PROVINCIAL – La estadística, una herramienta para la ciudadanía

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La provincia fue así una de las primeras en adecuarse al nuevo régimen legal.

El 22 de julio próximo se cumplirán 50 años de la sanción de la ley 6533, que es conocida como la ley de estadística de la provincia de Santa Fe, que dispuso la creación del Instituto Provincial de Estadística de la Provincia (Ipec).

La provincia fue así una de las primeras en adecuarse al nuevo régimen legal que había entrado en vigencia con la ley nacional 17622, que tuvo como efecto la creación del Sistema Nacional de Estadística, encabezado por el Indec y en consecuencia las provincias comenzaron a adaptar sus regímenes legales, al nuevo estatuto establecido por la Nación.

En la redacción de la Ley 17622 participaron la Dra. Clotilde Bula, ex directora, y el Prof. Eugenio Dieulefait, fundador de la Escuela de Estadística de Rosario. Durante la siguiente década tuvo lugar una intensa labor estadística a lo largo y ancho del país. En ella tuvieron un papel destacado los estadísticos profesionales, egresados de la Escuela de estadística de Rosario, que llegaron a ocupar la mayoría de las Direcciones de Estadística provinciales del país. Utilizando la expresión que acuñara Hernán Otero, fue como si una nueva “edad del entusiasmo” se manifestaba en todas partes, 100 años después de la inaugurada con el Censo de 1869.

En el caso de Santa Fe, con motivo de la nueva ley, se llevó a cabo un concurso abierto de antecedentes y oposición para cubrir el cargo de director del Ipec, en el que compitió un numeroso grupo de destacados profesionales, entre los cuales me siento orgulloso de haber resultado elegido. A partir del 23 de junio de 1971, tuve la enorme satisfacción de trabajar, dentro del Ipec y fuera de él, con un extraordinario grupo de hombres y mujeres.

Desde los primeros años se fue produciendo un proceso de renovación, durante el cual, la gran experiencia de los funcionarios más antiguos, se fue trasmitiendo a los jóvenes profesionales que aportaron el conocimiento estadístico e informático, que permitió encarar sucesivos desafíos.

Apenas dos años después, con la asunción del gobernador Carlos Sylvestre Begnis en 1973, recibimos el encargo de hacer un censo escolar de amplio alcance, porque también incluía cuestiones socioeconómicas y culturales, respondiendo al interés del mandatario por la educación. La urgencia se acentuaba, por las dificultades observadas en el censo nacional de 1970.

Lamentablemente no se llegó a concretar por diversas razones, pero dejó como saldo una puesta al día de los métodos de relevamiento y procesamiento, el contacto con organismos nacionales e internacionales como Celade.

Se establecieron las bases del trabajo estadístico. En el orden legal, se introdujeron espacios para la participación de los usuarios por intermedio del decreto reglamentario de la ley 6533 y en la ley 7225 de creación del registro provincial de actividades económicas.

Por otro lado, se desarrollaron capacidades en procesamiento de datos y de análisis de la información estadística, pensando en los usuarios. El Sistema de Recuperación de Series Estadísticas (Sirse) incluyo un módulo de tratamiento estadístico inspirado en el conocido programa Minitap, no existía Excel todavía.

Para mí la fascinante aventura duró 15 años que, como dice un amigo, pertenecieron al tiempo antes de la arroba. La hoy anticuada PC no existía, ni el correo electrónico, y mucho menos la web. Para conseguir un teléfono de línea familiar había que solicitar turno en Entel. ¡No existían las TIC!

El Sirse anticipó el tipo de acceso a la información en estos días y buscaba sustituir el soporte papel por el acceso digital con facilidades para el análisis. Si se hubiera continuado hasta hoy con ese desarrollo, tendríamos estadísticas interactivas on line de la información provincial, considerando que el fondo de datos se constituía con los aportes de múltiples organismos provinciales.

El Censo de 1980 permitió emplear todos los recursos desarrollados en el Ipec y obtener resultados provisorios en tiempo récord: veinticuatro horas, ¡Al módico costo de una noche sin dormir del grupo de informática!. Y en una semana estuvieron publicados con gráficos, mapas y comentarios, a nivel de departamentos, municipios y comunas.

No quiero terminar sin mencionar la enorme importancia que tuvo el contador Carlos A. Paganini. Sin su respaldo el “equipo” del Ipec no hubiera podido jugar en primera como lo logró. Y con su apoyo también fue posible algo que ha quedado como un hito de la profesión estadística. La incorporación de la profesión al Consejo Profesional de Ciencias Económicas, con incumbencias y aranceles. Caso único en el país.

Hoy hay un nuevo desafío. El cuidado de nuestras instituciones solamente puede estar a cargo de ciudadanos críticos y activos. La herramienta fundamental para ejercer esa ciudadanía comprometida, es la información, particularmente la información estadística. Y saber estadística es tan importante para ejercer la ciudadanía, como saber leer y escribir, según vaticinaba H.G. Wells.

Fuente: lacapital.com