Después de 5 meses en que las caídas anuales se venían atenuando, la tasa negativa aumentó respecto de septiembre, dice un informe de CAME. Al mes no lo salvó ni el Día de la Madre. “Ni las ofertas tientan al público”, coincide gran parte de los comerciantes relevados.
Las ventas minoristas de los comercios pyme cayeron a un ritmo del 14,9% anual y para los primeros 10 meses del año suman una baja del 26,2% anual, muy influído por la fortísima caída que se había verificado entre los meses de marzo y julio, según un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME)
La caída contempla tanto las ventas en los locales físicos como en el canal online, al que muchos apostaron para poder sobrevivir la pandemia y el largo período de cuarentena, El retroceso de octubre fue incluso mayor al de septiembre, que había sido de 10,1%, revirtiendo una serie de cinco meses en que el ritmo de caída de las ventas respecto de igual mes de 2019 se había venido desacelerando desde el 57,6% de caída interanual que se había registrado en abril.
“En la aceleración de la tasa de caída fue determinante la incertidumbre financiera, que se vivió a lo largo del mes, lo que retrajo el consumo por efecto precaución”, dice un comunicado de la entidad.
Todos los rubros relevados cayeron, incluso Farmacias, cuyas ventas disminueron a un ritmo anual del 3,6% y Alimentos y Bebidas, que retrocedió 4,3%, por menores ventas en casas de comida, panaderías, kioscos y bebidas en general, entre otros. Las ventas fueron algo mejores en los almacenes de barrio, pero con mucha dispersión, informó CAME.
En la gráfica pueden apreciarse las variaciones anuales de ventas minoristas hasta 2019, y las mensuales desde 2019 en adelante
Reversión
En la reaceleración del ritmo de caída influyó la inestabilidad cambiaria. “Más allá de los problemas de ingresos, empleo, y los niveles de endeudamiento de las familias, incidió en la baja la incertidumbre generada por la suba del dólar blue y las expectativas de un escenario de devaluación y alta inflación. Esto alentó el refugio en dólares de muchas familias, reduciendo la masa dedicada a consumo”, señaló CAME, que relevó entre el jueves 29 y el sábado 31 de octubre a 1.300 comercios pyme de todo el país.
El sector más castigado a lo largo del año sigue siendo Calzados y Marroquinería, que tuvo una caída interanual del 35,9%. La menor circulación de gente en la cuarentena redujo su necesidad, sumado a que es uno de los últimos productos que tienden a recuperarse en momentos críticos para la economía. De todos modos, en octubre el sector más castigado fue Joyería, relojería y bijouterie: sus ventas se desplomaron 36,1%, superando el dato de septiembre, cuando habían caído 25,9% interanual. Un factor que puede haber contribuido es que –señala el informe- “en las grandes ciudades se comenzó a observar nuevamente la proliferación de vendedores informales de estos productos”.
No hay negocios con variaciones positivas. En Indumentaria las ventas cayeron 23,8%; a la incertidumbre económica y cambiaria se sumaron faltantes de mercadería, afectado por el temor de los proveedores a vender a precios que no le permitan luego la reposición de mercadería. “Hubo un pico de operaciones en el Día de la Madre y después se planchó. Muchos comercios de ese rubro esperan un repunte sobre fin de año. Lo que más salió fueron prendas de vestir”, dice el informe.
Los 13 sectores relevados registraron caída de ventas, incluyendo el canal online. Y 11 de los 13 tuvieron caídas de dos dígitos
“Faltante de dinero”
Jugueterías y librerías fue el tercer sector con mayor retracción (24,9%). La explicación, además de la situación económica general es que la menor circulación de chicos en la calle redujo el consumo de paso y la no asistencia a las escuelas evita el repunte de artículos de librería y libros. “Ni las ofertas tientan al público, aunque en el rubro juguetes se espera que a partir de fines de noviembre repunten con la venta de fin de año”, informaron los comercios pyme relevados cuya frase más repetido fue: “se nota el faltante de dinero”.
En Ropa, artículos deportivos y de recreación, el declive fue menor, pero todavía de dos dígitos: 10,7% anual, “siempre hablando de la tasa de variación promedio anual en cantidades, informada por los comercios”, aclara CAME.
En cambio, hubo buena venta de bicicletas, uno de los pocos rubros que tuvo un boom en plena pandemia y también se benefició de las promociones de algunos bancos que financian la compra en 24 cuotas, especialmente en CABA.
Las cifras son de por sí negativas, pero podrían serlo aún más. En su comunicado, CAME señala un “dato a tener en cuenta: sólo se están relevando comercios abiertos, es decir, se excluyeron aquellos que cerraron definitiva o transitoriamente”.
Fuente: infobae economico