ECONOMíA – Un nuevo test para el gobierno: que la recaudación impositiva esté por encima de la inflación

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La AFIP da a conocer el resultado de la recaudación impositiva de julio. El ministro apuesta a una recuperación con el inicio del segundo semestre

En momentos en que impera un clima de tensión electoral, la AFIP dará a conocer este jueves el resultado de la recaudación impositiva de julio, dato que se convierte en un test crucial para el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien había anticipado que a partir del segundo semestre de 2019 iba a estar por encima de la inflación, algo que no sucedió en los últimos 12 meses.

Esto ocurre en medio de los reclamos empresarios, las críticas del lavagnismo a la presión impositiva y los pedidos del Fondo Monetario Internacional (FMI) por una “reforma integral” en materia tributaria, básicamente aumentando más los impuestos.

Las sugerencias del FMI se orientan hacia gravar más el consumo y castigar más la evasión, algo que va en el sentido absolutamente opuesto a lo que están pidiendo las gremiales empresariales.

El Gobierno, mientras tanto, sostiene y defiende su gestión sobre los gravámenes que se pesan sobre el sector privado. Los funcionarios de Cambiemos saben que si la recaudación no está por encima las señales no son buenas porque se estaría ante una economía que no crece, lo que se notó los últimos meses. De todos modos, la postura oficial es de optimismo, ya que creen que ese fenómeno negativo fue “pasajero”. Y a pocos días las PASO necesitan ratificar que su convicción tiene fundamentos.

Ya a fines de abril, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, había anticipado que “en la segunda mitad del año, la recaudación va a crecer por encima de la inflación”.

“La previsión es que la recaudación se mantenga balanceada en términos reales, con un segundo semestre que tiende a crecer sobre todo por la recuperación de la cosecha maíz y soja”, indicó Dujovne en aquella oportunidad.

Todo esto se podrá corroborar este jueves, cuando los resultados de julio confirmen o desmientan las expectativas de Hacienda.

En junio, la recaudación impositiva subió 52,1% en junio comparada en forma interanual y alcanzó los $454.442 millones. De esta manera, la AFIP completó un ciclo de 12 meses con los números fiscales debajo de la inflación.

El avance interanual del IPC (Índice de Precios al Consumidor) del Indec hasta junio es del 55,8%, según el número conocido hace dos semanas.

No obstante, el 52,1% de la recaudación de junio dio lugar a cierto optimismo en ámbitos oficiales, dado que su crecimiento representa una ligera aceleración con respecto a los meses anteriores. Había crecido 50,4% en mayo y 51,3% en abril.

De hecho, se estimó que el descenso interanual de la recaudación en términos reales fue en junio de sólo 2,3%. El mes anterior había sido del 5%, mientras que en abril la caída había rondado el 10%.

La semana pasada, Dujovne le presentó al presidente Mauricio Macri un informe sobre gastos y cambios realizados en los impuestos durante los últimos años, mientras expuso duras críticas al gobierno anterior.

El informe denominado “Menos gastos, menos impuestos” expone críticas a la anterior administración al asegurar que “el kirchnerismo duplicó el gasto público y aumentó la presión tributaria en seis puntos del PBI”.

“El Gobierno de Cambiemos, en cambio, bajó el gasto en más de cinco puntos del PBI al mismo tiempo que logró bajar los impuestos y reducir el déficit fiscal”, destacó.

Resaltó que “es la consolidación fiscal más importante de América Latina de los últimos 30 años”.

“Durante el kirchnerismo, el gasto primario del Gobierno nacional pasó de 12% a 24% del PBI, mientras que los impuestos pasaron de 20,6% a 26,2% del PBI”, sostuvo y apuntó: “Este aumento en la presión tributaria nos llevó a ser uno de los países de mayor presión impositiva en Latinoamérica”.

Dujovne argumentó que se impulsó la reforma tributaria porque los impuestos que venían del anterior gobierno, “además de ser altos, eran distorsivos y regresivos”.

“Con el cambio de Gobierno se rompió la tendencia al aumento en la presión tributaria”, remarcó.

Aseguró que la presión tributaria proyectada para 2019 “será 2 puntos porcentuales del PBI más baja que en 2015”.

El informe de Dujovne sostiene que el impuesto a las ganancias para las personas físicas “pasó de representar un 4,6% del PBI en 2003 a un 6,4% del PBI en 2015”, mientras “entre 2016 y 2018, en cambio, el impuesto bajó 1,3 puntos hasta 5,1% del PBI”.

La receta del FMI

Lejos de tentarse con las propuestas “liberales” de bajar impuestos para incentivar al sector privado, el FMI propuso alternativas para cerrar la brecha entre el objetivo de ingresos fiscales y lo que efectivamente se está recaudando.

Entre las medidas “sugeridas” se anotan la suba del IVA para productos hoy exentos o con un nivel por debajo del 21% general. Se trata, en gran medida, de rubros alimenticios, algo que hace suponer una inviabilidad política en pleno año electoral.

Y el recorte en la obra pública (cuyo presupuesto para el año es de $80.000 millones) podría terminar por pisotear los pocos “brotes verdes” en medio de la recesión.

También hubo un planteo para reformar el sistema de monotributo, donde se detecta una gran fuente de evasión. Sin embargo, hubo expertos que criticaron la insinuación de que hay que eliminar ese régimen simplificado, que permite que miles de pequeños contribuyentes paguen sus aportes.

El FMI tiene poderosas razones para hacer estas sugerencias. Claro, es el acreedor de Argentina y, sobre todo, quiere garantizarse que haya fondos con los cuales honrar las deudas.

Pero por más que se extremen los controles, hay entre los economistas una tendencia al pesimismo: mientras la economía siga fría, no habrá chances de ver mejoras fiscales.

“Hay que tener en cuenta que en los procesos recesivos la recaudación de IVA, el tributo que más pondera, se debilita mucho más que las ventas. No sólo por el avance de la informalidad, sino también por la posibilidad de diferimiento en los pagos”, observa Jorge Vasconcelos, de la Fundación Mediterránea.

Y la perspectiva es peor aún. Porque los economistas argumentan que no solamente se va a notar la baja en la recaudación de impuestos ligados al consumo, sino que además el rubro de impuestos a la exportación -en el que Macri había cifrado sus mayores- rendirá por debajo de lo proyectado.

Fuente: infoabe.com