Los índices de precios empezaron a dar señales de más temperatura. Pero aún no preocupan. El año que viene impactará la política monetaria de 2020.
Inflación: prevén salto en marzo-abril de 2021
La inflación se manifiesta, por el momento, con chispazos aislados. Así lo vienen experimentando cotidianamente las familias que ven saltos alternados en toda la gama de bienes de la canasta alimenticia. Un día son los lácteos, otro algún vegetal, otro día una fruta, y así sucesivamente. Claro que, de vez en cuando, ahora cada vez más seguido, se anuncia algún que otro ajuste en los combustibles, por ejemplo. A todo esto se suma la “contaminación” del despegue del dólar blue con todo lo que ello significa para las expectativas inflacionarias.
Donde se alimenta, ante la explosión de la brecha cambiaria y el drenaje de las reservas del BCRA, que tarde o temprano el Gobierno devaluará. Si bien los índices de precios de los últimos meses ya se han acercado a niveles del 3% mensual (2,7% y 2,8%), todavía están lejos de reflejar los desequilibrios macro y el desajuste de los precios relativos. Sobre todo porque todavía no ha impactado la billonaria expansión monetaria, para financiar el déficit fiscal de la pandemia, que según los cálculos privados impactarán recién entre marzo y abril.
Esto se explica porque la política monetaria tiene lo que se denominan “rezagos”, es decir, tarda un tiempo en impactar. Los analistas privados estiman que el rezago en el caso argentino es de entre dos a tres semestres promedio. Por lo tanto, los excesos de hoy recién se verán reflejados en los sets de precios dentro de un año. Hoy toda la emisión excedente que hay ya acumulada en lo que va del año desde que se implantó la cuarentena original se verá, casi en plenitud, entre fines del primer trimestre y comienzos del segundo del próximo año. Vale señalar que si en algún momento, antes del primer o segundo trimestre de 2021, se produce un salto disruptivo del tipo de cambio oficial, sin duda, el impacto en precios será insoslayable.
Controles
Ahora bien, ¿por qué todavía no se ven mayores índices de precios más allá del efecto rezago monetario? Debido, principalmente, a que según estimaciones del Estudio OJF casi un 41% de los precios del IPC están controlados por el Gobierno. De ahí que se venga conjugando la idea de inflación reprimida. Por ejemplo, los cálculos de OJF dan cuenta que en el caso de “Alimentos y Bebidas” a través de los programas oficiales de Precios “Cuidados”, “Esenciales” y “Máximos” un 8,3% del IPC está regulado. Vale señalar que a fin de mes vencen estos programas. En el rubro de “Vivienda”, el programa de Precios Cuidados representa un 0,9% del IPC (vence a fin de noviembre), mientras que la regulación de gas, electricidad y agua afecta al 0,9%; 0,4% y 0,3%, respectivamente del IPC. En este último caso los ajustes vencen a fin de año. En “Vivienda”, además está regulado el precio de los alquileres, que representan un 3,6% del IPC. Luego viene el relevante y bien actual rubro de “Salud”, donde los precios de las prepagas, también regulados, son un 4,7% del IPC. En este caso los ajustes vencen a fin de año. Otro rubro significativo para la canasta familiar es “Transporte y Comunicaciones”. Acá se tiene el caso de colectivos, trenes, subtes y taxis, también con tarifas reguladas, cuya incidencia en el IPC es del 06%, 0,2%, 0,2%, y 1,2% respectivamente. Luego viene “Combustibles”, que representa un 3,1% del IPC y “Telefonía”, con un 2,6%. Todos estos casos tienen ajustes programados que vencen a fin de año. Pero hay también otros bienes y servicios que están bajo la regulación de los programas de Precios “Cuidados”, “Esenciales” y “Máximos” y cuya incidencia en el IPC es de un 4% (estos vencen a fin de mes). De modo que el total de precios regulados y/o controlados roza un 31% del IPC. Luego hay un 5,7% del IPC vinculado al tipo de cambio oficial y/o bajo controles cambiarios como automotores con una incidencia del 2,8% y equipos electrónicos con 2,9%. Hay además casos como el de Turismo y Espectáculos, hoy sin precios pero con una incidencia en el IPC relevante, un 1,8% y 2,2% respectivamente. O sea, hay un 4% del IPC de bienes y servicios sin precios.
Por lo tanto, hay casi 41% de la canasta de consumo del IPC con precios regulados o controlados por el Gobierno. Esta es la razón principal por la cual todavía no saltó la tasa de inflación mensual y el INdEC comandado por Marco Lavagna muestra una inflación anual inferior al 37%. Pero además el tema de los rezagos de la política monetaria, tarde o temprano, terminará impactando sobre los índices inflacionarios; de ahí la preocupación del jefe del BCRA, Miguel Pesce, porque sabe que lo emitido en estos meses por sobre el apetito de la demanda de dinero afectará la tasa de inflación de 2021. Claro que el hecho de esperar una devaluación en nada ayuda a bajar las expectativas inflacionarias.
Fuente: ambito.com