La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos abrió una reunión de dos días de la que se espera confirmar -este miércoles- la primera rebaja de las tasas de interés en 11 años debido a crecientes incertidumbres económicas.
El comité de política monetaria de la entidad (FOMC) elevó las tasas cuatro veces el año pasado pero señaló que daría marcha atrás debido a preocupantes señales económicas en Estados Unidos y en sus principales socios comerciales en medio de la agresiva política comercial del presidente Donald Trump.
La decisión de la Fed puede resultar un alivio para los mercados emergentes. Sin embargo, se mantiene la cautela debido al recrudecimiento de las tensiones entre Trump y Xi Jinping. “Hay una aversión al riesgo en los mercados financieros ante un aumento en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China”, dijeron al respecto analistas de Banorte.
En el caso de la Argentina, la rebaja de tasas no deja de ser una buena noticia antes de las elecciones primarias. No obstante, tampoco resulta un reaseguro sobre la estabilidad del dólar. En el contexto preelectoral, los inversores han demostrado una alta sensibilidad a encuestas y declaraciones de los candidatos.
Minutos antes de comenzar las deliberaciones, Trump siguió su campaña en demanda de estímulos económicos y le dijo a periodistas que quiere ver que la Fed haga “un gran recorte” de las tasas.
“Estoy muy decepcionado con la Fed”, dijo.
En los mercados, una abrumadora mayoría cree que la reducción de las tasas será de 25 puntos básicos debido al enlentecimiento del crecimiento mundial, las incertidumbres sobre el comercio y la menor inversión de las empresas.
Ese recorte desharía la decisión de diciembre, que es la más reciente y la última de 2018 cuando la economía estadounidense estaba más fuerte.
La Fed procuraba entonces “normalizar” la política monetaria, elevando las tasas para disponer de suficiente munición para apoya a la economía en caso de surgir problemas.
Pero Trump parece querer que el recorte de tasas se sitúe en 50 puntos básicos o quizás más; lo cual suele hacerse cuando el crecimiento de una economía está cayendo.
El crecimiento económico sostenido de Estados Unidos está entrando en su undécimo año consecutivo; el mayor período de su historia. Y con un mercado laboral en permanente crecimiento, bajo desempleo y con los precios de los activos en alza, los economistas están divididos sobre si la economía estadounidense necesita estímulos.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, permanente blanco de las críticas de Trump, dijo que probablemente la entidad recortará los intereses debido a las incertidumbres económicas; entre ellas la guerra arancelaria con China y Europa que hizo declinar abruptamente las inversiones de las empresas.
El departamento de Comercio confirmó el martes que la inflación siguió siendo mínima lo cual significa que hay pocas posibilidades de que se despierten grandes presiones sobre los precios.
Otros economistas dicen que el aumento de las tasas dispuesto en diciembre fue un error y muchos dicen que probablemente la Fed hará uno o dos recortes en los próximos meses.
“Probablemente fueron demasiado lejos”, evaluó el economista Adam Posen, ex miembro de la dirección del Banco de Inglaterra.
Empero indicó que ese error se vio después. “Uno debería ver eso como un error de la Fed pero dentro de cierto límites normales”, dijo.
Posen dijo esperar una rebaja más de las tasas en lo que queda del año.
Trump, a favor de “baja fuerte” en la tasas
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abogó por “una baja fuerte” de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed), que celebra este martes y el miércoles su reunión de política monetaria.
“Me gustaría ver una baja fuerte” de las tasas, declaró el presidente a la prensa, aumentando un poco más la presión que lleva meses ejerciendo sobre el banco central estadounidense.
Según los analistas, la Fed anunciará el miércoles una disminución de un cuarto de punto de las tasas de interés para impulsar la inflación.
Trump opina que la economía estadounidense podría crecer en torno al 4 o el 5% si la Reserva Federal no hubiera aumentado el precio del dinero el año pasado.
El presidente, que ya está en campaña para conseguir su segundo mandato al frente del país, sabe que la economía tendrá un papel fundamental para su posible reelección y se queja a menudo de la gestión de la Fed.
El inquilino de la Casa Blanca ha intentado varias veces el nombramiento de candidatos afines en puestos claves del banco central, pero el perfil de esas personas ha asustado hasta el momento a sus aliados republicanos en el Senado y ha hecho fracasar sus intentos.
Fuente: elcronista.com