ECONOMÍA – Inflación: Caputo les reclamó a los supermercados que la futura baja del Impuesto PAÍS también impacte en las góndolas

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El ministro de Economía se reunió con empresarios del sector y les dijo que “no hay condiciones” macroeconómicas para que haya inflación. Qué aumentos midieron las consultoras en la última semana.

El ministro de Economía Luis Caputo reclamó a los supermercados que la reducción en la alícuota del impuesto PAIS que el Gobierno haría efectiva desde las próximas semanas haga bajar también los precios de los productos en las góndolas, en una reunión que mantuvo con empresarios del sector este martes por la tarde. Las consultoras midieron que la suba de precios se mantiene en torno al 4% mensual, de acuerdo a los últimos datos recopilados.

Según informó el Palacio de Hacienda “el ministro destacó que en la actualidad no existen razones macroeconómicas para que haya inflación, e hizo hincapié en la importancia de seguir construyendo confianza sobre el modelo económico”, algo que ya había planteado en un encuentro con empresarios de consumo masivo.

“Además, Caputo planteó que las medidas monetarias para terminar con la emisión y el ancla fiscal permitirán que la inflación continúe descendiendo. En esta línea, el titular de Economía explicó que la gente no va a convalidar aumentos de precios”, afirmaron desde Economía. El argumento oficial es que el apretón monetario reforzado que implementó el Banco Central, en conjunto con el fuerte ajuste fiscal prepararon el terreno para una baja más pronunciada de la inflación. El dólar oficial con un avance de 2% mensual y algunos precios regulados con aumentos más lentos también hicieron su parte.

Caputo pidió a los empresarios supermercadistas que cuando tenga lugar la reducción de la alícuota del impuesto PAIS anunciada para las próximas semanas (se espera que sea operativa desde agosto o septiembre) desde el actual 17,5% para todas las importaciones hasta 7,5%, el valor que tenía al momento del cambio de Gobierno, los precios al consumidor también refleje esa baja. El argumento oficial es que un abaratamiento del precio de las importaciones debería impactar en las góndolas de la misma forma.

Caputo pidió a los empresarios supermercadistas que cuando tenga lugar la reducción de la alícuota del impuesto PAIS desde el actual 17,5% para todas las importaciones hasta 7,5% los precios al consumidor también refleje esa baja

Las primeras semanas de julio habían arrancado con números de aumento de precio más elevados que en junio, lo que fue atribuido al crecimiento de la brecha cambiaria por el aumento en los dólares paralelos. En el Gobierno aseguraron que ese efecto podía responder a aumentos de alimentos por las heladas de las últimas semanas.

La consultora Econviews afirmó que su relevamiento en supermercados muestra una aceleración en los precios. “Las primeras semanas ya no fueron tan tranquilas. Los precios de las frutas y verduras hacen el mayor aporte, y esto tiene un fuerte componente estacional: el extremo frío afecta a la producción”, explicaron.

“Lo que va a ayudar al dato de julio es el congelamiento de tarifas. Con un componente estacional fuerte, y una inflación núcleo que esperamos se mantenga igual a la de este mes, esperamos una cifra similar a la de junio”, proyectó Econviews.

Con todo, EcoGo midió que en la tercera semana de julio “los alimentos registraron un incremento del 1,0%, marcando una aceleración respecto a la semana previa. Con este dato y considerando aumentos proyectados para la semana restante del 0,7%, la inflación en alimentos consumidos dentro del hogar ascendería a 3,8% en julio”, mencionaron desde esa consultora. “Si además se incorporan los aumentos registrados en alimentos consumidos fuera del hogar (1,9% proyectado), la inflación en alimentos se ubicaría en 3,5 por ciento”, continuaron.

En ese sentido, en una proyección del nivel general de precios, EcoGo remarcó: “La inflación de julio se ubicaría así en 4,2% mensual. El dato es todavía preliminar y está sujeto a modificaciones. El ajuste al alza de la proyección de 0,1% respecto a la semana anterior responde a variaciones en el rubro de alimentos más altas de lo previsto, tanto para aquellos dentro, como fuera del hogar”, aclararon.

Las primeras semanas de julio habían arrancado con números de aumento de precio más elevados que en junio, lo que fue atribuido al crecimiento de la brecha cambiaria por el aumento en los dólares paralelos

Por su lado, LCG estimó que “la tercera semana de julio cerró con una inflación de 0,6% en alimentos y bebidas. Implica una aceleración marginal respecto a la semana anterior”, que había sido de 0,5%, midieron. La primera semana del mes había registrado un ritmo marcadamente mayor, de 1,8 por ciento.

“La suba promedio mensual se sostiene en 3,9% y se reduce a 3,5% en la medición punta a punta de las últimas 4 semanas. Hace cinco semanas que la inflación mensual de alimentos está estacionada en torno a 4% mensual”, concluyeron desde LCG.

La fase 2 de política económica que comenzó, de manera formal, este lunes al trasladar el BCRA todos sus pasivos al Tesoro, implicará una “seca” monetaria luego de que la entidad central cierre la canilla de emisión de intereses de su deuda. Ese apretón adicional, proyectan en los despachos oficiales, prepará el terreno para una desaceleración mayor del ritmo de precios.

Ese es, a grandes rasgos, el principal efecto macroeconómico que mencionan en el equipo económico, tendrá el esquema nuevo de eliminación de los pasivos remunerados del Central, que serán reemplazados por una letra fiscal de liquidez a cargo del Ministerio de Economía. Un riesgo que puede correr el Gobierno, como contraparte, es que ese ahogo monetario haga más lenta la recuperación económica o extienda incluso más la recesión.

Fuente: iprofesional