El nivel general de actividad registró una baja de 0,8% en la medición desestacionalizada. La expansión fue impulsada por la intermediación financiera y el sector minero, mientras que la industria sigue en baja
La economía argentina volvió a mostrar señales de debilidad en septiembre. De acuerdo con el Índice General de Actividad (IGA) elaborado por Orlando J. Ferreres & Asociados, el nivel general de actividad registró en septiembre una contracción de 0,8% respecto de agosto, en la medición desestacionalizada, marcando así un nuevo retroceso mensual luego del leve repunte que se había observado en agosto. En la comparación interanual, la consultora estimó un crecimiento de 4,1%, impulsado principalmente por el buen desempeño de la intermediación financiera y del sector minero, mientras que la industria manufacturera volvió a ubicarse entre los rubros con incidencia negativa.
Con estos resultados, el tercer trimestre del año cerró con una baja de 0,3% frente al segundo, lo que, según el informe, de confirmarse en las cuentas nacionales implicaría que el país ingresó en una recesión técnica. De todos modos, el acumulado de los primeros nueve meses de 2025 muestra todavía un crecimiento de 5,7% en términos interanuales.
Desde la consultora explicaron que “luego del rebote de agosto, la economía volvió a contraerse en septiembre, anotando una merma de 0,8% mensual en la medición desestacionalizada”. El trabajo también señaló que durante el mes analizado persiste un clima de incertidumbre económica, aunque tras el resultado electoral favorable al oficialismo se redujo la tensión cambiaria y se comenzó a percibir cierta recuperación de la confianza sobre el rumbo económico. “Por sí solo esto no logrará reactivar la marcha de la actividad, pero ofrece un contexto más favorable para recomponer los ingresos, el consumo y la inversión”, agregaron.
Diferencias entre sectores
El informe de Ferreres identificó diferencias marcadas entre sectores. En septiembre, la agricultura y ganadería mostró una caída de 0,5% interanual, con un retroceso de 1,8% en la actividad agrícola y sin variaciones en la ganadera. En contraste, la intermediación financiera se mantuvo como el sector de mayor crecimiento, con una suba interanual de 24,5%, seguida por minas y canteras, que registró un avance de 4,7%. Dentro de este último rubro, la producción de petróleo crudo creció 13,6%, mientras que la de gas natural se contrajo 5,8%.

El rubro de electricidad, gas y agua también mostró una recuperación luego de dos meses de bajas, con un incremento interanual de 5,7%, asociado a un mayor consumo residencial por factores estacionales. En cambio, la construcción avanzó apenas 3% interanual, reflejando la desaceleración de la inversión privada en un contexto de altas tasas de interés y costos crecientes.
La industria, otra vez en terreno negativo
Dentro del panorama general, la industria manufacturera volvió a ser una de las principales preocupaciones. Según el Índice de Producción Industrial (IPI-OJF), la producción fabril se contrajo 1,1% interanual en septiembre y 0,8% respecto del mes previo, sumando así tres caídas en los últimos cuatro meses. En el acumulado del año todavía mantiene un incremento de 2,2%, aunque la tendencia de los últimos trimestres apunta a una pérdida de dinamismo.
El estudio señaló que el nivel de actividad industrial se ubicó 2,6% por debajo del que tenía a fines del año pasado, lo que confirma que el repunte de agosto fue insuficiente para revertir la tendencia. “Incluso en un escenario optimista, no será rápida la recuperación de la actividad industrial, que dependerá del ordenamiento macroeconómico y de una mejora en el consumo interno, de la mano de la recomposición de los salarios y del crédito”, indicó Ferreres.
El análisis sectorial muestra que alimentos, bebidas y tabaco cayeron 1,3% interanual, con una baja de 3,3% en la faena bovina y un aumento de 2,5% en la producción de aceites. En maquinaria y equipo se registró una disminución de 0,4%, con una caída de 5% en la producción automotriz, parcialmente compensada por el crecimiento de los electrodomésticos de línea blanca. En metales básicos, la contracción fue de 1,7% interanual, aunque el acumulado del año se mantiene positivo gracias al aumento en la producción de laminados en frío.

El informe también destacó que el sector de minerales no metálicos, vinculado a la construcción, creció 0,5% en septiembre, con un incremento acumulado de 7,4% en los primeros nueve meses del año. Los despachos de cemento acompañaron esa evolución, con un alza similar.
El sector de “refinerías” fue el que más creció, con una recuperación interanual del 4,2% en septiembre.
Un panorama aún frágil
En conjunto, los resultados de ambos indicadores elaborados por Ferreres muestran que la economía argentina volvió a perder impulso en el tercer trimestre del año, afectada por la debilidad del consumo y la falta de inversión. El repunte de algunas ramas puntuales, como la energía y la minería, no logró compensar las caídas en sectores más vinculados al mercado interno.
Aunque el resultado electoral de octubre y la reducción de la volatilidad cambiaria pueden brindar un respiro, la consultora advirtió que la recuperación dependerá de la capacidad de recomponer ingresos y restablecer la confianza. En este escenario, tanto la economía en general como la industria en particular enfrentan el desafío de salir de un período de estancamiento que, por ahora, continúa marcando el ritmo de la actividad nacional.
Fuente: infobae economico




