IMPOSITIVAS – Impuesto PAIS: los 4 principales efectos que se vienen con la baja impositiva

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La alícuota del Impuesto PAIS pasa del 17,5% a 7,5%. Qué impacto tendrá este cambio sobre dólar, inflación, recaudación e importaciones

A partir de este lunes, la alícuota del Impuesto PAIS para la importación de bienes y fletes se reduce 10 puntos porcentuale y baja de 17,5% a 7,5% lo que implicará cambios en diversos aspectos, pero principalmente en cuatro frentes: en los dólares, en la inflación, importaciones y reservas, y en la recaudación impositiva donde jugó un rol crucial para lograr superávit fiscal.

La medida no alcanza al resto de los servicios importados, los gastos con tarjeta en el exterior o el dólar ahorro. El Impuesto PAIS (Para una Argentina Inclusiva y Solidaria) es un tributo que fue creado a fines de 2019, durante el inicio del gobierno de Alberto Fernández.

Cuando asumió Javier Milei aumentó la alícuota del 7,5% al 17,5% El ministro de Economía, Luis Caputo dijo que iba a ser transitorio, y lo justificó en el marco de la emergencia económica ante la crítica herencia recibida. Durante la trabada negociación en el Congreso por la ley de Bases, el funcionario había prometido que tras la sanción de esa norma, retrotraen el Impuesto PAÍS al mismo nivel que tenía. Y Milei aseguró que el gravamen será eliminado a partir del 1 de enero de 2025.

Para los analistas es un paso en la dirección correcta porque avanza en la remoción de un impuesto distorsivos y, por otro lado, tiene el valor adicional de construir credibilidad cumpliendo lo prometido, que ayudará a la desaceleración de la inflación, pero “la pérdida de recaudación y la ralentización en la acumulación de reservas serán los principales costos”.

1. El impacto del Impuesto PAIS en la inflación

Al abaratarse el costo de las importaciones y fletes, Caputo aseveró que “vamos a ver una baja de precios” en septiembre. Un informe de la consultora 1816 sostuvo que “el impacto más claro debería notarse en los precios mayoristas, no solo de productos importados que tienen una ponderación de 7,3% en el Índice de Precios Mayoristas del INDEC, sino también de productos manufacturados nacionales que tienen un componente de costo importado.

En cuanto al impacto en los precios al consumidor, la consultora sostuvo que “el pass through (traslado) de la apreciación al IPC debería ser positivo, pero cuán efectiva será para influenciar la inflación minorista dependerá de muchas otras variables como el grado de competencia en el sector -que define la capacidad de las empresas de trasladar bajas de costos a sus márgenes en lugar de a los precios- y la robustez de la demanda -que define si los consumidores convalidarán potenciales incrementos en los márgenes- en un contexto de incipiente rebote de los salarios y, por ende, del consumo y la actividad”.

De acuerdo a los cálculos de los analistas, la baja del Impuesto PAÍS sobre la inflación implicaría una reducción que oscilaría entre 0,5 y 0,7 puntos porcentuales, aunque recalcan que “no necesariamente va a ser todo en septiembre”.

Tobías Pejkovich, analista de Facimex Valores también aseguró que “la baja del impuesto PAIS probablemente tenga un mayor impacto sobre los precios mayoristas que sobre el IPC; asumiendo un traslado pleno a través de los productos importados, tendría una incidencia negativa de 0,7 puntos porcentuales sobre el IPIM; aunque difícilmente esa elasticidad sea 1 a 1, por lo que creemos que el impacto sería menor”.

Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, alegó que hay empresas que en septiembre están vendiendo mercadería que importaron al dólar oficial más 17,5% entonces quizás no bajen los precios, y no quieran salir muy agresivamente a pricear su mercadería”.

Así, tras una inflación que en julio fue de 4%, que en agosto rondaría en un nivel similar, en un rango de entre 3,5% y 4% según las estimaciones privadas, el costo de vida en septiembre rondaría en torno al 3%, lejos del 1% que pregonaba hace unas semanas Caputo, o siquiera convergir al 2% del ritmo del crawling peg.

Rocío Bisang, analista de Eco Go, señaló que “el traslado (de la baja impositiva a precios) va a depender de cada sector, aunque es probable que en aquellos que quedaron más atrasados se sienta menos”.

“Es probable que la baja se sienta un poco más en sectores como los vinculados a electrodomésticos, autos y tecnología, que son los que relativamente venían más arriba y hay algo más de margen para el ajuste”, esgrimió.

2. Efecto de la baja tributaria en los dólares paralelos

El dólar blue cerró agosto en $1.305 con lo cual tuvo una baja mensual $65, mientras que el Contado con Liquidación en el mes subió 1,1% al finalizar en $1.298 y el MEP cayó 1% al quedar en $1.279. Las divisas financieras se mantuvieron calmas en agosto por la estrategia de intervención oficial y otros factores que contribuyeron como la necesidad de pesos para afrontar el pago vencimientos impositivos.

