ECONOMÍA – Gobierno espera su primer déficit fiscal del año en junio: las razones y posibles efectos

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Por el incremento del gasto que provoca el pago del aguinaldo de los empleados públicos y jubilados no habría superávit fiscal en junio, pero por los resultados acumulados hasta mayo, no peligra el “ancla fiscal”.
Mientras el Gobierno se dispone a mostrar a los mercados un nuevo logro de su gestión con la aprobación del paquete fiscal y la ley Bases, como demostración de capacidad política para gestionar, la realidad le ofrecerá señales en sentido inverso.
No será novedad para el presidente Javier Milei que en junio va a volver a tener déficit fiscal, tras 5 meses de acumulación de buenos resultados, una parte de ello conseguido por “la licuadora y la motosierra” aplicadas sobre el gasto público, y otra por mejoras puntuales de recaudación fiscal.

El primer mandatario ya anticipó a los operadores financieros y empresarios que en el sexto mes van a quedar las cuentas en rojo como consecuencia del pago del aguinaldo de los empleados públicos y los jubilados.

El ministro de Economía, Luis Caputo, logró hasta aquí un superávit fiscal de $6,5 billones y uno financiero de $2,3 billones. En marzo, la meta comprometida con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se cumplió por encima de lo esperado, lo que se decodificó como una señal positiva para los mercados.

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) precisa que, si se mira el tema desde la perspectiva del FMI, el Gobierno, por ahora, tiene recursos de sobra.

La meta con el Fondo en marzo era un superávit de $962.000 millones y se logró uno de $3,8 billones. Tras la octava revisión, para junio, se ajustó de $1,9 billones a $4.600 mil millones.

Hasta mayo, el saldo positivo acumulado es de $6,4 billones, por lo cual la meta a junio luce cumplible. “El gobierno podría incluso tener en junio déficit”, señala el CEPA. Según plantea el centro de estudios, para julio, agosto y septiembre el objetivo con el FMI es $7,7 billones.

Motosierra y licuadora de más

El informe del CEPA plantea que, como el Gobierno viene con sobre cumplimiento “se pone en evidencia la crueldad y la falta de voluntad de gestión”. “Teniendo margen para gastar más, el Ejecutivo podría haber optado, por ejemplo, por aumentar los ingresos de los jubilados o reactivar la obra pública”, dice el reporte elaborado por el economista Hernán Letcher.

En ese sentido, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) afirma que “el ajuste fiscal de los primeros cinco meses del año fue equivalente, en términos anuales, a 5,8 puntos porcentuales del PBI”. Se trata de estimaciones que proyectan para todo el año los números obtenidos entre enero y mayo. Así, se afirma que el ajuste hasta aquí supera lo necesario para llegar al déficit cero en 2024, que es 4,4 puntos. Es decir, que a Caputo le sobrarían fondos por 1,4 puntos.

El IARAF dice que, “en los primeros cinco meses, los ingresos totales efectivos cayeron en un 2,6% en términos reales y el gasto primario pagado, 31,4% en términos reales”. “Por su parte, el gasto en intereses de la deuda descendió un 3,4% real”, añade el reporte.

Gasto financiero

Así, si la mejora anual del resultado primario es de 5,8 puntos del PBI, el Gobierno pasará del 2,7% negativo del 2023 a 3,1% positivo este año.

El centro que dirige el economista Nadin Argañaráz detalla que el gasto anualizado en intereses es de 1,7% del PBI. Por ende, el resultado financiero anualizado es positivo por 1,4% del PBI, contra uno negativo de 4,4% en 2023.

El cambio registrado entre abril y mayo obedeció en buena parte a la enorme recaudación del impuesto a las ganancias, algo puntual y no relacionado con un salto de nivel de esa recaudación.

Fue por el pago de saldos de cierres realizados el 31 de diciembre de 2023, abultados por la importante devaluación del peso realizada.

Fuente: ambito