Si el petróleo cae, la crisis vino para quedarse. La caída del precio del barril tiene una doble consecuencia. La situación se tornó más compleja de lo esperado.
Los precios del crudo se desplomaron el lunes, en su mayor declive desde la Guerra del Golfo de 1991. El impacto se sentirá en la Argentina.
El petróleo es la materia prima más importante que existe. Está relacionado en un 90% con nuestra vida diaria de forma directa e indirecta y toda variación de su precio genera efectos inmediatos en los mercados financieros y obviamente en nosotros.
La caída de casi un 30% de este lunes en el mercado internacional a causa de una falta de acuerdo en la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), donde el 43% de la producción mundial y el 81% de las reservas están bajo la órbita de estos países, ha sido el golpe de gracia para la caída del precio.
Al no haber acuerdo para bajar la producción por parte de Arabia Saudita y Rusia, mayores productores mundiales, la situación se tornó más compleja de lo esperado. Arabia, miembro permanente y Rusia que no es miembro, no aceptan una baja de la producción.
Junto al efecto del coronavirus que ha provocado un colapso en la demanda de petróleo nos encontramos con una doble consecuencia: vía un mantenimiento de la oferta y vía una caída de la demanda. Mantener el ritmo de producción de barriles genera un efecto negativo en el precio porque la demanda está en caída libre.
Rusia no tiene interés en bajar el ritmo porque su principal tipo de producción es el petróleo convencional. Lo cual hace que sus costos para producir sean menores que el de los países que tienen no convencional como el caso de Estados Unidos. Si Arabia y Rusia no recortan la producción mantienen la oferta donde la demanda ha bajado considerablemente. Esto provoca una caída del precio mediante dos vías.
China, Europa y en menor medida Estados Unidos, que está comenzando a sentir los efectos del coronavirus, han visto una caída de la actividad económica y en consecuencia se refleja en los precios de todos los activos financieros que han percibido contracciones cercanas al 20-30% en las últimas semanas.
La situación de la caída del precio del petróleo refleja la gravedad de la situación que, si bien da un alivio al precio de las naftas en nuestro país, genera una mayor tensión en los mercados internacionales cuando Argentina necesita más calma para negociar la deuda.
¿La Argentina es más vulnerable?
El coronavirus y el efecto en el precio del crudo dejan a Argentina en un mayor grado de vulnerabilidad para poder hacerlo. ¿Por qué?
Argentina exporta menos, dado que hay menor demanda mundial y ante mayor inestabilidad los inversores se refugian en el dólar lo que provoca una mayor devaluación de nuestra moneda.
Además de todos estos problemas, ningún privado puede aceptar renegociar una deuda cuando la escena es globalmente tan incierta, sumados a los problemas coyunturales locales.
En resumen, la volatilidad global sumada a la caída del precio del petróleo, los efectos del coronavirus y los problemas argentinos encienden las alarmas y retardan la espera de una recuperación que se puede transformar en una crisis aún más severa.
Fuente: ambito.com