ECONOMÍA – Vencen los tres meses de gracia para refinanciar la tarjeta de crédito: opciones para pagar y qué alternativas ofrecen los bancos

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En agosto finalizan los tres meses de gracia para los usuarios que habían optado en el primer mes completo de cuarentena por la financiación para sus deudas

En los próximos días finalizan los tres meses de gracia que se habían otorgado a los usuarios de tarjetas de crédito que optaron por refinanciar sus deudas en abril, al comienzo de la cuarentena. En los resúmenes de agosto ya recibirán la primera de las nueve cuotas en las que se dividió el pago.

En abril de este año, el Banco Central (BCRA) dispuso que los pagos de las tarjetas que no se hubiesen realizado hasta el 30 de abril inclusive se podrían refinanciar automáticamente en nueve cuotas, al 43% de Tasa Nominal Anual (TNA) con un año de plazo. La medida contemplaba tres meses de gracia —mayo, junio y julio— y a partir de agosto el pago de las cuotas.

Sin embargo, algunos bancos ya comenzaron a ofrecer nuevas alternativas de pago para quienes optaron en abril por el plan de financiación. En el caso de HSBC, por ejemplo, permite a sus clientes extender el plan de cuotas hasta 24 meses. El trámite puede hacerse en forma remota, a través de la web de la entidad.

Desde las entidades de defensa del consumidor advirtieron sobre lo que puede pasar a partir de agosto. “Los resúmenes con los pagos de la primera cuota de la refinanciación ya llegaron. Está identificada como la cuota uno de nueve y tiene los intereses. Esto limitó los cupos que las tarjetas de crédito ofrecen. Y durante estos meses, los bancos bloquearon o dieron de baja las tarjetas de los clientes que se quedaron sin crédito. Es uno de los mayores reclamos que tenemos”, advirtió Sandra González, titular de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios (Adecua).

La especialista recordó que los usuarios de tarjetas de crédito que optaron por la refinanciación pueden pagar todo lo adeudado para evitar las tasas de interés. “La tasa es más alta que el 43% porque incluye todos los gastos. Las cuotas tienen mucho interés”, detalló González.

Las nueve cuotas que comenzarán a pagarse a partir de agosto tendrán un valor de $147 por cada $1.000 refinanciados. Según estableció el Banco Central, los saldos refinanciados podrán ser precancelados total o parcialmente en cualquier momento y sin costo, excepto el interés compensatorio devengado hasta la precancelación.

En el sector bancario hay preocupación por un posible aumento de la morosidad a partir del pago de las cuotas. En estos meses, las familias hicieron esfuerzo para poder estar al día con los pagos y, en muchos casos, tuvieron ingresos por los créditos a tasa cero para monotributistas. Pero estiman que la situación puede complicarse a partir de ahora.

En las semanas anteriores, algunos bancos privados decidieron recortar el límite disponible de compra en cuotas con tarjetas de crédito de sus clientes, que recibieron correos electrónicos donde los bancos los notificaban del ajuste del tope disponible. En todos los casos, se mantenía el límite para los pagos sin cuotas.

Durante la cuarentena el uso de las tarjetas de crédito se intensificó. La operatoria a través de tarjetas de crédito registró un saldo en junio de $640.930 millones, una suba de 8,3% respecto al cierre del mes pasado. El crecimiento interanual llegó al 59,6%, de acuerdo a un informe de First Capital Group.

“Las tarjetas de crédito resultaron elegidas por las familias para financiar las necesidades de consumo fundamentalmente por su flexibilidad y por la disminución de los costos financieros que dispuso la autoridad monetaria. Además la vigencia de los programas Ahora 12 mantiene el stock en crecimiento”, señaló Guillermo Barbero, socio de First Capital Group.

Sin embargo, hasta ahora, no hubo un crecimiento de la morosidad, sobre todo por los planes de financiación y también por los créditos a tasa cero para monotributistas que se acreditaron en los saldos de las tarjetas.

De acuerdo con un informe de la consultora CERX, en junio hubo una reducción del 1,6% de la deuda bancaria de las familias argentinas. Al mismo tiempo que la deuda no bancaria (préstamos de familiares, conocidos y prestamistas) aumentó un 16,1%. El relevamiento también mostró que, cuando finalice la cuarentena, si se recuperan los ingresos, el 61,8% de los hogares los destinará a cancelar sus deudas.

La deuda bancaria, según los datos del BCRA, se redujo 1,6% a $1.168.217 millones a fines de mayo. La principal caída estuvo en créditos prendarios (-5,8%) y tarjetas de crédito (-2%). “En la medida en que se liberen más actividades, es de esperar que las familias vayan regularizando sus deudas no bancarias. Pero ese proceso será muy lento e irá combinado con aumentos en el stock de deuda de quienes perdieron ingresos o empleo y no recuperan todavía”, señaló el informe.

Fuente: infobae económico