Algunos analistas prevén que los dólares financieros exhibirán una tendencia descendente por el impacto de la baja del impuesto PAIS. Y es que esta rebaja del impuesto incentiva a pagar importaciones en el mercado oficial de cambios, ya que se amplía la brecha contra el CCL, lo que puede restar demanda a los dólares financieros y así quitarle algo de presión dado que antes había importaciones que se negociaban a través del CCL que ahora se canalizarían en el MULC. Y a eso se suma el impacto que tendrá el blanqueo.

No obstante, otros expertos consideran que esta baja impositiva impacta negativamente en la acumulación de reservas, lo cual obligará al BCRA a una mayor intervención oficial que podría tensionar a los dólares libres.

En ese marco, los analistas prevén que los dólares financieros en septiembre podrían tener un piso de $1.200 y un techo en torno a $1.300. Y por arbitraje, ven un rango similar para el dólar blue.

Al respecto, Manuel Ilzarbe, analista de activos financieros de Wise Capital, comentó que “en cuanto los dólares financieros, se espera que tengan una pequeña tendencia a la baja, pudiendo llegar hasta $1.200”.

Y fundamentó: “Esta caída se puede generar por 2 motivos: el primero, quienes antes pagaban sus importaciones a través del mercado financiero ahora, con la reducción del impuesto PAIS, tienen un incentivo para optar por el MULC. Y segundo, aquellos que prefieran evitar el 5% de multa para sacar los dólares blanqueados podrían invertir en acciones y Cedears, ayudando a disminuir la brecha”.

La economista Natalia Motyl concordó que “con la reducción del Impuesto PAIS, es previsible que disminuya la demanda de dólares financieros, lo que podría llevar a una menor volatilidad y a una corrección a la baja en sus cotizaciones, situándose en torno a los $1.200”.

A su vez, Tobías Sánchez, analista de Cocos evaluó que “los dólares financieros probablemente experimenten volatilidad al alza durante las primeras semanas del mes, esto se debe a que muchos importadores han retrasado sus operaciones a la espera de la reducción del impuesto PAIS, lo cual podría llevar al BCRA a intervenir como vendedor neto”.

“Sin embargo, hacia mediados o finales de mes, esta tendencia podría revertirse debido a la demanda de pesos para el pago de bienes personales, lo que podría generar una venta de dólares y estabilizar las cotizaciones”, auguró.

No obstante, advirtió que “si el BCRA no logra aumentar sus reservas netas, la percepción de escasez de dólares se intensificará, exacerbando la demanda de dólares paralelos”.

Para el analista financiero Gustavo Ber, “la reducción del impuesto PAIS podría contribuir al proceso de desinflación, y así contraer algo más a los dólares financieros al combinarse con flujos positivos por el blanqueo, obligaciones tributarias, moratoria y necesidades corrientes de pesos”. Según su visión, “el rango de los dólares financieros y el blue en septiembre sería entre “$1.250 y $ 1.300, con posibilidades de ir convergiendo hacia cerca del nivel inferior a fin de mes por los factores anteriores y de sumarse señales respecto al proceso de desinflación”.

3. Qué pasará con las reservas tras baja del Impuesto PAIS

Los analistas prevén que la baja del impuesto PAIS, genere una mayor demanda de importaciones. Y eso, a su vez, dificultará la acumulación de reservas, cuyo stock neto es negativo, continúan en torno a u$s3.200 millones, que se extiende a -u$s5.000 millones al considerar los vencimientos de los BOPREAL, según cálculos privados. Y todo apunta a que los números previstos para el superávit comercial -uno de los dos grandes puntales del plan económico, empieza a quedar en duda.

El BCRA en la última rueda de agosto registró ventas netas por u$s238 millones, el mayor saldo negativo en la era Milei, y el rojo diario más elevado desde el 10 de octubre de 2023. De todos modos, el BCRA cerró agosto con compras netas por u$s380 millones-luego de que en junio y julio terminó en rojo-en un escenario de menor demanda de importaciones de energía, y por la postergación de operaciones a la espera de la baja del impuesto PAIS.

Ahora, con la reducción de la alícuota del impuesto PAIS, en Facimex Valores indicaron “el tipo de cambio importador se apreciará 8,5%, cayendo de $1.116 a $1.022” con lo cual “quedará apenas 18% por encima del nivel previo a la devaluación de diciembre medido en términos reales pero alineado con el dólar de exportación (80-20)”.

“El abaratamiento de las importaciones de bienes derivará en un aumento de las cantidades importadas que se combinará con mayores pagos de importaciones por el acortamiento en los plazos de acceso al MULC. Justo en medio de los meses estacionalmente más desafiantes para el BCRA en términos de intervención cambiaria y potenciado por el esperado rebote de la actividad”, lo cual “pesará sobre la acumulación de reservas”.

La consultora FMyA estimó que “las importaciones subirán desde septiembre u$s1.500 millones mensuales. Y lo atribuyó a dos efectos: la baja del impuesto PAIS “que hace saltar importaciones” y la reducción del plazo de pago a importadores de 4 a 2 cuotas “que puede hacer saltar importaciones a 150% en octubre”. En este escenario, y si no hay cambios, la consultora vaticinó que las reservas a fin de año caerían hasta u$s8.000 millones negativos.

