El valor de la canasta básica aumentó en junio. Una familia tipo necesitó $1.128.398 para no ser pobre: $17.774 más que el mes anterior. El alza puso entre paréntesis el leve alivio de mayo, con énfasis en comestibles que registraron aumentos tras un breve registro deflacionario.
En el cierre del semestre, volvió a subir el piso que define la pobreza y la indigencia. En junio, el costo de la Canasta Básica Total (CBT) aumentó un 1,6% respecto de mayo, mientras que la Canasta Básica Alimentaria (CBA) se incrementó un 1,1%, según informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Con estos datos, el acumulado semestral se ubicó en 12,6% para la CBA y en 10,1% para la CBT. Las cifras se mantienen por debajo de la inflación general del semestre, que fue del 15,1%, y también de la inflación núcleo, que alcanzó el 16,7% entre enero y junio.
En términos interanuales, la variación fue de 28,7% para la canasta alimentaria y de 29,2% para la básica total. Esto refuerza el dato de que, si bien volvieron a subir, las canastas se encarecen a un ritmo inferior al promedio de precios de la economía, que marcó 39,4% en los últimos doce meses

La CBA mide la cantidad de ingresos necesarios para adquirir los alimentos básicos que cubren los requerimientos nutricionales mínimos. La CBT, en cambio, suma el costo de otros bienes y servicios, como transporte, educación, salud, ropa, comunicación y vivienda. Por eso, mientras la primera refleja el umbral de indigencia, la segunda establece la línea de pobreza.
Cabe destacar que el dato de junio completa la medición semestral en la Argentina, que condiciona otros indicadores atados a esta base como el salario mínimo vital y móvil, los montos de la asignación universal por hijo, las jubilaciones mínimas, las categorías y montos del monotributo y el piso del impuesto a las Ganancias, entre otros.
Según tipo de hogar
En junio, una persona adulta tuvo que tener en el último mes $365.177 para no ser pobre, mientras que para no caer en la indigencia necesitó $163.757.
Un hogar compuesto por tres personas necesitó un total de $1.301.177 para cubrir las dos canastas: $402.841 para alimentos y $898.336 contemplando la CBT.

Una familia tipo, compuesta por cuatro integrantes, precisó de $1.634.406 en mayo para cubrir sus gastos. A los $506.008 de la CBA se le agregan los $1.128.398 correspondientes a la CBT.
Por último, un hogar compuesto por cinco personas requirió un total de $1.719.035 en el sexto mes del año: $532.209 fueron para alimentos y $1.186.826 fueron para servicios.
La comida volvió a aumentar
El valor de la CBA había caído un 0,4% en mayo, lo que implicó una baja en los gastos mínimos de alimentación. Sin embargo, en junio volvió a crecer. El alza de 1,1% implicó un nuevo aumento al interrumpirse una fugaz etapa deflacionaria.
En el análisis mensual, la división de Alimentos y Bebidas no alcohólicas –que pesa fuerte en la canasta alimentaria– subió solo 0,6% en el IPC de junio. Esto sugiere que, aunque el rubro general tuvo una leve variación, los productos incluidos específicamente en la canasta alimentaria sí aumentaron más que el promedio del grupo.
Fuente: el litoral