La agencia de calificación de riesgo Moody’s afirmó que los efectos del Covid-19 serán mayores a los que se pensaba anteriormente y estima una contracción del 4,6% para los países del G20.
La agencia de calificación de riesgo Moody’s se mostró escéptica respecto a la recuperación económica tras la pandemia de Covid-19 y revisó las perspectivas para 10 países del G20. Para Argentina prevé una inflación del 45% y una caída del PBI del 8% en 2020.
En un documento publicado este lunes, Moody’s reveló que “la recuperación económica mundial probablemente se prolongará y el segundo trimestre de 2020 pasará a la historia como el peor período para la economía global desde, al menos, la Segunda Guerra Mundial”.
El informe indicó que “un repunte de la demanda determinará la capacidad de las empresas, la mano de obra y de los mercados para recuperarse del shock. Los efectos de los bloqueos en la actividad del segundo trimestre serán mayores de lo que se pensaba anteriormente”.
Ante esas dudas, la agencia revisó sus pronósticos para 2020 y 2021 en una decena de países del denominado G20 entre los que se encuentran, además de Argentina, Alemania, Arabia Saudita, Australia, Brasil, Canadá, Francia, India, Indonesia y el Reino Unido.
Las nuevas proyecciones arrojan esperan que las economías del G20 se contraigan un 4,6% durante este año, con un repunte del 5,6% en la actividad estimado para 2021. En Argentina, el rebote sería del 3,5% el año que viene.
En el plano global, la calificadora sostuvo que la asistencia a las empresas, a través de un aumento del gasto y un alivio impositivo, debe mantenerse ante el cierre de actividades permanente. Entre las medidas que sugiere están las inyecciones de capital y garantías de crédito ya que “eliminan cierta incertidumbre de planificación”.
Moody’s proyectó además que los riesgos financieros podrían intensificarse en caso de un resurgimiento incontrolado de infecciones y que la eliminación del apoyo político también plantea riesgos de estabilidad financiera.
Finalmente, Moody’s remarcó que la amplificación de las tensiones existentes entre Estados Unidos y China sobre comercio y tecnología, que “genera un entorno geopolítico altamente incierto para las empresas” en dichos países y en tantos otros.
Fuente: ambito.com