El gobernador Miguel Lifschitz envió al Senado santafesino el proyecto de presupuesto 2020, uno de los factores que contribuyó a la pronta erosión de la etapa de transición que concluirá el 11 de diciembre próximo, una vez que Omar Perotti se ponga al frente de la Casa Gris.
La jugada del mandatario santafesino seguramente provocará una nueva y picante réplica del entorno del rafaelino. Es que, a principios de semana, voceros de la comisión creada por Perotti para desandar la accidentada transición le habían pedido nuevamente al socialista que cumpla los compromisos asumidos cara a cara con su sucesor, entre ellos no enviar a la Legislatura el presupuesto para que, de ese modo, el gobernador electo pudiera hacerlo apenas se siente en el Sillón del Brigadier López.
La tensión que desde un principio marcó la fase de transición santafesina no esquivó el terreno parlamentario, en especial por la proyección de gastos para el año próximo.
Durante la última reunión reservada entre los gobernadores saliente y entrante, Perotti le solicitó a Lifschitz que le permitiera a él remitir el presupuesto. Y, si bien el socialista terminó accediendo, poco después avanzó con la iniciativa argumentando que el Senado provincial, salvo una abstención, es el que le negaba al rafaelino la posibilidad de formatear su propia ley de leyes, una vez en funciones.
Para el actual gobierno se trata de un presupuesto equilibrado. De hecho, esta gestión destacó que dejará una herencia consistente en una administración “prolija”, en contraste con el marco económico adverso y recesivo a nivel nacional.
Fuente: lacapital.com