El resultado fue de $10.370 millones y de proyectarse el número al segundo trimestre de 2019 no habrá problemas para recibir los u$s5.400 M del organismo. La misión llegará en mayo y el board se reunirá el 15 de junio.
El Gobierno podría haberse asegurado ayer la aprobación de la segunda revisión del año del Fondo Monetario Internacional (FMI), al mostrar en el primer trimestre del año un superávit fiscal primario de $10.347 millones. De proyectarse este número al resto del ejercicio, el déficit se ubicaría entre el 0% y el 0,5% del PBI, en sintonía con lo firmado con el organismo que dirige Christine Lagarde. La próxima misión del Fondo llegará el mes próximo al país, y preparará un nuevo informe que será revisado el 15 de junio por el board; y, si no hay dificultades, unos días después deberán llegarán al país los u$s5.400 millones correspondientes a la cuarta revisión pactada en el stand by. Quedará luego una revisión más pactada para septiembre, por un monto similar al de junio, con lo que se cerrará cronograma de desembolsos importantes negociados con el FMI. A partir de allí quedarán revisiones trimestrales con giros de aproximadamente u$s1.000 millones hasta el primero de junio de 2021. Obviamente este cronograma quedaría a disposición de una nueva renegociación, una situación casi descartada para el próximo Gobierno, aun ante una reelección de Mauricio Macri. Mientras tanto, lo que el actual Ejecutivo se garantizó ayer con los números superavitarios del primer trimestre del año (en el mismo período de 2018 se había registrado un déficit primario de $31.001 millones), es que con la proyección de ingresos y gastos para el segundo trimestre del año las metas pactadas con el FMI se cumplirán. Y con los u$s5.400 millones que llegarían, estarían ya cubiertos todos los vencimientos de deuda del ejercicio. O dicho de otro modo: Mauricio Macri, gracias al acuerdo stand by 2.0 firmado en septiembre del año pasado, terminaría su gestión 2015- 2019 sin haber caído en default.
El análisis oficial de los números presentados ayer por el Ministerio de Hacienda son los siguientes:
Es la primera vez en siete años que el sector público nacional no financiero tiene un primer trimestre con superávit primario.
El resultado primario acumulado asciende al 0,1% del PBI, en línea con el registrado en los últimos años de equilibrio primario (2010-2011).
Marzo es el vigésimo primer mes consecutivo en el que los ingresos totales suben por encima de los gastos primarios (33% contra 30%). Si se detraen los recursos extraordinarios (en marzo de 2018 y marzo de 2019 ingresaron $15.000 millones de utilidades del BNA), en marzo el diferencial de crecimiento entre recursos y gastos primarios asciende a 6 p.p.
En el primer trimestre este diferencial de crecimiento asciende a 9 p.p. y 10 p.p. respectivamente.
La mayor parte del esfuerzo fiscal viene de la contención de los gastos. En términos reales, los gastos primarios cayeron 16% en marzo (encadenando 16 meses consecutivos de caída real) y 14% en el primer trimestre.
Los recursos están creciendo por debajo de la inflación debido a la dinámica de la recaudación tributaria y al crecimiento en las transferencias automáticas a provincias, que en el primer trimestre se expandieron el 42,8% i.a. (3 p.p. por encima de los recursos nacionales).
La meta contenida en el acuerdo con el FMI para el primer trimestre del año asciende a $6.000 millones, pero este valor puede ajustarse a la baja si (a) el conjunto de programas sociales que abarca el acuerdo supera la línea de base fijada para dichos programas en el acuerdo y (b) el gasto de capital financiado con fuente externa supera la línea de base fijada para dichas erogaciones en el acuerdo.
En el primer trimestre el gasto de capital financiado con fuente externa no superó la línea de base. Sin embargo, el conjunto de gastos contenidos en el ajustador social del acuerdo con el FMI ascendió a $41.513 millones y estuvo $8.312 millones por encima de la línea de base establecida para el primer trimestre. De esta manera, la meta para el trimestre ascendió a – $2.312 millones, ya que la meta original ($6.000 millones) se ajustó a la baja en $8.312 millones.
Dado que el resultado primario en los primeros tres meses acumuló $10.347 millones, en el primer trimestre del año se verificó un sobrecumplimiento de la meta fiscal de casi $13.000 millones.
La meta de resultado primario se sobrecumplió sin acumular deuda flotante y superando los pisos de gasto social establecidos en el acuerdo con el FMI.
El déficit y el gasto vienen reduciéndose de manera sostenida. Cuando cierre 2019 habremos bajado el gasto 5 puntos del PBI en cuatro años, algo sin precedente.
El déficit financiero aumentó 32% en marzo contra marzo de 2018, pero esto implicó una reducción de 15 puntos términos reales. En el primer trimestre la ejecución del pago de intereses alcanza el 21% de lo presupuestado para todo el año, y el déficit financiero se redujo 17% en términos reales y en 0,1 p.p. del PBI.
Fuente: ambito.com