ECONOMÍA – El Coronavirus ya impacta en la economía argentina: los sectores más perjudicados por el brote de la enfermedad

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Ramas de actividad se están empezando a ver afectadas por el temor que causa la enfermedad. Hay demoras en el ingreso de componentes para la industria

La pandemia hace sentir todo su peso sobre una economía doméstica que no encuentra la brújula. Si bien en China sigue estando su epicentro, los efectos negativos del coronavirus se extienden a paso redoblado sobre los proveedores del gigante asiático y Argentina, integrante de ese pelotón, ya empezó a sufrir las consecuencias de este problema sanitario, por ahora sin control.

En ese sentido, diversas fuentes del segmento agroexportador consultadas por iProfesional confirmaron que la exportación de carne a la potencia oriental sufrió un desplome en el primer bimestre del año.

Al mismo tiempo, aumenta la incertidumbre respecto de qué ocurrirá con las miles de toneladas de trigo que, dada la decisión brasileña de privilegiar la compra de cereal estadounidense, los productores locales pensaban colocar en Asia durante la primera mitad de 2020.

En el ámbito industrial, en tanto, la preocupación está vinculada con la demora que viene evidenciando el ingreso de insumos tales como telas, químicos e incluso autopartes, que son fundamentales para completar procesos industriales. “No es que de repente se paralizó el ingreso de componentes y materias primas, pero sí estamos viendo que se alargaron los tiempos y esto complica a las empresas”, reconoció ante este medio una voz cercana a la Unión Industrial Argentina (UIA).

A esta sucesión de problemas hay que sumarle uno más: la depreciación que ya comenzaron a mostrar los precios de commodities y de insumos que son clave para el funcionamiento de la economía China, un tema vital para la Argentina porque estos productos son los que generan más dólares.

“El escenario, tal como está, obliga a buscar mercados alternativos para los productos que más exporta la Argentina. Pero el problema es que ningún otro destino potencial paga tanto como China. Rusia, por ejemplo, podría ser una alternativa para los frigoríficos que despachan carne. Sin embargo, la realidad es que este país no está dispuesto a desembolsar lo mismo que ponen los asiáticos”, comentó a iProfesional una fuente con llegada a la cámara del comercio de la carne CICCRA.

Los cortes de carne vacuna conforman el rubro que mejor evidencia cómo la pandemia de coronavirus pega en la economía doméstica. Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI, expuso que las compras desde China se desmoronaron en esta primera parte del año. Y que la falta de señales de avance en lo que hace a un eventual control del virus complica el horizonte de ventas a mediano plazo.

“Hace horas nos notificaron que entre los meses de enero y febrero China anuló un tercio de las compras de carne previstas para ese período. Se cayó un volumen importante justamente de nuestro principal comprador”, aseguró Ponce ante iProfesional.

China es el principal cliente de los frigoríficos locales y prueba de ello es que, sólo el año pasado, ese actor adquirió 3 de cada 4 kilogramos exportados. En 2019, la potencia oriental compró más de 425 millones de toneladas de carne argentina. De acuerdo con estimaciones del ramo, los envíos del producto cerraron enero con una caída de casi el 32 por ciento respecto de diciembre del año pasado.

Un informe divulgado en las últimas horas por la consultora Abeceb señala que la baja de enero “explica por las menores ventas a China, que representan el 75% de las exportaciones”.

“Con los puertos cerrados, los envíos terminaron por paralizarse a nivel mundial, lo que ha dejado a los frigoríficos con un elevado stock de mercadería y se analiza la posibilidad de que deban realizar suspensiones en el corto plazo o eliminar las horas extra que venían realizado. Este contexto terminaría por tener un impacto significativo en la producción del sector en 2020, y sobre todo en los márgenes de los exportadores”, afirma el trabajo.

En declaraciones ligadas a este análisis, Javier Cao, responsable de inteligencia sectorial de Abeceb comentó que “el efecto del coronavirus llevará a una desaceleración del crecimiento a nivel mundial, aunque todavía es muy prematuro para evaluar un impacto. Si el problema encuentra una rápida solución y el virus es contenido, es posible que gran parte de la caída del PBI chino del primer trimestre podría ser compensada con una recuperación rápida”.

