Se trata de la remuneración mínima que debe percibir en efectivo el trabajador, sin cargas de familia por su jornada laboral. Comparativo regional.
De acuerdo con la Ley de Contrato de Trabajo, el salario mínimo vital y móvil se define como “la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”.
Cabe destacar que la última modificación data de fines de 2019, cuando el entonces gobierno de Macri convalidó el aumento escalonado, aplicable en los meses de agosto, septiembre y octubre, del salario mínimo, vital y móvil para los trabajadores del sector privado y la Administración Pública Nacional.
Tras esa modificación, a partir del 1 de octubre de 2019, el salario mínimo vital y móvil en la Argentina pasó a ser de $16.875, mientras que para los trabajadores jornalizados la hora asciende a $84,37.
Mediante la misma resolución se incrementaron, además, los montos correspondientes al mínimo y máximo de la prestación por desempleo, que pasaron a ser de $3.925 y $6.280, respectivamente.
Durante la gestión de Mauricio Macri, el salario mínimo pasó de $5.588 en diciembre de 2015 a los $16.875 actuales. En la práctica, se trató de un incremento del 200%. Como contrapartida, durante ese lapso la inflación fue de casi 300%.
¿Qué implicó esto? Que el poder adquisitivo del salario mínimo vital y móvil experimentó una pérdida del 24%, superior a la caída del salario real del conjunto de los trabajadores.
El salario mínimo vital y móvil en la Argentina es de $16.875.
Salario mínimo vital y móvil en la región
Países como México, Colombia y Uruguay ya han realizado sus actualizaciones con el inicio del 2020, otros ajustaron el salario mínimo en los últimos meses y se espera que el resto de naciones actualicen el indicador a lo largo del año.El salario mínimo mensual en el continente va desde los u$s3,21 de Venezuela a los u$s1.256 en los Estados Unidos.
En Argentina poco pesó el aumento a finales de 2019 del 35%, ya que el salario mínimo actual de 16.875 pesos equivale a 267 dólares al tipo de cambio oficial, mientras que desciende a los 216 dólares en caso de que se tome en consideración el billete verde paralelo.
De cualquier manera, son valores inferiores al registro del 2018, cuando el salario mínimo vital y móvil equivalía a 272 dólares.
Si se tiene en cuenta el mercado paralelo, entonces la Argentina estaría por debajo de varios países de la región, incluyendo a Brasil, que viene de decretar un reajuste del 4,1 % del ingreso mínimo desde 998 reales (unos u$s249) hasta los 1.039 reales (unos u$s260) en 2020, por encima de la tasa de inflación del año y superior al previsto en el presupuesto.
El salario mínimo vital y movil de la Argentina también está por debajo de Colombia, que en diciembre incrementó el SMVM un 6 % y se fijó en 877.803 pesos colombianos mensuales, unos 269 dólares, según Efe, un monto que se complementa con un subsidio de transporte que es de u$s31,6.
Ecuador anunció el pasado 27 de diciembre un incremento de u$s6 al salario básico de los trabajadores, con lo que llegó a los u$s 400 mensuales para el 2020.
En paralelo, el salario mínimo en Bolivia es de u$s304 y aún no ha definido el porcentaje de aumento salarial para 2020.
El salario mínimo en Uruguay luego del último reajuste del 4,33%, llevado a cabo el 1 de enero, es de 16.300 pesos uruguayos, unos u$s428, según Efe.Paraguay, que actualiza entre finales de junio y comienzos de julio el salario mínimo, aumentó ese pago un 3,8 % en 2019 hasta los 2.192.839 guaraníes, unos u$s339,13.
El sueldo mínimo en Chile, en tanto, que se mantendrá hasta marzo próximo, pasó en su último ajuste de 288.000 pesos chilenos (unos u$s385) a 301.000 pesos (unos u$s400).
Tras la devaluación, la Argentina tiene uno de los salarios mínimos más bajos de la región.
En Perú el pago mínimo es de 930 soles (unos u$s281) y no ha sufrido ninguna modificación desde marzo de 2018, cuando se elevó en 80 soles (unos 24 dólares).
En octubre pasado, Venezuela fijó el ingreso mínimo y para el cierre de 2019 representaba apenas u$s3,21 de acuerdo con la tasa oficial del Banco Central y unos u$s2,77 a la tasa del mercado “paralelo”.
A su vez, el salario mínimo subió el primer día del año en 21 estados y 26 ciudades y condados de Estados Unidos, lo que beneficiará a cerca de 6,8 millones de empleados. A lo largo de 2020 otros 4 estados y 23 ciudades y condados llegarán a la ansiada cifra de u$s15 la hora. En tanto que el SMVM asciende a u$s1.256.
¿Aumentará el salario mínimo vital y móvil?
Sin embargo, por falta de acuerdo, el Gobierno de Macri laudó con una suba gradual que lo llevó de los 12.500 pesos a julio de 2019 a 16.875 a partir de noviembre.En la última reunión del Consejo del Salario Mínimo, en agosto de 2019, la CGT reclamó que se fijara en $31.000 en línea con el valor de la canasta familiar de pobreza de aquel momento.
Según trascendió, el Gobierno de Alberto Fernández no tiene en su agenda la convocatoria del Consejo del Salario Mínimo y recién podría convocarlo luego de finalizadas las principales paritarias, para lo cual tampoco hay fechas ciertas. Sucede que el Gobierno privilegia los aumentos de sumas fijas a cuenta de las paritarias. Esto, en un contexto en el que analistas prevén que la tónica del 2020 será de salarios moviéndose por debajo de los precios.
El malestar está en que, por debajo de los $17.000, el salario mínimo vital y móvil no alcanza para cubrir la mitad de la canasta de pobreza. Y se usa como parámetro para maestros y jubilados con 30 o más años de aportes.
El Gobierno por ahora no fijó fecha para negociar un nuevo salario mínimo vital y movil
Además, en el caso de una familia tipo (matrimonio y dos hijos), el salario mínimo está lejos de cubrir el valor de la canasta de pobreza, incluso si ambos cónyuges trabajan.
Restando los descuentos de jubilación y salud (17%), más las asignaciones por hijos, el ingreso salarial total en términos reales es de poco más de 19.000 pesos frente a una canasta familiar de pobreza valuada por el INDEC en diciembre en $38.960.
También impacta sobre los docentes: un maestro inicial en jornada simple cobra un 20% más sobre el salario mínimo. Y entre los jubilados: los que se jubilaron con 30 años o más de aportes tienen derecho al 82% móvil sobre el valor del salario mínimo, lo que incide en más de un millón de jubilados y pensionados, que hoy no pueden cobrar menos de $13.837,50 por esa reglamentación.
Cabe destacar que la ley de Contrato de Trabajo le asigna tres características al salario mínimo vital y móvil. Es la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia por su jornada laboral. Debe asegurarle alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y cobertura previsional. Y debe ajustarse periódicamente de acuerdo a las variaciones del costo de vida.
El problema radica en que, como se dijo, el salario mínimo no cumple dichas funciones e incide sobre un amplio número de trabajadores no registrados o informales que toman por referencia ese parámetro. Además, impacta en convenios de trabajo con ingresos aún más bajos, como pasa entre empleados provinciales, en trabajadores formales “fuera de convenio” y sobre beneficiarios de planes sociales, que perciben la mitad del salario mínimo.
Fuente: infobae.com