FINANZAS – Las provincias salieron del déficit fiscal en 2018

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No se daba desde 2014. La caída del salario real fue determinante para explicar el superávit.

En 2018, el conjunto de las provincias argentinas contó con ingresos que fueron superiores a su gasto antes de intereses, por lo que alcanzó un superávit primario equivalente al 0,4% del PIB. Este dato no es menor, ya que desde el año 2014 no se registraba un resultado primario positivo en las cuentas provinciales. En 2017 el resultado negativo o déficit primario alcanzó también el 0,4% del PIB, por lo que resulta interesante indagar acerca de las razones que explicaron este cambio de signo en el último año.

Por el lado de los ingresos totales, la coparticipación tuvo un incremento de 0,45 puntos porcentuales (p.p.) del PIB, constituyéndose en el rubro que más creció. La otra fuente de ingresos automáticos, el Fondo Federal Solidario, fue derogada en agosto del año pasado y en consecuencia cayó 0,12 p.p. del PIB en la comparación interanual. Ambos ingresos conforman los recursos que la Nación envió de manera automática a todas las provincias. Respecto a los envíos no automáticos corrientes y de capital, en 2018 registraron una merma equivalente a 0,57 p.p. del PIB. En cuanto a la recaudación propia, los datos disponibles reflejan una caída conjunta de 0,19 p.p. del PIB. El resto de los ingresos crecieron 0,09 p.p. del PIB. En suma, los ingresos totales presentaron una caída de 0,34 p.p. del PIB entre 2017 y 2018.

Ante esta reducción en los ingresos, claramente la mejora de 0,8 p.p. del PIB, pasando de déficit a superávit primario, tuvo que provenir de una caída aún mayor del gasto primario, el cual disminuyó 1,17 p.p. del PIB entre 2017 y 2018. Entre las erogaciones, la caída más relevante respecto a 2017 se registró en el gasto en personal, y fue de 0,67 p.p. del PIB. El gasto de capital también tuvo una baja de 0,23 p.p. del PIB, mientras que el resto de las erogaciones cayeron 0,28 p.p. del producto.

Comportamientos individuales: resultado Corriente primario por provincia

El resultado corriente primario se define como la diferencia entre los ingresos corrientes o habituales, y los gastos corrientes primarios (bienes o servicios, sueldos, transferencias, etc.). En el caso de ser positivo, constituye un ahorro genuino que les brinda mayor margen de maniobra puesto que sirve, por ejemplo, para financiar la realización de obra pública y/o para pagar intereses de la deuda. Si es negativo, significa que la provincia no puede afrontar con sus ingresos normales sus gastos de funcionamiento habituales, lo que la colocaría en una situación de vulnerabilidad. Por lo tanto, el resultado corriente primario es un resultado clave para juzgar la gestión de un gobierno.

Al cierre del año 2018 se pudo apreciar que todas las jurisdicciones presentaron superávit corriente primario. Si se lo relaciona con los ingresos totales de cada provincia para tener un indicador comparable, se destacan las provincias de Santiago del Estero, San Juan y CABA, con indicadores superiores al 20%.

Para analizar el desempeño entre provincias resulta apropiado efectuar alguna agrupación de las jurisdicciones en función del ingreso (producto bruto) y de la densidad poblacional (habitantes por km2 de superficie).

En el grupo de altos ingresos y alta densidad poblacional se destaca CABA, con el mayor superávit respecto a sus ingresos totales (22,5%). Por otra parte, la provincia de Buenos Aires presentó el menor superávit corriente primario, con un valor equivalente al 7,7% de sus ingresos totales. En el grupo de altos ingresos y baja densidad de población, destaca la provincia de Chubut con un indicador igual a 18,7%. En el otro extremo se ubicó Santa Cruz (3,9%).

Entre las provincias de ingresos relativamente bajos y más densamente pobladas la provincia de Misiones presentó el mayor indicador de superávit corriente (13,7%). En tanto las provincias restantes presentaron un indicador cercano al 6%. Y las provincias de Santiago del Estero y San Juan se destacan en el grupo de bajos ingresos y densidad, al haber presentado indicadores superiores al 20%.

Indicadores clave

Un componente determinante del resultado corriente provincial es el Gasto en Personal, ya que es la principal erogación de ese nivel de gobierno. El indicador de Gasto en Personal / Gasto Total da una idea de la rigidez del gasto las provincias. En la práctica se considera que el gasto en personal es un rubro inflexible a la baja, ya que su ajuste nominal está políticamente restringido.

Al cierre del año 2018 Tucumán, Río Negro, Salta, Jujuy y Chubut fueron las provincias donde el gasto en personal tuvo una mayor importancia relativa, concentrando no menos de la mitad del gasto total. En el otro extremo, las provincias donde el gasto en personal tuvo la menor importancia dentro de las erogaciones fueron Córdoba, San Juan, Formosa y Misiones, concentrando menos del 40% del gasto.

Por el lado de los recursos, resulta útil medir la importancia de la recaudación provincial en los ingresos totales a través del indicador Recaudación Propia / Ingreso Total. Este indicador brinda una idea del nivel de autonomía que posee la provincia. En este sentido, se destaca la jurisdicción de CABA con un indicador de 68%. En el otro extremo, con un ratio inferior al 10% se ubicaron las provincias de Catamarca, Santiago del Estero, La Rioja y Formosa.

¿Se podrán hilvanar 2 años consecutivos de superávit?

Como se mostró al principio de esta columna, el ajuste del principal gasto en las provincias, que es el rubro personal, fue determinante para la mejora en los resultados fiscales en 2018. Pero lograr que ésto se repita en el eleccionario año 2019 aparece como un verdadero desafío. Asimismo, la recaudación propia provincial, fuertemente apoyada en impuestos procíclicos como ingresos brutos, mostró una merma principalmente a fines de 2018 y lo mismo ocurrirá en 2019 en el contexto de una actividad a la baja y de disminuciones en la carga tributaria por el consenso fiscal. Este año electoral será una vez más un verdadero desafío para el manejo fiscal de las provincias. Esta vez no en el sentido de evitar un aumento del déficit primario, sino en el de sostener el superávit logrado en 2018.

Fuente: ieco.clarin.com