En contraste, las Obligaciones Negociables (ON) sufrieron una contracción del 25 % en volumen y redujeron su número de operaciones a tan solo 17 emisiones, el nivel más bajo de los últimos doce meses. Las emisiones en dólares “hard” vieron un recorte aún más drástico: –50 % en montos nominales y –25 % en cantidad de colocaciones, impactadas por la menor participación del sector energético y la volatilidad previa a las flexibilizaciones cambiarias.
Lo que analiza el documento
“Vimos una caída general en el nivel de actividad durante abril, debido a la volatilidad que se generó en la previa a la salida del cepo”, explicó Juan Tripier, director de la práctica de Deals de PwC Argentina. Tripier añadió que, una vez estabilizadas las variables cambiarias y monetarias, mayo mostró signos de recuperación, con un fuerte repunte en emisiones de ON e incluso colocaciones internacionales.
Los primeros datos de mayo confirman esta reversión: las ON aumentaron tanto en volumen como en cantidad de operaciones, mientras que los fideicomisos financieros ceden algo de terreno tras su pico de abril. Según Juan Pablo Herrero Vidaña, “el mercado empieza a recomponerse en distintos segmentos, pero las emisiones siguen siendo de corto plazo y con tasas relativamente altas en pesos. Un contexto de mayor estabilidad debería fomentar plazos más largos y tasas en descenso en los próximos meses”.
El informe subraya que, para consolidar esta mejora, será clave mantener un entorno macroeconómico previsible, con políticas monetarias consistentes, expectativas de inflación a la baja y un tipo de cambio con menor dispersión. La confianza regresó tras las primeras medidas de apertura cambiaria, pero el desafío sigue siendo atraer emisiones en moneda dura y de largo plazo en un contexto regional de alta incertidumbre.
Fuente: ambito