“Pero si la epidemia espiraliza y afecta en gran medida a otros países, el efecto será mucho mayor”, advirtió.

Trigo, tampoco

En tanto, Ponce también se refirió a otro producto afectado por lo que ocurre con el coronavirus y su despliegue en Asia.

“Se complicó la exportación de trigo. Se pensaba colocar en China las 150.000 toneladas que Brasil dejó de comprarle a la Argentina cuando decidió volverse un mayor cliente de Estados Unidos. Todo indica que tampoco se podrá vender el producto al país asiático porque cayó fuerte su nivel de consumo”, aseguró.

Ponce dio por sentado que, aunque surjan mercados alternativos para los principales productos que exporta la Argentina, el escenario de parate que exhibe China oprimirá los precios internacionales. De ahí que el volumen de divisas que ingresarán por las ventas al exterior será mucho menor al previsto.

“Todo lo que consume China está viéndose afectado tanto en cantidad, o sea en caudal de consumo, como en precio. Si Argentina logra colocar parte de su producción en otros mercados, será un gran alivio. Igualmente, lo más probable es que si eso ocurre resulte a un volumen más bajo que el que aseguraba China. Y a un precio menor, por supuesto. El coronavirus generó un sobrestock de commodities”, dijo a iProfesional.

Durante 2019, Argentina le exportó a China productos por más de 7.000 millones de dólares, con predominio en la venta de carnes y soja. Sólo los países que integran el Mercosur y el bloque de la Unión Europea superaron al gigante oriental como destino comercial.

Demoras en insumos

Ponce agregó que la falta de actividad en varios puertos y más de una terminal aérea de importancia comercial en la potencia asiática complica no sólo las ventas a ese país, sino también la salida de materiales clave para la industria en la Argentina.

En ese sentido, y según pudo indagar iProfesional, algunas automotrices evidencian, justamente, distintas demoras para hacerse con determinadas piezas o repuestos.”El personal no está yendo a trabajar a los puertos de manera regular, por disposición de las autoridades en ese país. Todo eso profundiza las demoras en el envío de insumos que acá son muy relevantes. Ciertas producciones industriales están empezando a tener complicados por la falta de insumos”, reconoció.

“Es lógico que se esté poniendo el acento en lo que se exporta. Pero también es importante poner en evidencia que algunos fabricantes de automóviles están teniendo problemas para conseguir determinadas partes. Y también se volvió más lenta la llegada de piezas, por poner otro ejemplo, para la fabricación de maquinaria agrícola”, precisó Ponce.

El entrevistado incluso anticipó que, de no desacelerar la expansión de la pandemia, algunas automotrices podrían demorarse en la entrega de determinados modelos. “La economía argentina ya está empezando a sentir con intensidad los efectos de la pandemia en uno de nuestros principales socios comerciales”, señaló.

En diálogo con iProfesional, Marcelo Elizondo, ex director ejecutivo de la Fundación ExportAr y director de la consultora DNI, también sostuvo que el impacto podría cobrar mayor forma en las próximas semanas si no hay novedades desde el punto de vista sanitario.

“El tiempo, la duración, es un aspecto clave. La reducción de la actividad en China por supuesto que complicará las exportaciones  pero no debe dejar de preocuparnos lo que puede pasar con los precios. La incertidumbre y los riesgos afectan siempre a las cotizaciones. A los mercados no les gusta la duda”, dijo.

Elizondo reconoció que hay una baja en las órdenes de compra remitidas por la potencia asiática. “En 15 o 20 días tendremos un panorama más acabado del estado de situación en ese sentido. Si la conmoción persiste, habrá menos decisiones en término de compras o inversiones. Tanto desde China como hacia ese país. No queda otra que esperar a ver qué ocurre con la pandemia”, concluyó.

Fuente: iprofesional.com