El nivel de endeudamiento global ya más que triplica el nivel del Producto mundial. Se abren muchos interrogantes sobre lo que viene. Más aún porque todavía no se conoce el deadline del coronavirus. La pandemia lo hizo. ¿Qué sigue?
De ahí que hoy se vislumbran tres escenarios para la deuda y los bonos.
Un escenario de “Tudo Bem”, sería el de una estabilidad, deseado por todos los gobiernos. ¿Cómo sería? Se invertirían las tendencias de los últimos 30 años; las tasas de crecimiento mundial superarían a la tasa de expansión de la deuda mundial, las tasas de crecimiento real se acelerarían y la inflación aumentaría, aunque no demasiado. Si bien sería posible marcaría una ruptura en algunas tendencias muy bien establecidas. En este escenario los bonos de los mercados emergentes serían los principales ganadores.
El escenario de “Big Bang” sería el de una expansión continua del gasto público que podría conducir precisamente a una gran explosión o debacle en la inflación, que destruiría el valor de la deuda en términos reales, pero limitaría el valor de los ahorros. Se lo considera poco probable, ya que predominan los efectos deflacionarios del coronavirus. El riesgo será mucho mayor si surgen limitaciones de capacidad en las economías en las que el gasto fiscal masivo genere un exceso de demanda que, en última instancia, haga subir los precios. En este caso a los bonos ligados a la inflación, como los TIPS de EE.UU., les podría ir relativamente bien.
El otro escenario sería el de un “Big Crunch” caracterizado por un mix de los actuales muy bajos niveles de crecimiento y un creciente endeudamiento, lo que terminarían en una espiral de deflación de la deuda. De producirse una baja en la inflación o incluso una deflación esto podría conducir a mayores costos reales de la deuda, lo que hace que las empresas y los consumidores dejen de pagar los préstamos e hipotecas. Esto a su vez conllevaría una presión sobre el sector bancario, que conduciría a menos préstamos y más insolvencia. En este entorno, el efectivo y los bonos soberanos de alta calidad probablemente superarían al transe.
Fuente: ambito.com