Nicolás Capella, analista de Invertir en Bolsa también advirtió que “la compra de reservas en septiembre podría mermar, dado que hay importaciones que no se hicieron en agosto, esperando la baja del impuesto país, y además comienza a regir el nuevo esquema de pago para importaciones a 30 y 60 días, lo cual hará que la cantidad de dólares que se demanden al oficial aumenten”.

Por su parte, Motyl dijo que si bien la baja del impuesto PAIS puede “promover un aumento de las importaciones”, argumentó que ese incremento “podría ser moderado y no tan significativo dado el contexto macroeconómico actual que se caracteriza por una contracción en la actividad económica”.

En sintonía, Maximiliano Ramírez, director de Lambda Consultores, concordó que “en la dinámica de las importaciones con relación a la salida del impuesto PAIS no veo un impacto tan significativo” porque “los datos de actividad económica vinieron bastante mal con una caída de 3,9% en junio”.Y consideró que puede haber tracción de importaciones por la baja de precios “pero se va a compensar en parte con lo que no compres de energía”.

Si se confirmaran los pronósticos de los economistas, entonces se volvería a un nivel de importaciones superior entre u$s6.500 millones y u$s7.000 millones por mes. Y esto alteraría las proyecciones sobre el superávit que dejaría la balanza comercial, que hasta ahora se preveía como un robusto saldo de u$s19.000 millones, según el consenso de la encuesta REM.

Pero estos números habían sido proyectados sin tomar en cuenta la reducción del Impuesto PAIS. Cuando se hace la corrección, ya con un nivel de importaciones más elevado, entonces ese superávit se podría acortar hasta un 20% respecto de las proyecciones. Hablando en plata, hasta unos u$s4.000 millones menos de lo previsto.

Desde Delphos resaltaron que “septiembre y octubre aparecen como meses más desafiantes para la acumulación de reservas, ya que el acortamiento de los plazos de pago de las importaciones y cierta demora para cursar los pagos al exterior de los importadores a la espera de la rebaja del impuesto PAIS anuncian un incremento en la demanda de divisas, y aquí es donde resulta importante disponer de financiamiento externo (REPO,organismos internacionales o bilaterales, etc.) que pueda compensar (aunque sea parcialmente) esta coyuntura más adversa para el BCRA”

4. El costo en la recaudación: el impacto fiscal

La baja del Impuesto PAIS tiene un impacto fiscal de entre 0,3% y 0,4% del PBI a través de una menor recaudación, según los cálculos de los analistas. El aumento de la alícuota al inicio del gobierno de Milei fue uno de los pilares para conseguir superávit primario fiscal en todos estos meses

En ese sentido, Motyl subrayó que el impacto fiscal de la baja del impuesto PAIS “es un aspecto crucial, ya que representa aproximadamente el 6% de la recaudación total del gobierno” y, por lo tanto, “no solo podría comprometer la sostenibilidad fiscal en el mediano plazo, sino que también podría desestabilizar el programa económico actual del gobierno”.

Los analistas de Delphos calcularon que “el impacto se observará en la recaudación, que caería cerca de $430.000 millones mensuales”. Y precisaron que “esto representa el 5% de la recaudación tributaria del gobierno nacional, que deberá ser cubierta en el corto plazo por los ingresos extras del impuesto a las ganancias, la moratoria y el blanqueo”.

A su vez, la consultora FMyA precisó que “en lo que va del año, el impuesto PAIS recaudó 0.7% PBI, estimamos que el grueso por importaciones, por el ya muy acotado alcance del dólar ahorro” y aseveró que “fue clave hasta acá para el superávit primario acumulado a julio de 1,1% del PBI”.

La consultora estimó que con la baja del impuesto PAIS “el fisco recaudará u$s 600 millones menos” y consideró que “esto se compensaría con la Ley Bases, que da una mejora de recaudación similar por blanqueo, Bienes Personales, moratoria, y el impuesto a las Ganancias”.

Según las previsiones de los analistas de PPI, “la recaudación por este tributo caería alrededor de 43% o el equivalente a $300.000 millones mensuales en septiembre y octubre asumiendo que las cantidades importadas no suben (si suben cantidades, la mayor recaudación por aranceles compensaría parcialmente)”.

“Extender la posible pérdida de recaudación hasta fin de año es complejo, ya que en algún momento de noviembre podrían postergar las importaciones a la espera de la eliminación definitiva del tributo. Esto no haría otra cosa que lastimar aún más la recaudación bajo este concepto”, plantearon.

Pejkovich también proyectó que “la reducción del impuesto PAIS tendrá un costo fiscal de 0,3% del PBI este año”. Y planteó que “el impacto fiscal de la medida en 2024 sería compensado con la recaudación esperada por el gobierno para el blanqueo, según surge de las estimaciones reveladas en la octava revisión del programa con el FMI”.

A su vez, la consultora LCG consideró que esa pérdida fiscal “posiblemente sea compensada por el incremento de las tarifas de servicios públicos y la consecuente reducción de subsidios”.

Fuente: iprofesional