Un informe del Institute of International Finance subrayó los riesgos que enfrenta la economía si no se logra un programa de mediano plazo que sea apoyado por el FMI
Los principales bancos del mundo afirmaron que ven un panorama complicado para la Argentina por el déficit fiscal, la emisión monetaria y el bajo crecimiento global.
Las entidades proyectaron que el país tendrá el peor resultado, después de Venezuela, en términos económicos tanto en América latina como entre todos los mercados emergentes este año.
Así lo señaló hoy en un informe sobre flujo de capitales el Institute of International Finance (IIF), en el que destacó un apartado sobre la Argentina. “Proyectamos necesidades de financiación externa manejables en los próximos años, si el FMI refinancia su exposición a Argentina”, aclaró el organismo que lidera Axel Weber.
Sin embargo, “el panorama sigue siendo complicado en el contexto de bajo crecimiento global y problemas fiscales no resueltos que se derraman sobre la política monetaria”.
El panorama sigue siendo complicado por el bajo crecimiento global y los problemas fiscales no resueltos que derraman sobre la política económica
Al respecto, el think tank que reúne a los grandes bancos de todo el mundo proyectó una recesión del 12,8% para la Argentina este año, lo que llevaría a una caída acumulada del 17% desde 2018, “un colapso comparable al de 1998-2002”, tras la crisis y el estallido de la convertibilidad.
La caída del -12,8% de este año para la Argentina será la segunda peor de la región de América latina, que en promedio sufriría una recesión del -8,4%, mientras que Brasil caería el -5,9%, México -10,1%, Chile -6,1% y Colombia -7,7 por ciento. La recesión más aguda será la de Venezuela con el -28 por ciento. Y, en promedio, los mercados emergentes retrocederían -2,4 por ciento, según el informe del equipo que lidera el economista Robin Brooks.
En 2021, la Argentina crecería el 4,3%, Venezuela 1% Brasil 3,6%, México 3,6%, Chile 4,9% y Colombia 4,5% y, en promedio, América latina 3,8% y los emergentes el 6,7 por ciento.
“El déficit fiscal de la Argentina será del 10% del PBI este año, financiado casi exclusivamente por el Banco Central. La monetización del déficit, junto con una clavija de arrastre, condujo a una brecha cambiaria con el tipo de cambio paralelo mucho más ancha”.
Además, el IIF opinó que el “reciente endurecimiento de los controles de capital para proteger las reservas menguantes elevó aún más la prima de riesgo cambiaria”.
Por lo tanto, advirtió: “No esperamos que las perspectivas mejoren hasta que las autoridades logren acordar una estrategia con el FMI que incluya a nivel interno políticas fiscales y monetarias coherentes”.
No se trata de la primera advertencia del IIF acerca de la situación inflacionaria en la Argentina: en agosto su economista Sergi Lanau había señalado a Infobae que el país no tiene los instrumentos macroeconómicos de otros emergentes para poder salir bien parado después de la pandemia.
La crisis global
En términos globales, el IIF prevé una “profunda recesión este año, con una caída del PBI mundial del 4,1 por ciento”. “Esta caída es mucho más profunda que la caída de la actividad global durante la Gran Recesión, cuando el PBI cayó 0,4 por ciento en 2009, y creemos que vale la pena preguntarse por qué la recesión del COVID-19 es mucho peor”, aclaró el informe.
“La respuesta fácil es que los cierres de virus son globales y afectan tanto a los servicios como a la producción industrial, pero nosotros no creemos que esa sea la historia completa”, indicó.
“Cuando analizamos el panorama de la actividad global, dos países, China e India, casi por completo explican la recesión mucho más profunda de este año. China no está repitiendo su gran estímulo en infraestructura de 2009, lo que significa que la actividad mundial y los precios de las materias primas no están obteniendo el impulso que tuvieron a raíz de la crisis financiera mundial”, detalló.
El reciente endurecimiento de los controles de capital para proteger a las reservas menguantes elevó aún más la prima de riesgo cambiaria
En tanto, India “está sufriendo una profunda recesión, a diferencia de 2009, cuando el crecimiento del PBI fue positivo”. En conjunto, “estos dos elementos señalan una muy diferente recuperación del choque Covid-19”.
Es probable, aclaró, que “los precios de las materias primas repunten más lentamente, a diferencia de 2009, cuando muchos mercados emergentes exportadores de materias primas experimentaron perturbaciones positivas en los términos de intercambio”.
El IIF prevé “una recuperación lenta y desigual de la cartera de flujo de no residentes hacia los mercados emergentes, como reflejo de este panorama de crecimiento y las perspectivas de los precios de las materias primas”.
“Una vacuna COVID-19 ampliamente disponible sería, en nuestra opinión, el catalizador positivo clave para los flujos de los mercados emergentes, ya que señalará un choque de demanda global positivo con efectos secundarios favorables para los precios de las materias primas y el apetito global por el riesgo”, concluyó la entidad que preside Tim Adams.