ECONOMÍA – En alerta por el impacto de la suba de tasas, el mercado proyecta menos crecimiento en el tercer trimestre

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El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA mostró un reajuste en la perspectiva de actividad entre julio y octubre. Se sostiene la meta de crecer un 5% en 2025. Los primeros datos de dos sectores clave marcaron una caída el mes pasado.

El mercado empieza a poner en sus números la última foto de actividad económica. En un contexto de suba de la tasa de interés y del costo del financiamiento para las empresas, un tema que ya fue advertido por distintos sectores, las consultoras que participan de la encuesta mensual del BCRA reajustaron hacia abajo la perspectiva para el tercer trimestre, aunque sostienen todavía un cálculo de mejora de 5% del PBI a lo largo del año.

Esa novedad está explicada en algunas cifras que encendieron luces amarillas sobre la marcha de la economía. Algunas consultoras y centros de estudios observan oscilaciones en la actividad a partir de marzo y para algunas, con información consolidada hasta junio, la economía podría ingresar en un ciclo de nuevo estancamiento, con un ritmo más tímido para algunos rubros y caídas leves para otros.

Uno de los elementos que explica la cautela del mercado respecto a la actividad se relaciona con el nivel de tasas de interés, que tras el desarme de las Lefi y en contexto de tensiones cambiarias, subieron fuertemente para recomponer la estabilidad. Según el cierre del Banco Central del miércoles, como ejemplo, la tasa de adelantos en cuenta corriente para empresas fue de 55,7% anual, casi 20 puntos porcentuales más que el promedio de hace un mes. Eso implica, de manera directa, un incremento en el costo financiero.

El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) anticipó en parte este potencial efecto sobre el ritmo de la actividad. El segundo trimestre, por caso, habría tenido una economía más veloz que lo esperado hace un mes atrás (crecería 0,8%, una mejora de 0,4%) pero en el tercer trimestre sería más lenta, con 0,5%, una revisión a la baja de 0,3 por ciento. Por ese efecto contrapuesto es que el 5% proyectado para todo el año no registró cambios aún.

Según los primeros sondeos de consultoras con datos sectoriales, la actividad económica continúa mostrando señales mixtas, con algunos rubros que mantienen cierto dinamismo, mientras que otros acusan una caída más marcada. Según la consultora Outlier, los datos preliminares de julio muestran un deterioro adicional en la producción industrial, en particular en sectores sensibles como el automotor y la construcción.

“Todo refuerza nuestra presunción de que la actividad se resintió en julio de la mano del desanclaje de las expectativas cambiarias y el alza de las tasas de interés reales”, señalaron. A eso se suma el impacto de “salarios reales más golpeados en el arranque de 2025 y un crédito al sector privado mucho menos dinámico”.

Entre los indicadores más recientes, los despachos de cemento al mercado interno ajustados por estacionalidad cayeron 2,4% en julio, mientras que en la comparación interanual se registró una baja del 2,8 por ciento. En tanto, la producción automotriz sufrió un retroceso mensual de 12,7% desestacionalizado, que se suma a la caída de similar magnitud en junio, acumulando así un desplome del 24% en dos meses. En términos interanuales, el sector registró una baja del 16,5 por ciento.

Este jueves se conocerán los datos oficiales del Indec de industria manufacturera y de construcción de junio. La consultora LCG recordó que en mayo hubo un repunte de la industria del 2,2% desestacionalizado, que sin embargo no alcanzó para recuperar lo perdido durante el primer trimestre. “El nivel se ubicó todavía 0,7% por debajo de diciembre de 2024 y 1% por debajo de noviembre 2023”, indicaron.

Los datos adelantados reflejan una dinámica dispar entre sectores, con desempeños positivos en la refinación de petróleo (+13,3%), molienda de oleaginosas (+5,2%), consumo de energía eléctrica industrial (+3,5%) y molienda de cereales (+4,1%). Por el contrario, mostraron caídas la siderurgia (-11,7%), la carne aviar (-6,1%), la producción automotriz (-3,9%) y las importaciones de bienes intermedios (-2,2 por ciento). “La recuperación que había comenzado en abril se muestra acotada y con heterogeneidad creciente”, evaluaron en LCG. Aun así, esperan “otro mes de crecimiento modesto” para el sector fabril.

Por su parte, la Fundación Mediterránea advirtió sobre un “claro amesetamiento” en el ritmo de expansión de la actividad durante el segundo trimestre. Aunque las estimaciones para junio anticiparon una leve suba, proyectaron que el trimestre cerraría con un crecimiento en torno al 1%, muy por debajo del 3,9% registrado entre enero y marzo. En comparación con el último trimestre de 2024, la expansión sería apenas la mitad.

Pese a esta desaceleración, desde la entidad destacaron que el nivel de actividad agregado continúa en terreno elevado. “Se ubica 4,5% por encima del que existía en noviembre de 2023”, subrayan. No obstante, los analistas coinciden en que el segundo semestre enfrenta un escenario más desafiante, con menor impulso del consumo, volatilidad financiera y efectos rezagados del ajuste fiscal.

La Unión Industrial Argentina (UIA) expresó su preocupación por la evolución de la actividad económica y advirtió sobre el impacto que la contracción del crédito está teniendo sobre la producción y el empleo. En un comunicado oficial, las autoridades de la entidad remarcaron que “las tasas de interés deberían estabilizarse en un nivel razonable para la capacidad de las empresas” y subrayan la necesidad de contar con financiamiento accesible, sobre todo para las pequeñas y medianas industrias, en un contexto de creciente presión sobre los costos.

Fuente: infobae.com/economia