El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró sus proyecciones para la economía global pero advirtió que todavía se pueden producir “reveses”. En cuanto a la Argentina, calcula un retroceso de 11,8% en la actividad para este año y una recuperación de 4,9% para el próximo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró sus proyecciones para la economía global pero advirtió que todavía se pueden producir “reveses”. El organismo multilateral espera que el producto bruto se contraiga 4,4% durante el año en curso, según informó hoy en Washington al dar a conocer sus Perspectivas de la economía mundial (WEO).
Esta estimación supone una mejora de casi un punto respecto de la caída de 5,2% que había pronosticado en junio pasado. Se espera una recuperación de 5,2% para 2021. En cuanto a la Argentina, calcula un retroceso de 11,8% en la actividad para este año y una recuperación de 4,9% para el próximo.
Estos pronósticos se aproximan a las previsiones realizadas en el país, tanto públicas como privadas. Cabe recordar que el proyecto de presupuesto presentado por el Ministerio de Economía contempla una disminución de 12,1% del Producto Bruto Interno (PBI) para 2020 y un avance de 5,5% para 2021. Las proyecciones de las consultoras son semejantes: de acuerdo con el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), el PBI se derrumbaría -11,8% en el corriente año y tendría un rebote de 5,1% el venidero.
Si se combinan la caída de 2020 y la recuperación de 2021, las proyecciones tanto del Gobierno como del Fondo son prácticamente iguales. Para las autoridades nacionales el PBI del año próximo se ubicaría 7,3% por debajo del registro alcanzado en 2019, en tanto que el FMI calcula que esta caída sería de 7,5%.
Las estadísticas del FMI ubican a la Argentina entre los 24 países del mundo más afectados por la recesión en el año en curso. Las medidas de restricción derivadas de la pandemia de Covid 19 golpearon a todo el globo, particularmente a Latinoamérica y el Caribe. Pero también registran caídas de dos dígitos países desarrollados como España e Italia, con retrocesos de 12,8% y 10,6%.
Para el caso particular de la economía argentina, el informe del FMI excluye las proyecciones fiscales y de inflación “ya que estas están en gran medida vinculadas a las negociaciones del programa aún pendientes”, según aclara el informe. Cabe recordar que las autoridades nacionales retomaron las conversaciones con el Fondo para redefinir el programa de asistencia.
Justamente esta lunes los miembros de la misión encabezado por Julie Kozack, subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental y Luis Cubeddu, jefe de la Misión para Argentina, a través de un comunicado señalaron que: “Argentina enfrenta dificultades económicas y sociales complejas, en el contexto de una crisis de salud sin precedentes” y, en otro párrafo admiten que, “son desafíos excepcionalmente difíciles sin soluciones fáciles”.
Tanto el ministro de Economía, Martín Guzmán como la vice jefa de Gabinete, Cecilia Todesca, dieron a entender que Argentina no tendría la intención de solicitar fondos adicionales sino que se trabajaría para obtener un acuerdo de Facilidades Extendidas ya que la Argentina necesita poder refinanciar la deuda de 44.000 millones postergando en el tiempo los pagos.
El problema es que los acuerdos de Facilidades Extendidas el FMI suele demandar cambios estructurales que la visión del organismo no siempre es compartida con la dirigencia política.
Ranking de inflación mundial
Si bien, como se señaló, el Fondo no incluye una previsión de inflación para la Argentina, el proyecto de presupuesto 2021 presentado por el ministerio de Economía estima que el año cerrará con una suba de precios de 32%. De esta forma, el país se ubicaría en el 8°puesto en el ranking de inflación internacional elaborado por Ámbito sobre la información de los cuadros Resumen de Inflación contenidos en el WEO, o en el 7° si en cambio se considera la inflación proyectada por las consultoras privadas -36,9%-.
Cabe señalar que la inflación prevista para este año alcanza a 0,8% en el caso de los países desarrollados y a 5,0% para las naciones emergentes y en desarrollo.
Por otra parte, el informe del Fondo señala que para la Argentina “los supuestos de política monetaria son consistentes con una modesta apreciación real este año y la necesidad de financiamiento monetario del déficit fiscal y reabsorbiendo esta liquidez”.
El supuesto sobre una cierta revalorización del peso va en sentido contrario de las fuertes tensiones que viene presentando el mercado de cambio en las últimas semanas.
En cuanto a la desocupación, los números del FMI proyectan una tasa de desempleo de 11% para el año en curso y una disminución a 10,1% en 2021. Estos porcentajes ya fueron superados por la última medición del INDEC que calculó la desocupación en 13,1% al término del segundo semestre, y contradice proyecciones privadas que anticipan una mayor destrucción de puestos de trabajo.
El FMI también espera una mejora en el resultado de la cuenta corriente del país. Se proyecta un saldo superavitario equivalente a 0,7% del PBI para el presente año y un 1,2% para 2021, reflejando progresos en el sector externo.
En este sentido, el informe también reseña el comportamiento de las monedas en los mercados internacionales en donde se observa un movimiento favorable para la Argentina. Sucede que se depreció el dólar con el consiguiente impacto alcista en las cotizaciones de las materias primas, en tanto que el fortalecimiento del yuan amplía las posibilidades de exportar a china.
La divisa estadounidense se depreció en más del 4,5% entre abril y finales de septiembre, lo que refleja la mejora global del sentimiento de riesgo y preocupaciones sobre el impacto del aumento de casos de Covid-19 en la velocidad de la recuperación de EEUU.
Durante el mismo período, el euro se apreció cerca del 4% en la mejora de las perspectivas económicas y aumentos más lentos en los casos de Covid-19. Las divisas de los exportadores de productos básicos entre las economías se fortalecieron a medida que aumentaban los precios de las materias primas.
La mayoría de las divisas de los mercados emergentes se recuperaron entre abril y junio, después de las fuertes presiones durante la agitación del mercado en marzo.
Desde entonces el yuan en China se ha fortalecido y las monedas de otras economías de mercados emergentes asiáticos en general se mantuvieron estables en términos efectivos reales.
Por el contrario, “el rublo ruso se depreció debido a factores geopolíticos y las monedas de los países afectados por la pandemia o con una posición externa o fiscal vulnerable (como Argentina, Brasil y Turquía) también se han debilitado”.
Con relación a las proyecciones de crecimiento a mediano plazo, el Fondo espera una tasa de 1,7% anual hacia 2025, es decir por debajo del 2,5% que avanzaría en promedio Latinoamérica y el Caribe que, dicho sea de paso, es la región que menos crecería entre los mercados emergentes.
Fuente: ambito.com