los puestos de trabajo. En los últimos 3 meses se destruyeron en esta categoría 5.903 empleos.
En términos porcentuales, la caída es mayor en el sector asalariado privado (-1%) que en el público (-0,6%), a contramano del discurso oficial.
Qué pasa con los salarios
Las estadísticas del SIPA aportan datos sobre la evolución de la media, que refleja el promedio simple de los salarios del empleo registrado asalariado privado, y sobre la mediana salarial, que representa la línea que divide en mitades la cantidad de trabajadoras y trabajadores.
En el último mes disponible, febrero de 2024, la evolución del promedio salarial (16,0%) y de la mediana (12,8%) presentaron un comportamiento dispar: mientras que el promedio superó la inflación (13,2%), mejorando el poder adquisitivo 2,5%, la mediana quedó por debajo con lo cual perdió 0,4% de capacidad de compra. Esta disparidad implica que los salarios más altos tuvieron mejor desempeño que la mayoría de las remuneraciones, elevando el promedio, pero que, en general, los trabajadores privados perdieron contra la inflación. Aumenta así la fragmentación al interior del universo de los trabajadores asalariados privados.
En el gráfico se puede identificar el enorme impacto que tuvo sobre el salario real la inflación resultante de la devaluación y la desregulación de diversos sectores económicos llevadas adelante por el gobierno de Javier Milei: tanto el promedio como la mediana registraron una pérdida en términos reales de 6,2% y 9,7% respectivamente en los primeros tres meses. Los trabajadores de menores ingresos fueron los más perjudicados en ese período.
Qué compran los salarios
Hacia el final del gobierno de Mauricio Macri, los salarios alcanzaban a comprar entre un 14 y un 18% menos de lo que podían adquirir en 2015: la mediana salarial perdió 17,3% y el promedio 14,7%. Hacia noviembre de 2023, último mes del gobierno del Frente de Todos, los salarios habían retrocedido 2,6 puntos (mirando tanto media como mediana). En los primeros meses del gobierno de Javier Milei, los salarios perdieron entre 6,2% y 9,7% (medido por promedio y mediana respectivamente): una caída sin precedentes en tan corto plazo.
En febrero de 2024, la evolución del promedio salarial (16,0%) y de la mediana (12,8%) presentaron un comportamiento dispar: mientras que el promedio superó la inflación (13,2%), mejorando el poder adquisitivo, la mediana quedó por debajo: ello significa que los salarios más altos crecieron proporcionalmente significativamente más que los salarios más bajos, aumentando la dispersión.
En los primeros meses del gobierno de Javier Milei, los salarios perdieron entre 6,2% y 9,7% (medido por promedio y mediana respectivamente). Esto es una caída sin precedentes en tan corto plazo.
Conclusiones
- En febrero, se perdieron 20.666 puestos de trabajo registrados en el sector privado. En el primer trimestre de Javier Milei la caída totaliza 62.920 empleos. Para marzo, si se proyecta la Encuesta de Indicadores Laborales de la Secretaría de Trabajo, se espera la eliminación de otros 34.166 puestos.
- Luego de la doble crisis de empleo originada por el gobierno de Cambiemos y después por la pandemia, se recuperaron todos los puestos de trabajo con creces. Sin embargo, con la asunción del nuevo gobierno, el abandono del mundo productivo despierta las alarmas sobre el mercado de trabajo.
- Los sectores de actividad que mayor pérdida de empleo sufrieron fueron construcción (-12.949), actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (-4.488) e industria (-2.013).En los primeros tres meses del gobierno de Milei, el sector más afectado fue la construcción, en el que se destruyeron 46.249 puestos de trabajo.
- Los dos sectores más importantes en materia de generación de empleo son comercio (19,5%) e industria (18,8%). Esta última perdió 5.520 puestos en estos tres meses.
- En lo que refiere a jurisdicciones, en febrero de 2024,sólo 3 de las 24 registraron un incremento del empleo: Santa Cruz (224), Salta (579) y Mendoza (1.160). Por el contrario, las más perjudicadas resultaron Buenos Aires (11.222), Misiones (3.905) y La Rioja (1.844).
- En tan sólo tres meses, hay provincias que perdieron hasta 6,2% de sus puestos de trabajo (Tierra del Fuego).
- En lo relativo a otras modalidades de trabajo registrado, a febrero de 2024, 2.092.842 personas tienen al monotributo como su modalidad principal. Esta categoría creció en 9.375 puestos en el último mes.
- En la modalidad empleo en casas particulares, en febrero 2024, se redujeron en 1.497los puestos de trabajo, totalizando 458.235. En los tres meses del nuevo gobierno se destruyeron en esta categoría 5.903 empleos.
- En lo que refiere al trabajo en el sector público, desde la asunción del nuevo gobierno, se destruyeron 21.393 puestos, incluyendo tanto el nivel nacional como los subnacionales.
En términos porcentuales, la caída de los últimos tres meses es mayor en el sector privado (-1%) que en el público (-0,6%), a contramano del discurso oficial. - En materia de salarios privados registrados, en febrero de 2024, la evolución del promedio (16,0%) y de la mediana (12,8%) presentaron un comportamiento dispar: mientras que el promedio superó la inflación (13,2%), la mediana quedó por debajo: ello significa que los salarios más altos crecieron proporcionalmente significativamente más que los salarios más bajos, aumentando la dispersión.
- En los primeros meses del gobierno de Javier Milei, los salarios perdieron entre 6,2% y 9,7%(medido por promedio y mediana respectivamente): una caída sin precedentes en tan corto plazo.